Por un puñado de besos | VK

25 (Sensaciones)

TODO SEPTIEMBRE

La comida estaba en su recta final, los postres. Sin televisión, hablando de cuanto se les ocurría, con la ventana abierta para resistir el incipiente calor. Un domingo apacible. Por mucho que cada vez le costara más ir a casa de sus padres, reír, fingir que todo iba bien, hacerse el despreocupado, resistir los ataques o las indirectas de uno y otra, con el único soporte de su hermana pequeña. Incluso Hyeon lo pinchaba siempre de una forma u otra.

Prefería estar solo en su departamento, o meterse en un cine y evadirse durante dos horas. A veces se preguntaba qué harían cuando tuvieran que cuidarlo.

Jungkook engulló el último pedazo de helado. Cada comida de cada domingo era igual. No tenía hambre. Comía por comer, a fuerza de voluntad, a base de no desayunar por la mañana ni cenar la noche anterior. Y aun así seguía sin apetito. Su madre ya hacía algo más que insistirle en lo delgado que estaba. Si cuando se pusiera enfermo seguía igual, su cuerpo apenas ofrecería resistencia.

«Tengo tiempo», se decía a veces, y se lo repetía hasta la saciedad: «Tengo tiempo. A mí no me pasará rápido. Si el promedio o lo máximo son diez años, yo lo superaré. Yo sí». Iba a levantarse de la mesa pero la pregunta de su padre lo detuvo.

—¿Qué tal tu compañero de piso?

—Jimin, papá. Se llama Jimin.

—Es que nunca lo recuerdo.

—Ya.

—Te lo digo en serio —se defendió el hombre.

—Si vinieras alguna vez a mi casa, a cenar, o aunque fuera fingiendo que pasabas por allí...

—Jungkook.

—Sí, mamá. —Replegó velas. Y dirigiéndose a su padre respondió a su pregunta inicial con un lacónico—: Bien.

—¿Sigue igual?

—¿Igual cómo?

—Tan divertido, original... no sé.

Nunca pensó que Jimin fuese divertido u original. Aunque eso era lo de menos.

—Sale con un chico. Se llama Hoseok.

—¿En serio?

—Sale. Si va en serio o no... es otra cosa.

—Mamá, que hoy en día esto es distinto —intervino Eun—. Salir con alguien no significa tener novio y mucho menos pensar en boda o en vivir juntos.

—Sí, ya sé que me estoy quedando anticuada —espetó la mujer—. Según las películas, ahora a estar con una persona se le llama «tener una historia», y cuando preguntan «¿Estás saliendo con alguien?» se refieren literalmente a si se están acostando con él o con ella.

—¿Sales con alguien, hermano? —bromeó con agudeza Hyeon. La patada por debajo de la mesa no lo encontró porque el chico ya la esperaba.

—Hyeon, no seas burro —le soltó Eun, que era la que más fuerza tenía sobre él.

—¿Y qué harás si Jimin se casa o...?

—¿Quieres decir si me quedaré en la calle en el caso de que él se vaya a vivir a nuestra casa, mamá?

—Bueno... pues...

—Si Jimin se va a vivir o se casa con él, lo más seguro es que fuera él el que se marchase, y yo me quedaría con el departamento y otro compañero. Y si no, me lo buscaré yo. Será que no hay oferta. Su madre hizo un gesto ambiguo.