Universo alterno.
Basada en la película "American Assassin" donde Dylan era un civil hasta que un ataque terrorista cambió su vida y lo convirtió en uno de los mejores asesinos de la CIA y Thomas sólo es un chico que necesita escapar.
No sabe cuánto tiempo lleva en el gimnasio y tampoco es que le interese, pero cuando sus nudillos empiezan a escozer por usarlos desnudos contra el saco de boxeo vuelve a él un poco de cordura.
No lo entiende.
No entiende cómo un padre puede hacerle algo así a su hijo. Desde el asesinato de Britt había dado por supuesto que esa gente era poco más que escoria, pero ahora... son algo peor, mucho peor. Y Thomas es tan... tan jodidamente inocente a pesar de todo.
Dylan tiene la sensación de que detrás de todo ese coqueteo se esconde una fragilidad que el rubio trata de proteger a toda costa y él no deja de preguntarse por qué. ¿Por ser la mula de su padre? ¿O es que hay algo más? Ahora que se para a pensarlo, ser el hijo de un terrorista no puede ser fácil, menos si no has heredado el lado psicópata... siempre en el punto de mira como posible blanco para llegar hasta Abdel Salâm. Le da un poco de asco darse cuenta de que, al principio, para la CIA y para él mismo, Thomas era precisamente un medio.
En su defensa, Dylan podría decir que se esperaba otro tipo de persona cuando leyó su ficha por primera vez. Un mini terrorista, en realidad. Pero desde el segundo cero le desconcertó lo diferente que es Thomas de la idea preconcebida que tenía. Hay algo en él que lo confunde, algo que no veía en nadie desde Britt...
- ¿Planeas quedarte sin manos, chico?
- No, señor - responde, rescatado bruscamente de sus pensamientos.- ¿Sucede algo?
- Vamos a trasladar a tu nuevo amigo a un hotel.
- ¿Qué...? Pero...
- Thomas asegura que el virus aún no puede propagarse por el aire y tenemos que aprovechar mientras la infección no haya avanzado mucho.
- ¿Aprovechar el qué?
- Dice que van a venir a por él, ya lo sospechábamos desde un principio así que vamos a usarlo a nuestro favor - se encoge de hombros, indiferente.
Dylan traga con dificultad tratando de ignorar las náuseas repentinas.
- Es normal que quiera recuperarlo.
- En realidad... - valora un segundo la probabilidad de omitir la verdad.- El crío no sabe si vendrá a buscarlo o a matarlo. Supone que hará lo que más le convenga en el momento. Si puede recuperarlo vivo con el virus en el organismo bien, pero si no... - hace un gesto nada sutil con su cuello.
Dylan siente que le hierve la sangre.
- Ese cabrón no se lo llevará.
- ¿Serás su guardaespaldas?
Dylan lo asesina con la mirada.
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- Salimos en media hora.
Dylan se sienta delante del espejo, observa absorto las heridas de sus nudillos.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que trato de proteger a alguien y falló... hace años que solo se dedica a arrebatar vidas, no a conservarlas.
