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Matt

Dejo atrás el cine. Después de clases Ángela y yo decidimos ver una película. Insistí en ir en la tarde y no en la noche. De seguro Jack se cansó de esperar por mi.

Estaciono el auto en el garaje de mi casa y subo las escaleras rápidamente hasta mi habitación. Corro la cortina para tener visibilidad al interior de la habitación de Jack. El televisor está encendido. La puerta de su habitación se abre dejándola visible. Carga en sus manos un boul con palomitas de maíz.

La película seguramente está en reproducción hace más de una hora. Cambio mi camisa y trepo el árbol. Llevó mis manos al inicio de la ventana corrediza, pero está cerrada. Golpeó la persiana dos veces y me deja pasar. Regresa a la cama a comer sus palomitas de maíz.

-Lamento la demora.- me acuesto a su lado llevando una mano al boul repleto de palomitas de maíz. El olor a mantequilla y queso se expande por toda la habitación.

Se encoge de hombros sin responder nada. Está molesta, puedo sentir la tensión entre ambos.

Recuerdo que en el almuerzo se acercó a hablar conmigo, pero Ángela me pidió que dejara de pasarme con ella. Según ella si quiero ser popular debo dejar de lado mis amigos gamers. Jack no es una gamers, pero sí una amante a los superhéroes.

-Ibas a decirme algo en el almuerzo. ¿Vas a decirme?- se vuelve a encoger de hombros. Lleva un puñal de palomitas de maíz a su boca. Jack puede ser orgullosa cuando se lo propone. Si no me dijo antes, no lo hará ahora. La conozco mejor que nadie.

-No es importante. ¿Cómo te va con Ángela?- pregunta naturalmente seria.

-Bien.- respondo sin más. Por un instante me parece ver sus mejillas sonrojadas. Mi ceño se frunce pronunciadamente.- ¿Todo bien?-

-Supongo que verte teniendo sexo en un aula es un poco desagradable.- se pone de pie y apaga el televisor. La película se ha acabado. Eso significa que hace más de una hora que inició.

Mi cuerpo se tensa por su abrupta confesión. Dejo de lado las palomitas de maíz. Me pongo de pie divisando un paquete de disfraz.

-Sí, Mm anoche tuvimos un encuentro algo...- enarca las cejas y pasa por mi lado.

-No quiero detalles. ¿Comiste?- niego con la cabeza.

-Mamá está haciendo lasaña. Vení.- abre la puerta invitandome a salir. Es increíble su rotundo cambio de tema. Evito mencionar algo más respecto a Ángela. Posiblemente termine mandándome al diablo. Eso es típico de ella.

Bajo las escaleras encontrandome a July. Una mujer guapa con grandes habilidades. Ella prepara las mejores galletas de jengibre. Me conciente en todo. Ha preparado lasaña. Mi plato preferido de comida.

-Matt que bueno que estás aquí. He preparado tu plato preferido.-  esboza una sonrisa de oreja a oreja. Jack se sienta primero sirviendo una porción a su plato. Su cabello está más largo que hace tres meses. Discutimos​ para que no cortara sus puntas. Ella insistió y terminó ganado la pelea. Aunque a Jack nunca le gusta perder.

-Sí, me alegra verte. Hacen días que no te veía.- digo.

Me siento delante de Jack. Espero que levante la mirada y sonría como las veces anteriores. En cambio traspasa con su tenedor un trozo de lasaña y come en silencio. Le miro insistente, pero no levanta la mirada. Busco por debajo de la mesa sus pies. Empiezo a pisotearla.

-Asi es Matt. He tenido unos casos extremadamente agotadores. A penas he podido cenar con Jack estos días. ¿Cierto?- Jack toma un largo trago de agua que parece infinito.

La Libertad De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora