Amigos de toda la vida. Un secreto que Jack oculta a las 12:00 a.m. Matt conocerá el verdadero significado de la libertad bajo una cuidad de estrellas. ¿Dos amigos pueden enamorarse?
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Diviso a mi mejor amiga a través de la ventana. Su nombre es Jack. En realidad se llama Jackie Stevenson, pero le llaman por su apodo... Jack. Cruzo el árbol que edifica un muro entre ambos. Cualquiera de los dos trepa las ramas y así nos encontramos. Ingreso a su habitación colorida de azul y rojo con miles de diseños de superhéroes. La puerta se abre abruptamente dejándola a la vista. Lleva puesta una camisa de mangas largas con un logo frontal de Batman. Es algo que la caracteriza. Ama los cómics de superhéroes.
-¿Matt qué tal?- arroja las llaves a su escritorio. Deshace su camisa y luego los jeans. Aunque no lo crean somos así. Nos vemos mutuamente en ropa interior sin problemas. Nuestra amistad prevalece desde los seis años. Poseemos demasiada confianza. Parecemos hermanos. Todos nuestros secretos son perfectos. Jamás salen a la luz.
Era una miniatura cuando la conocí. Soy un año mayor que ella por lo que la protejo como una hermana. Está en mi deber como amigo.
Recuerdo el día que nos conocimos. Fue como si nuestros caminos se cruzaran inesperadamente. Ella corría bicicleta animadamente en un parque de diversiones y me topé con ella. Prácticamente la atropelle. Su voz era aguda y molesta. Chillo enfurecida y tras ver su cabello y sus perfectos ojos le ayudé a poner de pie. Fue ese día cuando descubrí que una parte de mí estaba con ella. Era algo así como mi otra mitad.
Sus padres estaban recién divorciados para aquel entonces. Por lo que su madre compró la casa vecina. Es abogada y mejor amiga de mi madre.
Estudiamos en el mismo instituto y hacemos muchas bromas. Ambos nos entendemos.
-Mm... saldré con Angela.-
-Mm...que bien.- se pone un shorts corto combinado de una camisa de mangas cortas. Su tono de voz no suena convincente. En realidad todas las veces que hablo de Ángela y describo su prefecto color de cabello cambia el tema. Su rostro manifiesta pura seriedad.
Se sienta a mi lado con un libro nuevo de cómics.-¿Saldrán hoy?- pregunta resbalando los ojos en la portada. Ojea el libro y se detiene en una página. La lee en voz baja un hecho que me enoja. Solo quiero su atención. Le arrebato el libro para captar su atención.
-Saldremos en la noche.-
-Bien, pues no tienes que quitarme el libro.- me lo quita de las manos. Ruedo los ojos harto de su actitud. Parece una amiga celosa. -Suerte con la zorrita del instituto. Ten cuidado no te vayas a contagiar. - me pongo de pie airado.
- Ángela no es ninguna zorra.- la defiendo. Me rehuso a aceptar que esas palabras hayan salido de su boca. Ángela es una buena chica. Posee la puntuación más alta del salón. Es popular y además no tiene mala reputación.
-Piensa lo que quieras Matt. Sabes que no la soporto.- se pone de pie arrojando el libro a su escritorio.- Debes irte se hace tarde.- señala la ventana. Le miro indignado.