Hoy era el día del baby shower de mi sobrino/a y estaba esperando a que llegara la cuna que encargue por linea. Por suerte la fiesta era ya un poco tarde y alcance a terminar todos mis deberes, ya le había pedido permiso al señor días antes pero creo que lo olvido.
La puerta se escucho y un camión grande bajaba la cunita de un color hermoso tanto para niña como para niño.
— Señorita Arendell, la cunita que ordeno. — cuando la vi me quede en shock estaba preciosísima, la ame.
— Claro, déjela aquí por favor.
Dejaron la cuna dentro de la casa, y firme un papel de recibido, segundos después se fueron y yo me quede mirando la cuna como la cosa mas hermosa que veía en esos momentos, Jack apareció y se quedo estatico en su lugar mirándome.
— ¿Y esa cuna, Elsa?
— Oh, señor no le dije...— interrumpió mi oración y su cara cambio a una de asombro y miedo.
— ¿Usted, no esta embarazada cierto?
Abri los ojos ante la respuesta de Jack, y me quede analizando lo que acababa de decir.
— ¿Que? ¿Es enserio lo que acabas de decir? — solté una risa burlona, eso había sido divertido.
— Es una cuna, por dios elsa ¿Qué quieres que piense? — me seguía mirando con los ojos abiertos y una expresión de confusión.
— Pues no, señor. No estoy embarazada, para eso tendría que hacer algo primero y no.
— Eso se puede arreglar, señorita. — alce la mirada a Jack quien ahora me miraba con cierta picardía, mis mejillas se sonrojaron, baje la mirada tratando de disimular y para mi salvación aparecieron los niños.
— ¡Ya llego! ¡Es hermosa, elsa! — gritaba Sarah mirando la cuna.
— Le va a encantar a tu hermano. — exclamo James.
— Gracias niños.
— Ah, ¿es para su hermano? — Jack levanto las cejas.
— Si señor, es para el, tendrá un bebe hoy es su baby shower al cual asistiré.
— No me había dicho. — frunció las cejas confundido de nuevo.
— Si, lo hice.
— No, no lo recuerdo.
— ¡Vamos papá, es su hermano! — Sarah comenzaba a abogar por mi. — Déjala ir.
— Si papá, no seas malo con ella. — James hizo lo mismo, yo sonreí con inmensa alegría al escucharlos. Jack hacia como que lo pensaba mientras los niños le seguían insistiendo, al final cedió.
— Okey, niños. Elsa tienes permiso de ir. — sonrio haciendo ademan de poder ir.
— Gracias, señor. Muy bien niños, vamos a terminar las tareas y Sarah, ¿me ayudas a arreglarme nena?
— ¡SIII!— Sarah brinco de la alegría. Deje la cuna en la entrada y subí a mi cuarto para arreglarme, pase por un lado de Jack y el rozo mi mano con la de el, lo disimule pero sentí como el mismo paraíso se revolvía en mi estomago.
Llegue a la habitación, y comencé a sacar los vestidos del closet que ya tenia preparados para el día de hoy, solo que no me decía por cual. Al final me decidí por un vestido corto en color rosa palo con unos brillos, ajustado de la cintura y en corte de V en el escote. Unos tacones de aguja en color dorado, y me maquille súper leve pero que se notara, el cabello me lo deje suelto en ondas y Sarah se había encargado de eso.
— ¡Wow, elsa quedaste hermosa!— mire a Sarah por el espejo y si, no me miraba nada mal.
— Gracias a ti nena. Me dejaste el cabello precioso. — le sonreí y acomode un poco mas las ondas, ya tenia el cabello demasiado largo pero asi me gustaba. — Me tengo que ir, si no llegare tarde.
Sali del baño donde me estaba arreglando y tome mi bolso, eche un labial rojo que traía puesto, mi teléfono, las llaves de la casa y del auto, y mas cositas que le compre al bebé. Antes de irme, me eche perfume y ahora si. Baje a la primera planta donde estaba James en la sala mirando televisión con Jack aun lado de el, miraban el fútbol. Sarah y yo platicábamos entonces llamamos la atención de ambos hombres quienes voltearon a vernos.
Obviamente yo quería que Jack me viera y ver su reacción, y fue mejor de lo que pensé.
— Vaya elsa, quedaste divina. — mire a james y le sonreí.
— Gracias, cariño.
— ¿Papá, vas a decir algo? o ¿seguirás ahí viendo a elsa con esa cara? — mire a Jack y si, el tenia una mirada perdida en mi, me miraba de pies a cabeza con la boca un tanto abierta, solo observándome como el sabe hacerlo.
— Elsa, quedo preciosa. — baje la mirada ocultando el sonrojo de mis mejillas, pero Sarah me descubrió, y comenzó a hacerme burla. (en buen sentido)
Mi teléfono interrumpió el momento. Era Hans, se me había olvidado por completo el asunto con el, apague el cel cortando la llamada y seguí en lo mío.
— ¿Paso algo, elsa?
— No. Numero desconocido. — improvise. — Ahora si, me tengo que ir, Hombres fuertes aquí presentes, ¿serian tan amables de ayudarme a subir esta cuna a mi auto?
Jack y James hicieron gestos de superioridad alzando los brazos haciendo notar sus "músculos" los de Jack estaban muy definidos y lo pude notar aun estando debajo de esa camisa de mangas largas. Mordí mi labio inferior al verlo hacer eso, pero obviamente en discreto.
Los dos sujetaron la cuna, alzándola para poder subirla al carro. La dejaron en la cajuela pero oh sorpresa, no cabía la cuna en mi carro. Por mas que le hicimos no se pudo.
— No entra elsa. Es demasiado pequeño el espacio aquí. — se quejo James después de intentar acomodarla de todas las formas posibles.
— ¿Ahora que voy a hacer? — me queje haciendo un berrinche, no me podía pasar esto.
— Tranquila, llévate mi camioneta. — Jack saco las llaves de su bolsillo del pantalón.
— No, señor no puedo. — negué con las manos cuando Jack me acerco las llaves para que las tomara.
— Vamos elsa, es la fiesta de tu hermano y la cuna no cabe en tu auto. Toma las llaves y ve, no hay problema.
Lo pensé unos segundos, no quería abusar de la amabilidad de ellos, pero realmente ya iba tarde y si, era mi hermano.
— Okay esta bien, solo por que ya voy muy tarde y ustedes son los mejores.
Jack sonrio y encendió la camioneta, abrió la cajuela y la cuna cupo perfectamente en ella. Sali de la casa ya en la camioneta sin antes despedirme de ellos, regresaría hasta el día siguiente por la mañana. Y eso era lo que me pesaba, que me llevaría la camioneta de mi jefe y la regresaría hasta el día siguiente.
Puse música en el auto para relajarme, y manejar mas agusto. Obviamente mi reggaetón hermoso, sonaba la canción de Bad bunny, la difícil. La comencé a cantar y asi seguí mi camino. Mi teléfono vibro de nuevo, y era Hans, lo ignore y seguí manejando.
Ahora les recomendare música, escuchemos el álbum de bad bunny, por que no jajajaja.
ESTÁS LEYENDO
La Niñera. Jelsa
RandomEDITANDO. :) Jackson Frost. Un empresario reconocido tiene la tarea de cuidar de sus tres hijos después de que su esposa los abandonará. El tiene que aprender a cocinar, lavar y estar en dos lugares a la vez, no es nada sencillo pero por arte de mag...