Cuánto amor hay en tus brazos, cuánta paz me das.

1K 79 11
                                    

16.

Louis besó la frente de Harry cuando lo vio durmiendo plácidamente en su pecho. Lo observó por largo rato mientras peinaba su algo enmarañado y largo cabello.

—Lou, no te vayas.

Pronunció en un pequeño sollozo y el castaño lo arropó para meterlo en sus brazos y brindarle seguridad.

—No me iré nunca, cielo.

El reencuentro luego del mes había sido demasiado emotivo, el joven de rulos lloró hasta el cansancio en el aeropuerto y luego lo hizo hasta quedarse dormido en el departamento. No había porqués. Sólo había extrañado a Louis horrores y aunque lo tuviera con él, se sentía como si aún continuara solo.

El amanecer en Doncaster nunca fue tan espléndido, los rayos de sol se colaban claramente por las rendijas de la ventana.

Su celular vibró en la mesa de noche y cayó en la cuenta que ya no podría volver a dormir.

"Qué bonito es tenerte devuelta en Doncaster, amor. Te he echado de menos, bueno, te HEMOS echado de menos. El puto de tu novio también lo hizo. Vi como lloraba anoche en el aeropuerto, ¿en serio se puede ser tan gay? Qué pena que tengas que enfrentar eso, LouLou. — JAX."

Louis sintió ganas de llorar hasta que las lágrimas se convirtieran en ácido y sus ojos terminaran hervidos. ¿Él nunca iba a poder ser feliz?

"¿Qué rayos quieres de mí, O'connor?"

Respondió algo aterrado y sintió como Harry se removió bajo sus brazos. Miró su desnudo torso y encontró algo de saliva en el pero en realidad no le interesaba, era de su bebé.

—Buen día, LouLou.

Saludó el rizado depositando un beso en su pecho.

—Buen día, mi cielo. ¿Cómo has dormido? Tienes los ojos algo inflamados, no te esfuerces demasiado.

—Estoy bien, ¿y tú? ¿Qué hora es? ¡Por Dios, tengo que ir por el desayuno!

Louis lo tranquilizó con un beso en su sudorosa frente.

—Será mejor que tomes un bonito baño mientras preparo el desayuno, no te preocupes por nada.

Él se encargó de la comida más importante del día como había prometido. Cuando volvió a entrar a la habitación, se encontró con un Harry triste, con sólo ver su aspecto parecía ser la persona más desdichada que haya pisado el planeta tierra.

–¿Qué sucede, cariño?

Preguntó Louis tratando de quitar cualquier rastro de lágrimas del rostro de su pequeño amado.

–¿Por qué jamás mencionaste los mensajes que Jack te enviaba?

Sintió su piel helarse al oír las palabras que salieran con dificultad de la boca del rizado, no sabía cómo responder.

–¿Por qué revisas mis cosas?

Elevó la voz el ojiazul, extrayendo el celular de las manos a su novio.

–¿En serio crees que ésto es un chiste? Jack te ha amenazado por largo tiempo y tú ni una palabra, ¿de qué crees que va todo esto? Somos una pareja.

–Déjate de planteos y vayamos a desayunar. 

El castaño se dio la vuelta para salir de la habitación y su compañero lo miraba indignado desde la cama, ¿cómo había sido posible que él haya aguantado todo éste tiempo? La cantidad de mensajes que esa basura le había enviado a Louis eran incontables y ni una palabra había salido de su boca. Bueno, no era el único que había resistido.

They just still in love » Larry Stylinson - 2da parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora