*Gerard*
Supongo que conduje el trecho restante en piloto automático, porque cuando volví a tener consciencia de mi cuerpo me encontraba ya estacionado frente a mi complejo de departamentos.
Bajé del auto, todavía sintiéndome un poco mareado, y caminé pesadamente hasta el ascensor, apretando distraído el botón para subir al noveno piso. La reunión con Frank me había dejado completamente perplejo, no había esperado en absoluto una despedida como esa.
Esbocé una sonrisa embobada mientras introducía la llave en la cerradura de la puerta, entrando luego a mi departamento sintiéndome como si flotara en lugar de caminar. Había sido realmente un reencuentro maravilloso, como si los cuatro años distanciados no hubiesen existido jamás, todo se dio entre nosotros de una forma tan simple como respirar, sería estúpido intentar negar que la química que habíamos tenido seguía intacta aún después de tanto tiempo. Entré en mi dormitorio con la cabeza entre las nubes, pensando en Frank como si fuera un adolescente enamorado, apoyándome en la puerta para cerrarla, de espaldas a la habitación.
- ¿Por qué tan feliz? – me sobresalté al notar que no estaba solo, y me giré de un salto hacia la voz, descubriendo a Bert recostado en mi cama, hojeando con gesto distraído mi viejo cuaderno de dibujo.
- Amor... – susurré, nervioso - ¿Qué haces aquí?
- Te llamé un montón de veces – respondió encogiéndose de hombros, sin mirarme – como no contestabas pues me preocupé.
- Ah... – murmuré, sintiéndome levemente avergonzado – Estaba ocupado, no escuché el teléfono.
- Me imagino que estabas bastante ocupado – escupió en un susurro, levantándose de la cama y acercándose con gesto molesto hasta mí - ¿qué estabas haciendo?
- Salí con Frank, ya lo sabes – intenté sonar despreocupado, y me alejé de él, rodeándolo hasta llegar a mi cama – teníamos muchas cosas de qué hablar, es mi mejor amigo y no lo veía hace mucho tiempo.
- Claro, claro que sí – asintió lentamente, con tono sarcástico – supongo que tenían mucho de qué ponerse al tanto.
- Oh, por dios, Robert – espeté comenzando a enojarme – no empieces.
- ¿Qué no empiece qué, Gee? – se sentó en la cama, frente a mí, en actitud de absoluta calma, y se estiró para alcanzar la antigua libreta que solía utilizar para dibujar, cuando aún vivía con mis padres - ¿Sabes? Yo también tengo amigos, muy buenos amigos.
- ¿A dónde quieres llegar? – fruncí el ceño hacia él, decidido a no dejarme intimidar.
- A que, por muy buenos amigos que sean, ninguno de ellos me ha dejado dibujarlo, mucho menos desnudo – se volteó a mostrarme una amplia sonrisa burlesca – raro, ¿no crees?
- Si tienes algo que decir, dilo ya – escupí, poniéndome de pie exasperado – estoy harto de leerte entre líneas.
- Pues lo mismo digo, cariño – se levantó, parándose frente a mí y tomando con delicadeza mi rostro entre sus grandes manos – si tienes algo que decir, dilo ya, ¿quién es este Frank y qué tan peligroso es para mí?
- ¡Ya basta, Bert! – susurré, alejándome lentamente de él y mirándolo a los ojos tratando de sonar lo más convincente posible – Es sólo un amigo, ya te lo dije.
- ¡Entonces por qué todos tus dibujos son de él! – exclamó suplicante – Explícamelo, porque no entiendo qué clase de amistad es esa.
- ¿Es que acaso no confías en mí? – inquirí, forzando mi mejor cara de víctima hacia él - ¿Es eso?
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Like a Friend | Frerard
Fiksi Penggemar"Like a car crash I can see, but I just can't avoid. Like a plane I've been told I never should board. Like a film that's so bad, but I've got to stay till the end. Let me tell you now: ¡It's lucky for you that we're friends!"