¿Está bien?

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2.

—Un cortado, por favor.

Pidió la rubia y Harry asintió con su amable sonrisa.

—Enseguida, puedes esperar por un costado. Que tengas un buen día.

Rutland era una de las cafeterías más concurridas por los universitarios en las mañanas, la atención era buena y las chicas siempre iban para ver la hermosura de Harry.

—Deberías platicar con alguna de ellas, en especial con aquéllas que te piden citas... Lo siento pero soy gay y estoy apunto de casarme.

Explicó Tomlinson.

—¿Apunto de casarme?

Preguntó sorprendido su pareja y el otro asintió feliz.

El de rulos pidió un pequeño receso de cinco minutos para poder ir al baño y averiguar el estado de su novio.

"Es un día hermoso en el zoológico, desearía que estuvieras aquí. —L.T."

Rizado sonrió al leer el mensaje y ver la foto que llevaba adjunta, Louis sonreía y posaba junto a una bella jirafa, el animal favorito de Harry.

"¡No puedes hacerme esto! Es hermosa, dale muchos besos por mi parte y a ti también, te amo bebé. —H.S."

Sonrió nuevamente como idiota al leer el mensaje y notar que sonaba como un estúpido pero, así era, un estúpido enamorado.

Volvió a la caja de Rutland y echó a Frank de ahí al ver que no lograba hacer bien su trabajo ya que la gente comenzaba a impacientarse por no ser atendidos rápidamente.

—Buen día, ¿qué desea ordenar?

—Un par de medialunas y jugo de naranja exprimido.

Levantó la vista del ordenador y se encontró con la persona menos deseada.

—Tú. Vete.

Logan.

—Estoy muy arrepentido de todo lo que haya ocurrido, ya no soy esa persona de antes. He cambiado y para bien, siento mucho todo el daño que he causado, la cárcel me ha ayudado a recapacitar.

—20 libras, ve para allá.

Quitó el dinero de mala gana de sus manos y lo guardó en la máquina registradora, la piel se le erizó al verlo allí, frente a él luego de tanto tiempo.

Por más de que el menor se comportara con valentía, era lo que más le faltaba.

En todo el día no pudo quitar aquélla jodida sensación de miedo que le había causado volver a ver al tipo que tanto daño había causado.

El pasado no merece tu recuerdo.

Las palabras de su madre al recién mudarse a Doncaster aparecieron en su mente y una sonrisa amaneció en su rostro.

Tomó el bus que lo dejaba en la estación a unas cinco calles del departamento que compartía con el supuesto amor de su vida.

No le apetecía caminar tantas calles pero el presupuesto no llegaba para viajar todos los días en taxi o comprar un automóvil para él.

Al llegar se encontró en la entrada con el castaño que tanto le atraía.

—¿Nuevo por aquí?

Bromeó el ojiazul.

—Recién conociendo la zona se podría decir.

—¿Departamento?

—13B —respondió dirigiéndose al ascensor junto con el mayor, allí adentro, procedió a presionar el número trece— ¿Y usted?

They just still in love » Larry Stylinson - 2da parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora