el hotel de londres.

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Thomas vuelve a entrar en el coche con la venda puesta en los ojos y Dylan no abre la boca, no se siente preparado para que sepa que está allí. Que ha tomado la responsabilidad de protegerlo. Así que hasta que no están "a salvo" en la habitación del hotel que Kennedy ha elegido por si  Abdel Salâm decide ir a por su hijo, Dylan no le quita la venda. 

Los ojos oscuros del rubio parpadean, tratando de acostumbrarse a la luminosidad.

- Estás aquí.

Dylan no sabe si son sus palabras, la forma de decirlas o el tono de necesidad que detecta. Pero algo cálido y agradable se instala en su pecho, cerca del corazón.

- Lo estoy.

- Pensaba que... te fuiste tan de repente que... - cierra la boca cuando se da cuenta de que no está diciendo nada coherente.

Dylan se encoge suavemente de hombros.

- El interrogatorio ha durado toda la noche y está amaneciendo. Deberías dormir algo.

Dylan deja la tela en cualquier parte. Thomas se fija entonces en sus manos y en la sangre que mancha las vendas mal puestas. Se pone de pie y va hasta él, asegurándose de que Dylan lo percibe para no recibir un movimiento defensivo por puro acto reflejo.

- ¿Estás bien? - coge su mano con suavidad, Dylan siente un choque eléctrico cuando sus pieles entran en contacto por lo que la aparta con brusquedad, pero Thomas vuelve a tomarla y retira los vendajes, acariciando con suavidad las heridas.- ¿Cómo te las has hecho? En el interrogatorio no las tenías - coloca los trozos de tela y comienza a vendarle las manos de forma correcta.

- Ha sido un accidente - se encoge de hombros, no tiene fuerzas suficientes para alejarse del rubio, así que se deja guiar hasta sentarse en la cama.

- Dylan, yo también sé detectar cuándo mientes.

Sube los ojos, sorprendido, es la primera vez que lo llama por su nombre. Atrapa entre sus manos heridas las contrarias y las mira con distracción: manos ásperas de dedos largos, llenas de pequeñas cicatrices que llaman su atención porque algunas son diminutas quemaduras circulares.

- Thomas, esto...

- Tienes razón, será mejor que me vaya a dormir - le da un apretón suave antes de levantarse e ir al baño para asearse.

Dylan lo sigue con la mirada hasta que desaparece.

Asesino #DylmasNewtmasAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora