Me Gusta Ésa Azabache || Marigami

UN

Eran las 5:00 PM y sus clases de esgrima habían concluido, teniendo que ir a cambiarse a los vestidores de los chicos, mientras que ambas azabaches a los de las chicas. Era evidente de que recibió uno que otro comentario morboso debido a que ahora tenía dos pegues parecidos entre sí. Fue inevitable sonrojarse por dichos comentarios.

Pero trató de ignorarlos, así como las críticas que recibía como modelo hijo del más grande diseñador de modas en París. Ya estaba acostumbrado. Y se sentía bien consigo mismo.

-¿Por qué esa sonrisa de bobo, bobo?-Pregunta el azabache entrando a su camiseta sin que alguno de los compañeros de esgrima de su portador lo viera.

-No me digas bobo, tu... Queso... ¿Apestoso...?-Contraatacó, intentando de insultar al minino mientras empezaba a quitarse el uniforme.

-Los insultos no son lo tuyo, bobo.-Dijo negando con su cabeza.-Algo tienes y no es alergia.

-Solo me siento orgulloso de ver el nacimiento de una nueva amistad.-Dijo cerrando su casillero al momento en que se puso su ropa habitual y apretando el agarre de su mochila.-Además, Marinette y Kagami se ven lindas juntas. Podrían de ser de ésas amigas a las que las confunden con parejas.

-Deberías de dejar de ver tus caricaturas lésbicas.-Rodó los ojos, escondiéndose al instante.

-No son caricaturas, Plagg.-Musitó.

-¿Quién es Plagg?

Su corazón latió con fuerza al reconocer aquella voz a sus espaldas. Era Kagami. Si vio a Plagg, estaría muerto. O bueno, expuesto.

-Es... Mi amigo imaginario.-Rió nervioso girándose a ver a la de rasgos asiáticos, quién tenía colgada su mochila de esgrima al igual que la que solía usar de lunes a viernes.-¿Y Marinette?-Preguntó desviando el tema de sus inexistentes amigos.

Las mejillas de la primogénita Tsurugi se tornaron levemente rojas al oír el nombre de la azabache.

-Ella entró al baño. Me dijo que me podía ir...-Suspiró mirando a un lado, algo a lo que el Agreste se le hizo tierno por la reacción de la misma.

Debía admitir que Kagami era linda, al igual que Marinette. Ambas compartían rasgos similares entre ellas. Pero la Dupain-Cheng era la que compartía más similitud con su heroína de motas negras, haciéndolo fantasear con que su compañera fuese su lady.

Pero no. No podía dejar que sus ilusiones le hicieran una mala jugada como para que perdiera el lazo de amistad que había creado con Marinette. No debía ser estúpido y arruinar el año de amistad que tiene con ella.

-Ella es muy agradable.-Oyó decir a la Tsurugi.-Tiene un carácter fuerte en la esgrima.

-Créeme que ni siquiera yo lo sabía hasta hace una semana.-Respondió recordando cómo con facilidad pudo ganarle con un par de estocadas.-Tengo entiendo que en un par de semanas ambas tendrán un combate para ver quién se queda con el puesto en la clase.

Ella tragó levemente y suspiró apartando la mirada del de los ojos esmeralda, desconcertandolo por su reacción tan repentina y brusca.

Trató de acercarse pero ella se giró rápidamente.

-Me tengo que ir.

Y sin más, la jovencita de traje rojo se retiró a paso apresurado al portón para pasarlo y desaparecer a la vista del modelo Agreste.

-¿Por qué reaccionó así?-Murmuró para sí mismo.

-Rubio tenías que ser...-Oyó decir a Plagg, algo a lo que él gruñó.

(*)

-No más distracciones, Kagami.-Se dijo a sí misma mirándose al espejo.

Se mordió el labio mientras oía el estruendoso ruido que ocasionaba el agua de la ducha al estamparse con fuerza al azulejo del baño.

Se miró neutra ante el cristal, analizando cada parte de su propio rostro, sintiendo su corazón latir rápido al ver que cada parte del mismo le recordaba a aquella azabache de ojos azules.

-¡No!-Exclamó.

Apretó la mandíbula al sentir el impacto de sus palmas contra el granito blanco y negro, viendo cómo tomaban un honor rosado casi rojo ante la fuerza aplicada.

Levantó la mirada analizándose semidesnuda, viendo su piel lechosa cubierta por una que otra mancha café y por las prendas acuosas interiores.

-Te gusta como amiga... Sí.-Se dijo a si misma con el ceño levemente fruncido.

Dio un largo suspiro y empezó a quitarse las prendas restantes para después meterse a la regadera.

•••

Read you later (?

-May.