El fin de semana llegó y hoy también llegaba la abuela de los niños. Desde muy temprano se habían levantado alistando todo para la llegada de su abuela.
— ¡Elsa, elsa, elsa...!— Sarah corría detrás de mí. — ¿Haz visto mi vestido azul? no lo encuentro por ningún lado. — la mire, ella revolvía su armario y sacaba ropa hasta de las paredes de esta. — ¡Lo necesito!
— Sarah, querida tranquila. — la tome por los hombros y la hice mirarme. — Tu vestido azul esta colgado a un lado de tu cama.
Ella miro a dirección de su cama y efectivamente ay estaba el vestido azul que tanto buscaba. Sonrió y corrió hasta el.
— Gracias, elsa. — lo tomo y corrió al baño para cambiarse, entonces comencé a acomodar la ropa que ella había sacado con mucha prisa de su closet. En esos momentos entro James para ayudarlo a acomodarse la camisa.
— Elsa, ¿me ayudas? — se acercó a mi, acomode su cuello de la camisa y abroche un botón que faltaba igual lo ayude con los botones de las mangas, para que la camisa se viera mas elegante, se veía muy guapo mi querido James.
— Quien diría que un buen baño, las personas se ven muy diferentes. — bromeé y los dos reímos.
— Elsa, ayúdame con mi cabello por favor. — mire a Sarah que salía del baño con ese hermoso vestido azul.
— Ven cariño. — comencé a cepillar su cabello. — James, ve por Jane por favor.
Seguí peinando a Sarah hasta acomodarle el cabello suelto con unos pasadores sujetando unos mechones de su cabello.
— Te vez preciosa. — la mire sonriéndole. Ella sonrió y se miro al espejo. Llego James con Jane en brazos. — Se miran tan bonitos, me los quiero comer. — dije dulce mientras los veía.
Antes de poder decir algo el timbre de la puerta se escucho en la casa, Jack apareció en la entrada del cuarto mirándolos.
— ¿Listos niños? llego la abuela.
Los dos se miraron y sonrieron.
— Muy bien niños Frost, bajemos.
Yo cargue a Jane, y baje con ellos hasta el primer piso, estaban demasiado nerviosos y contentos de ver a su abuela. Y los comprendo, cuando yo voy ver a mis abuelos me comporto igual o un poquito mas infantil.
— ¿Dónde están mis nietos favoritos? — se escucho en la sala, entonces los dos corrieron hasta aquella mujer de cabello blanco y vestido café elegante, no era lo que pensaba, ella estaba en buena forma y tenia mas energía que todos nosotros juntos.
— ¡Abuela!
Me quede a unos centímetros de ellos con Jane aun en brazos, después de que la señor abrazara a los niños mas grandes busco a Jane. Después me miro y una cara de asombro apareció yo me asuste, tal vez no le había dado buena impresión y eso me preocupaba.
— ¿Y tu quien eres? —pregunto curiosa sin apartarme la vista, quise presentarme pero Jack se adelanto.
— Es Elsa, mamá la niñera de mis hijos. — sonreí y me acerque para estrechar su mano.
— Un gusto señora Frost, Elsa Arendell, niñera, cocinera, guardaespaldas y amiga de sus nietos. — exagere en mi presentación lo admito, pero que mas da. Ella estrechó mi mano y me seguía mirando, no me quejaba puesto a que ella es la madre de mi jefe y su opinión es importante.
— Un gusto señorita Arendell, soy Celeste Frost, la madre de Jack. — se presento y yo asentí, una sonrisa se formo en su rostro aunque fue casi imperceptible.
— Abuela, ella es genial nos ayuda con todo ¡es increíble!. — hablo la pequeña Sarah, llevándose la mirada de su abuela, que aun seguía un tanto confundida e indecisa.
— Si abuela, elsa ah sido una gran amiga para nosotros, nos acompaña a mis partidos...— ahora hablo James, pero fue interrumpido por su hermana.
— A mis clases de porristas...— Su abuela los veía alternativamente mientras ambos chicos les contaban las grandes aventuras que hemos tenido en este corto tiempo.
— Pues Elsa, mis nietos han dicho maravillas de usted...no dudo que todas sean verdad. — Sonreí.
— No lo dude señora. — respondí.
— Mi querida Jane, ¡ya que grande estas! — se acerco para cargarla y se la entregue, ella contenta de ver a su abuela, yo seguía sonriendo, mi mirada se desvío hasta Jack quien me miraba con una media sonrisa de lado.
Sentí como todos los intestinos se movieron y mi corazón comenzó a latir de una manera rara, sus ojos azules oscuro me miraban con ternura y se fijaron en mis ojos, su aspecto serio y elegante me imponía de una manera impresionante, causándome miles de ideas en mi cabeza que no son dignas de decir en voz alta, a menos que sea en una habitación de cuatro paredes únicamente.
¡Vamos elsa, concéntrate! Esta la abuela de los niños presente.
— Vamos abuela, te llevaremos a tu habitación.
James cargo una de las maletas de su abuela mientras que Jack cargo la otra, la abuela y los niños subieron primero y Jack detrás de ellos.
— Si no te molesta me gustaría hablar contigo en mi despacho en una hora. — Hablo Jack mirándome mas cerca que antes y mirando de paso mis labios, subió con ellos y yo me quede ahí temblando de la emoción y de nervios. Esto cada día mas subía mas de intensidad y me gustaba.
Camine a la cocina tropezando con los tacones de lo nerviosa que andaba, abri la puerta recorrible y entre, adentro estaba Tiana y Tadashi platicando.
— Oh, hola elsa. ¿Cómo estas? — mire a Tadashi, se comía una manzana reclinado en la esquina de la mesa mientras Tiana cortaba los vegetales para la comida.
— Tad, hola bien, gracias. — respondí.
— ¿Ya llego la abuela? — mire a Tiana.
— Si, hace unos minutos de echo. Ahorita la llevaron a su habitación y...— en mi mente paso las palabras de Jack y su mirada.
— ¿y...? — pregunto Tadashi quien seguía comiendo su manzana.
— Y nada. No se que harán mas tarde.
Nos quedamos en silencio unos segundos, solo se escuchaba el ruido del cuchillo cortando los vegetales. Tadashi iba a hablar cuando mi teléfono sono.
— Lo siento, tengo que contestar. — salí al jardín y respondí la llamada. — ¿si?
— Elsa, soy yo, Hans. — rode los ojos. — No me cuelgues por favor.
— ¿Qué quieres? — respondí de una manera brusca, de verdad ya empezaba a odiar tan solo escuchar su voz.
— Hablar, por favor hablemos, dame la oportunidad de hablar...— no se que tenia ahora esa pregunta, era algo diferente, tenia algo que me causaba curiosidad en esta ocasión, sabia que podía lamentarlo después pero la vida se vive una vez.
— Hoy, después de las diez nos vemos fuera de la casa de los Frost.
— Gracias, si quieres nos vemos en el restaurante que esta por aquí cercas.
— De acuerdo. — colgué la llamada y eche un vistazo al jardín, del otro lado estaban los niños y su abuela junto con Jack quien divago con la mirada y dio conmigo, ignore su mirada y entre a la casa.
— ¿todo bien, elsa? — Pregunto Tiana asentí.
— Si, tengo algo que hacer, ahorita regreso.
Sali de la cocina y subí a mi habitación, necesitaba procesar todo lo que le diría a Hans de una vez por todas para acabar con esto.
Holaaaa, espero disfruten mis historias, tanto esta como la de Enamorado de Elsa Arendell, les quería comentar algo, tengo una historia casi completa en borradores pero no se si publicarla puesto que no es de Jelsa ni nada de esto, pero quisiera saber si contaba con su apoyo para que la leyeran :( Se llama Amor y Dinero y esta buena jaja, ustedes díganme. ;)
SERIE/PELICULA RECOMENDADA: La Leyenda de la Llorona.
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La Niñera. Jelsa
SonstigesEDITANDO. :) Jackson Frost. Un empresario reconocido tiene la tarea de cuidar de sus tres hijos después de que su esposa los abandonará. El tiene que aprender a cocinar, lavar y estar en dos lugares a la vez, no es nada sencillo pero por arte de mag...