tercer día iii

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Horas más tarde, Dylan está sentado en la sala de interrogatorios delante de su prisionero que, finalmente, comienza a despertar. El hombre parpadea varias veces para aclarar su visión y sus ojos se clavan en la figura del asesino.

- ¿Qué...?

Primer puñetazo. El desconocido suelta un quejido.

- Yo pregunto, tú respondes.

Dylan observa los rasgos del hombre delante suya y no puede evitar compararlo con uno de los animales más inmundos del mundo.

- Veamos, Rata, sólo hay una manera de que salgas vivo de aquí.

- ¿Cuál? - escupe sangre sobre el suelo.

- Una cura para El Destello.

- ¿Qué? - el prisionero sonríe incrédulo con los dientes manchados de sangre. Dylan clava el bisturí que tiene en la mano en la rodilla del contrario y la Rata grita.- ¡JODER!

- La cura, he dicho.

- Maldita sea - grita de nuevo cuando Dylan comienza a urgar en la herida con el bisturí, cortando más piel.- No hay cura, El Destello se desarrolló para ser un virus letal.

- Soy consciente de eso, pero también sé que nunca se crea un virus sin un antídoto por la pequeña probabilidad que existe de que la cepa se libere accidentalmente en el laboratorio.

La Rata coge aire.

- No hay un antídoto porque la solución es más fácil de lo que parece.

- Sigue hablando o te rajo la otra rodilla.

- ¿Por qué estás tan desesperado? Aún tenéis al huésped así que Abdel Salâm no ha podido liberarlo.

Dylan saca la pistola con rapidez y le pega un tiro en el hombro.

- ¡Dijiste la rodilla!

- Mentí - se encoge de hombros.

- Me cago en la puta - masculla sin querer girar a ver la herida y la sangre que mana de ella.- El virus sólo ataca a las personas que son munes a él.

- ¿Quieres decir que hay personas que tienen una inmunidad natural al virus?

- Por supuesto, ¿cómo crees entonces que se haría el control de la población sin cargarnos a la raza humana en el proceso?

Dylan decide obviar el tono sarcástico porque su instinto le pide matarlo y está claro que no puede hacerlo aún, necesita más información. Su cabeza trabaja a toda velocidad.

- ¿Cómo sabéis quienes son inmunes?

- Con la exposición a la sangre.

- ¿Y si no la has tocado?

- No hay que tocarla. La sangre libera toxinas que se propagan por el aire.

Algo hace click en la cabeza de Dylan y la alarma debe reflejarse en su rostro.

- ¿Hace cuánto? - pregunta la Rata.

- ¿Qué?

- ¿Hace cuánto que sangró el hijo de Abdel Salâm?

- Unas seis horas, más o menos.

- Si no has comenzado a sangrar ya es que eres inmune. En realidad, el virus tarda en desarrollarse en el primer huésped. Después, una vez que se expande, cada vez crece más y más rápido.

- ¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en la atmósfera?

- Veinticuatro horas si las condiciones son buenas, necesita un huésped.

Espera que Kennedy esté lo suficientemente atenta para saber lo que eso significa, tiene que sacar a Hurley de la misma habitación que Thomas cuanto antes.

- ¿Y la cura?

La Rata lo señala con sorna.

- Tu sangre, la cantidad depende de lo avanzado que esté El Destello.

- ¿Mi sangre cómo? ¿Hay que sintetizarla en un suero o algo así?

- No, sólo es necesaria una transfusión*.

- Bien.

Dylan se pone de pie y sin más ceremonia le parte el cuello.

*quiero aclarar que #TDC es el único libro de la trilogía que no he tenido el valor de releer. Sé de sobra que no hay cura posible para el destello, pero yo necesitaba una y esto fue todo lo que se me ocurrió. No tengo idea de si coincide o no con algo del tercer libro así que supongo que me disculpo de antemano por ello.

Asesino #DylmasNewtmasAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora