They just still in love » Larry Stylinson - 2da parte

Amar puede remendar tu alma.

12.

Lo más que podía hacer el castaño en clases era ver al frente y perderse en algún punto fijo de la pared, su mente no dejaba de maquinar cosas y ni siquiera podía prestar atención a las palabras que salían de la boca del profesor de historia universal aunque tampoco le interesaba saber porque, ¿para qué utilizaría la historia en ingeniería electrónica? Que alguien me explique el sentido de esa asignatura porque imposible de entenderlo. Sacó el celular de su bolsillo para ver la hora y aún faltaban treinta y cinco minutos para el final de la clase. Si la universidad se incendiaba era una gol de media cancha, definitivamente. 

Su mirada azul se desvió hacia el dedo anular de su mano izquierda, sonrió al ver la bonita alianza que descansaba allí. La quitó para poder observarla con detenimiento aunque lo hacía cada día al despertarse. ''Harry'' Leyó su voz interior, amaba llevarlo con él cada segundo de su vida, le hacía recordar cuanto lo amaba. 

El viejo, perdón, profesor, estaba casi durmiéndose sobre la silla de su escritorio, ¿cómo podría estar a cargo de una cátedra de éste nivel? Esta parecía una clase de secundaria, todos reían y charlaban a los gritos y el profesor no prestaba ni cuenta. En otro momento a Louis le hubiese causado molestia pero fue todo lo contrario, se absorbió en su asiento y buscó sus auriculares. 

''¡Pero puedes largarte!'' Gritó su subconsciente, claro que podría largarse, claro que tenía razón pero a él no le importaba, parecía un pequeño niño esperando por su madre a la salida, se sentía una hormiga en una ciudad repleta de monstruos y no podía hallar un porqué. ¿Será que extrañaba sentirse amado? Es decir, él era amado, sabía que Harry lo amaba y con locura, pero necesitaba que lo demostrara. 

Su celular vibró sobre su miembro y eso lo hizo reír. Un mensaje. 

''¡Lou! ¿Estarás en casa hoy? Necesito tiempo de calidad con mi hermanito. —P.T.'' 

Louis volvió a reír al leer el mensaje de su hermana, lo había llamado ''hermanito'' cuando él era el mayor.

''Sí estaré en casa, te espero a las cinco para el té. —L.T.''

—El proyecto de fin de semestre continúa en pie, ¿te unirás a nuestro grupo?

Consultó Skyler mientras se apoyaba sobre su pupitre, resaltando su escote. Louis, aturdido, quitó sus auriculares mientras trataba de dirigir su mirada a otro lugar que no fueran los pechos de su entregada compañera.

—Me encantaría pero en realidad no tengo tiempo y no necesito crédito extra así que estoy bien.

Informó el de orbes azules desinteresado, odiaba la soltura de esa mujer. Era totalmente patético que, por tener una buena delantera, la hiciera pública. Él admitía que de vez en cuando le hechaba vistazos a alguna que otra mujer pero no a Skyler, no, que repugnante.

Quitó su mirada de su compañera que aun trataba de hacer que el castaño hiciera contacto visual con sus pechos y la dirigió al profesor que dormía placidamente, volteó a ver el reloj y faltaban veinte minutos, se fijo en su anillo y sonrió.

Voló casi por los pasillos hasta llegar a su departamento donde era obvio Harry estaría porque hoy era su día libre.

Al entrar se encontró con su novio recostado sobre el sillón bebiendo una atractiva taza de té mientras sonreía a un libro, bastante normal de su parte.

Louis se dejó caer a su lado con pesadez y fue dirigiendo lentamente su cabeza al hombro de su novio, estiró su mano hasta alcanzar los dedos del anteriormente mencionado y las manos de los dos encajaron a la perfección, sus miradas se cruzaron, desatando la más bonita guerra del mundo.