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Los niños llegaron y comenzaron a contarme de su día. Comieron y subieron hacer su cosas como de costumbre, la noche llego y con ella Jack, el se despidió de alguien pero no alcance en ver de quien se trataba.

Subi las escaleras sin decir nada. Tenia mucho sueño y ponerme a charlar con el señor a estas horas no me daba muchas ganas.

***********

Algo en mi me daba mala espina desde la mañana, no se si era por la curiosidad de conocer al nuevo chofer, el nombre no me dejaba en paz, me daba vueltas a cada momento.

— Elsa, ¿me estas poniendo atención? — mire a Sarah quien me miraba preocupada, baje la taza de café que tenia en mis manos.

— Si, cariño.

— Estas muy rara, en fin ya nos vamos.

— Claro, vamos.

Los lleve a la entrada de la casa, gire para besar despedirlos como siempre y estábamos charlando tranquilos cuando la voz de Jack nos interrumpió

— Niños, Elsa, quiero presentarles a alguien, es el nuevo chofer de la familia. Hans Wilson. — todos giramos a dirección a Jack y cuando aquel hombre cruzo la puerta principal sonriendo, mi pulso se detuvo y sin mas caí al suelo desmayada.

Desperté sin saber que paso, estaba sentada en el sillón y Jack me pasaba un algodón con alcohol por la nariz, yo seguía confundida y mi estomago se revolvió, sentía nauseas y todo me daba vueltas, no podía ser el, levante la mirada buscándolo y el seguía ahí de pie en la puerta mirándome igual como yo, no podía articular palabra pero escuchaba la voz de los niños y de Jack.

— ¿Elsa? ¿estas bien? — mire a Jack y retire el algodón que tenia frente a mi.

— Si, señor, solo tuve una recaída. — dije — Lo siento.

—¿Pero estas bien?¿quieres que le marque al doct? — lo mire y negué con la cabeza.

— No, no, estoy bien, niños va-vamos a-a — mire de nuevo aquel hombre de cabellera negra, — la escuela.

El salió y los niños detrás de el. — Elsa, ¿segura que estarás bien? — mire a Sarah y sonreí.

— Tranquila, estaré bien.

Ellos se despidieron de su padre y yo no podía ni respirar, todo me daba vueltas aun y mejor fui a la cocina por un vaso de agua pero mis pies temblaban. Me recargue en el marco de la puerta con una mano para no caer mientras que con la otra la lleve hasta mi pecho y sin querer el aire me hizo falta, trate de respirar pero mi cuerpo no podía.

— Elsa, elsa... — Jack me sostuvo por la cintura cuando estuve de nuevo por caer al suelo.

— Lo siento, señor, creo que iré a recostarme un momento. —

— Claro Elsa. Te ayudo. — subimos las escaleras y me dirigí a mi habitación en donde Jack me ayudo acostarme en la cama. — ¿No quieres que le hable al doctor?

— No, no es necesario. — dije.

— ¿Qué te paso, elsa? te desmayaste al ver al chofer. — inmediatamente trate de cambiar la situación, no quería empeorar el momento ni la situación.

— ¿que? no, señor no. Solo creo que algo me hizo daño y me desmaye, asi me pasa en ocasiones, pero todo bien. — El me miro a los ojos unos segundos y algo en su mirada sabia que yo mentira pero igual se quedo callado.

— Te dejare descansar, nos vemos al rato. — el salió de mi cuarto dejándome sola, entonces los recuerdos me invadieron y sin querer las lagrimas salieron de mis ojos como una cascada.

— No puede ser, no puede ser... — susurre y lleve mis manos a mi rostro. Me sentía rota de nuevo, las heridas que yo había cerrado hace tiempo, se volvieron abrir y esta vez mas fuerte que nunca.

Trate de calmarme, y salí de mi cuarto,tome a Jane y sali con ella al jardin un momento. Mientras Jane jugaba en el pasto yo tome la pequeña libertad para hablar con mi hermana Ana.

¿Ana? ¿Como estan? ✔✔

— Hola Elsa,, estamos bien ¿Y tu?

— Bien Ana.. ✔✔

— ¿todo bien?

— No, necesito hablar contigo. ✔✔

— Voy para allá.

Guarde el telefono tome a la bebe y camine a la cocina. En unas horas llegarian los niños y Ana ya venia, conociendo a mi hermana llegaría en menos de diez minutos. Y asi fue. El timbre sono y camine rápido abrir y hay estaba mi hermana preocupada, entro y me abrazo y directamente me pregunto. Le pedí que fuéramos a un lugar donde nadie nos pudiera escuchar, y salimos de nuevo al jardín en donde deje a Jane jugar de nuevo.

— ¿Hablas enserio?— dije y las lagrimas salieron de nuevo. — Hijo de puta.

— No sabes todo lo que sufrí, y todo lo que pase para poder cerrar las heridas y ahora todo...— la voz se me cortaba.

— Tranquila, hermana, tranquila. — Ella se acerco hasta mi y me abrazo. — Pero, aun no puedo creerlo. ¿Segura que es el?

— Es el, solo que ahora es pelinegro y se apellida "Wilson".

— ¿Wilson? ¿Acaso estamos escasos de apellidos buenos? Pero elsa, de todos modos eso no puede ser verdad, Hans no puede estar vivo lo enterramos ese día, todos lo vimos tu lo viste, yo lo vi...— Anna rodo los ojos.

— ¿Crees que no estoy igual de sorprendida y confundida que tu? y lo peor de todo es cuando lo vi me desmaye y los niños y el señor estaban ahí. — Anna abrió los ojos sorprendida.

— Y como no, ver a tu ex supuestamente muerto frente a ti debe ser muy fuerte y lo mejor de todo es que el cabron tuvo los pantalones de trabajar en el mismo lugar que tu. —

— Anna, Hans esta vivo, y yo lo vi. —

— No puedo, elsa no puedo procesar todo ahorita. —

— Si no puedes tu, ¿te imaginas yo? Todo este tiempo pensando que estaba muerto, todo este tiempo sufriendo por el y cuando por fin pude salir de todo, el vuelve y resucitado como si nada. — me dolía el alma.

Anna iba responderme cuando la puerta principal se abrió, nos levantamos para ver quien era y había entrado Tiana con algunas cosas, tenia trabajo que hacer y Anna igual y por mas que quisiera seguir con ella no podía, me despedí de mi hermana y me calme no podía dejarme caer, no otra vez.

La Niñera. JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora