Capítulo 129

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- - - - - Narra Nagore - - - - -

Puso su mano sobre la mía para que todavía no abriera el sobre. No tenía ni la menor idea de qué sería... me quedé mirándola a los ojos mientras iba a intentar explicármelo pero la corté

Nagore: Sandra, antes de que me cuentes que es esto, quiero decirte que sea lo que sea, te has pasado un montón con mi cumpleaños. No sé como narices te lo has hecho para preparar todo esto, y más aún sin que me lo intuyera, pero no me hubiera imaginado en la vida nada parecido...

Sandra: Quería que fuera algo muy especial... son tus 35 Nagore... y tú siempre has estado haciendo muchísimas cosas por mí. Alguna vez me tenía que tocar a mí, y he querido hacerlo a lo grande para que fuera un cumple inolvidable

Nagore: Inolvidable ya hubiera sido aunque no me hubieras hecho nada hoy cariño... Me regalaste a Nash que... míralo - dije mirando en el rinconcito de la cama donde dormía con James -. Es lo más bonito que nadie me ha podido regalar nunca... 

Sandra: Pero una cosa es el regalo, y la otra la fiesta Nago... 

Nagore: La fiesta ha sido espectacular, pero es que vamos... nada que ver con ningún cumpleaños que haya tenido en la vida! Pero...

Sandra: Pero? Ha habido algo que no te ha gustado? - dijo preocupada -

Nagore: No no no no, que va, de eso nada... pero no sé si tú has estado muy cómoda...

Sandra: Yo?? Claro que sí, si he estado mucho rato hablando con todo el mundo! Y más tarde he estado bailando y todo... Sí que es verdad que al principio y cuando estaba contigo bailando me moría de la vergüenza cuando se dirigían a mí o nos miraban tanto... pero eso me ha pasado siempre, pero para nada he estado incómoda..

Cómo vi que me lo decía de verdad y a mí también me había parecido lo que me estaba contando no le mencioné que me habían comentado que estaba un poco distante...

Sandra: Lo dices por lo del beso?

Al principio me quedé un poco petrificada... Beso? Qué beso?, pero supongo que se refería al que no nos habíamos dado en medio de la pista y nos habíamos alejado un poco de todos para estar un poco a solas para dárnoslo.

Nagore: No, bueno en general, pero lo del beso ya me imaginaba que te daría un poco de vergüenza, por eso no te lo he dado yo... Pero me he quedado con las ganas de un buen beso... como el que nos hemos dado hace un ratito aquí....

Vi que me sonrió, sabiendo perfectamente lo que le estaba pidiendo, así que se pegó un poquito más a mí, por el momento solo se había acercado, pero hizo que me pusiera muy nerviosa

Sandra: Así que el beso que te he dado no era bueno...

Nagore: No, yo no he dicho eso... pero me has dado casi casi un piquito... yo quería algo más... contundente

Sandra me seguía mirando fijamente a los ojos con una sonrisa, y de vez en cuando desviaba la mirada hacia mi boca. Yo prácticamente estaba pegada al cabezal.

Nagore: Cuando no me des un beso ya... me va a dar un ataque -dije riéndome nerviosa -

Sandra: Son las cuatro de la madrugada eh... ya estamos en igualdad de condiciones... también puedes dármelo tú

Nagore: No, no... yo ya lo he dicho que para mí no se acaba el día hasta que yo no me vaya a dormir

Sandra: Bueno mira, vamos a hacer una cosa... Abres el sobre mientras te lo explico un poco... y ya después... hablamos del beso... qué te parece?

Me pareció una idea estupenda, así se me quitarían los nervios tontos que llevaba encima. No sé el porqué pero me esperaba que fuera una carta que me hubiera escrito ella, pero cuando la abrí vi que era algo más pequeño que el tamaño del sobre. Metí los dedos y vi que era un billete de avión Madrid - Venecia... 

La miré para que me explicara lo que me tenía que contar, pero eso para nada me había relajado, todo lo contrario... 

Sandra: A ver... ya sabes que la semana que viene me voy a Venecia, a grabar la publi de mi libro, y sé que tú trabajas hasta el miércoles... Así que, con los de la editorial y el fotógrafo, nos las hemos apañado para juntar todo un poquito lo que tenemos que hacer... ellos se quedarán con nosotras hasta el jueves... pero después hasta el lunes... podemos quedarnos por allí las dos... tu billete te lo he sacado para el miércoles por la tarde... cómo lo ves?

Yo estaba alucinada totalmente porqué no me entraba en la cabeza todo lo que estaba pasando ese día, definitivamente, todavía no lo había asimilado

Sandra: Tenía un poco de miedo por el regalo porque no sabía si tú ya tenías otros planes... 

Otros planes? se podía tener algún plan mejor que ese

Sandra: Dime algo, si no te va bien no pasa nada...

Pude reaccionar en ese momento porqué yo ya no sabía ni qué decirle. La abracé, de los abrazos más fuertes que le había dado nunca, asintiéndole con la cabeza para que entendiera que sí quería ir. De lo emocionada que había estado toda la noche y en ese momento tan íntimo con ella, no pude evitar que se me empañaran los ojos otra vez.

Sandra: Nago... oye... no llores... que te he pedido que te vengas cuatro días a Venecia... no te he pedido matrimonio... 

Me despegué un poco de ella mientras no paraba de darme besitos en la mejilla.

Nagore: Me llegas a pedir eso y tienes que llamar a una ambulancia... 

Sandra se reía pero yo la seguía apretando contra mí y sólo la miré por un momento

Nagore: Tú sabes que eres la mejor novia del mundo?

Sandra: Ah si? 

Me cogió por la cintura y dejó que nos cayéramos tumbadas sobre la cama. Enrosqué mis piernas con su cuerpo y atraje su cara hacia la mía para besarla 

Sandra: Mira que eres guapa... 

Me empezó a dar besos por la clavícula o por el cuello, yo recorría su espalda con mis manos, hasta que llegué a su culo. Se le escapó una pequeña risa...

Nagore: Me vas a dar el beso ya o esperamos a que salga el sol? - dije sonriendo aprovechando que me miraba -

Sandra: Yo no aguanto hasta que salga el sol...                          

Se acercó para darme el beso que tanto había esperado durante toda la noche, cerré los ojos para recibirlo, y ese beso que me dio solo fue el primero de muchos, después vinieron las caricias subidas de tono y el sexo hasta que la luz del sol ya empezó a adentrarse en la habitación                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

Quiéreme, así de bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora