21

2 0 0
                                    

Matt

Elijo frutas y picadillos para esta noche. Acorde en recoger a Jack a las 6:30 de la tarde. Es tiempo suficiente para preparar mi sorpresa.

Por suerte todo marcha bien. No hemos tenido ningun desacuerdo que nos lleve a una discusion. Estoy seguro de que tendremos, no obstante soy feliz con la euforia del momento.

Recuerdo el rostro de Jack cuando me quité la camisa. Colocó su dedo índice en mi abdomen como si le costara creer que fuera real. Podría haber pasado a más si su móvil no hubiera interrumpido nuestro encuentro. De todas formas me alegra que ese misero obstaculo nos haya detenido. Con Jack todo es diferente. Jamás me gustaría presionarla. A penas nuestra relación florece. No estaría a gusto con un mal acto que perjudicara la relación.

Coloco la canasta con alimentos en el mostrador. La cajera cobra todos los artículos marcando el total de gasto en un dispositivo rectangular cuyos numeros resaltan en verde. Estrecho el dinero aún pensando en Jack.

Me alegra que haya hecho las pases con su padre. De esa forma fortalecerá la comunicación y relación. Será para el bienestar de ambos. Esa es mi meta. Hacer las pases con mi padre antes de Navidad. No quiero vivir sientiendo un nudo en mi pecho. Lo que más anhelo es desatarlo y liberarme de todo aquello que me atrapa.

Un señor de algunos cincuenta años con ojos verdes y cabello canoso hace la fila detrás mío. Por descuido se le safa del bolsillo trasero de sus vaqueros una libretita con la lista de compra. Recojo la libreta cuya corteza es azul y se la estrecho.

-Gracias muchacho.- esboza una sonrisa. Manifiesto un vértigo ligero. Sus ojos me recuerdan a los de mi padre. Realmente son pocos los rasgos que recuerdo. Pero su mirada profunda, ocasiona un efecto en mi casi irreconosible.

-Por nada.- sostengo las bolsas en mis manos dejando atrás a ese hombre. Nunca lo había visto en ningún negocio cercano. Lo cual es extraño, casi nadie pasa desapercibido en estas calles.

Recibo un empujón fuerte.

-Oye- mascullo con fastidio.

-Vaya parece que tenemos aquí al trepador de mujeres.- Jackson pasa la lengua por sus labios marcando un gesto de superioridad.

<<Lo odio>>

- No se llama trepador aquel que tiene lo que nunca tuviste.- aprieta la mandíbula enfurecido.

-Te juro que voy a matarte Matt.- me empuja de nuevo. Las bolsas caen al suelo estrepitosamente. No realizo ningun esfuerzo para impedir que caigan. Al contrario me alegra que las haya dejado caer.  Mi espalda choca contra la pared estrepitosamente.

-Ahora sí que te lo buscaste.-  digo entre dientes. Le devuelvo el empujón llevando mi puño a su pómulo. Tengo que descargar mi rabia. Es un farsante. Finge ser un chico bueno y no lo es. Me golpea el labio provocando que brote sangre. Preparo mi puño impactando su rostro de nuevo. Caemos al suelo rodando por el suelo. Los compradores hacen un círculo a nuestro alrededor.

-¡Jackson basta!- el señor de hace unos minutos agarra a Jackson por su remera para apartarlo de mí. Me pongo de pie con la respiración entrecortada. Nos miramos con odio y coraje. Sé que aún no ha acabado. El coraje entre ambos es predecible.  -¿Qué pasa con ustedes?-

-Nada solo teníamos ganas de arreglar un par de discrepancias.- responde Jackson con la nariz en un mar de sangre. 

-Pues no es el modo ni el lugar.- empuja a Jackson con frenesí. El señor parece estar realmente cabreado. Jackson me señala con su dedo índice.

-Te juro que recuperaré a Jack.-

-Nunca fue tuya.- forcejea en los brazos del señor.

-Jackson controla tu mal humor. Vámonos y no te metas en más problemas. Es suficiente.- me toma por sorpresa que obedezca. Sube al auto con ese señor desconocido. No se parecen en nada físicamente así que descarto la posibilidad de que sean padre e hijo.

La Libertad De Un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora