Al bajar a la cocina por un vaso de agua me quedé en silencio unos minutos solo mirando la pared blanca con detalles grises frente a mi, ni siquiera escuché la puerta principal abrirse.
— ¿Elsa? — salí de mi trance cuando una voz ronca invadió el silencio de la cocina. — Son más de las once, ¿que haces despierta? — tampoco había notado el tiempo. Baje la mirada un poco apenada.
— Lo siento señor, solo baje por un vaso de agua. — deje el vaso en su lugar después de lavarlo. —Los niños ya están dormidos.
— Okey, eso es bueno. — dejo el saco que traía en la mano sobre una de las sillas del mesón, me sentía rara con su presencia aquí a lo que inmediatamente prosegui hablar.
— ¿Necesita algo más, señor? — limpie mis manos sobre mi falda a pesar de no tener nada.
— No es todo, ya te puedes retirar. Descansa Elsa.
— Descanse, señor.
Camine por un lado de el, el ruido de los tacones lleno la cocina para luego llenar el pasillo hasta las escaleras. Subí tranquilamente y antes de irme a dormir, eche un vistazo a la pequeña Jane para asegurarme de que estuviera dormida.
Después me fui a mi habitación y me quite los tacones sintiendo todo mi cuerpo relajado, entre al baño y me duche, siempre eh tenido esa costumbre de bañarme por la noches ya que por las mañanas no me da tiempo.Envolvi mi cuerpo con una toalla y salí colocándome la pijama que aún hacía en la maleta, tenía insomnio así que decidí acomodar mi ropa en el closet, no sabía cuánto tiempo estaría aquí, si será temporal o será por un largo tiempo, cuando termine me acosté en la suave cama de sábanas blancas y me deje llevar por el sueño y el cansancio.
°°°°°°°°°°°°°°
Era martes y los niños tenían escuela. Eran las seis y media de la mañana cuando me levanté y me coloque el uniforme de trabajo, arregle mi cabello y me maquillar solo un poco.
Baje a la primera planta y fui a la cocina donde Tiana ya se encontraba haciendo el desayuno.
— Buenos días, Tiana. — dije un poco dormida.
— Buenos días Elsa, ¿Lista para tu segundo día? — Asentí y salí de la cocina para dirigirme a las habitaciones de los niños.
Toque cada una y aunque llevo dos días aquí se cuál es cual, y es muy fácil, cada una dice James, Sarah, Jane, en letras doradas.
— James, ¿Estás listo? — dije en casi susurro, asome la cabeza por la puerta para encontrarme a un James dormido. — James, se te va hacer tarde, vamos despierta.
Me acerque a su cama y lo sacudí un poco. El se quejo y solo dió la vuelta a la cama para quedar a espaldas de mi.
— James, levántate. Es hora de ir a la escuela. — abrí la ventanas de su habitación dejando entrar la luz del día.
— No quiero. Cierra las ventanas.
— ¿Cómo que no quieres? Te daré 10 minutos para que te levantes de esa cama y estés abajo desayunando, cariño.
Salí de su habitación y me dirigí a la de Sarah, quién, naturalmente ya estaba despierta.
—Buenos días, Sarah.
— Buenos días, Elsa. — dijo mientras se peinaba su melena rubia larga en una coleta, que terminó aventando el cepillo de cabello al suelo al no poder hacerla.
ESTÁS LEYENDO
La Niñera. Jelsa
RandomEDITANDO. :) Jackson Frost. Un empresario reconocido tiene la tarea de cuidar de sus tres hijos después de que su esposa los abandonará. El tiene que aprender a cocinar, lavar y estar en dos lugares a la vez, no es nada sencillo pero por arte de mag...