-Hemos llegado, señorita.-Habló su chofer llamando su atención.
Asintió en respuesta y salió de aquél automóvil rojizo, para así cerrar finalmente la puerta tras de ella y ver cómo su transporte desaparecía junto a los otros vehículos de la calle.
Resopló y fijó su vista en una pequeña hoja seca que pasó cerca de su rostro, viéndola cómo caía por el suave movimiento del viento de otoño.
Ése día era sábado, uno de los únicos dos días de la semana que podía descansar de ser Kagami Tsurugi, hija y nieta del gran legado que su familia tenía en esgrima, y ser solo... Kagami, una chica adolescente con problemas de comunicación familiar y amorosos.
-¿Amorosos?
Negó.
No. No tenía problemas amorosos. Nunca. Jamás.
Metió las manos a los bolsillos de su abrigo rojo, sintiendo el calor que este le proporcionaba al momento en que las palmas de sus muñecas empezaban a sudar un poco.
Caminó unos metros y se sentó en un banco que se encontraba debajo de los árboles, teniendo enfrente una fuente de agua que estaba en función con una que otra hoja marrón.
Una hoja en particular le llamó la atención. Era de un tono rojo tinto con manchas cafés; al parecer había llegado su momento de caer junto al resto sobre el agua de la bella fuente en otoño.
Pero no cayó sobre el agua.
Cabello.
Corto.
Coletas.
Azul.
Azabache.
¿Era Marinette?
—¡Salgan de aquí! ¡Alerta akuma!
No; no era su amiga.
Era la heroína de París.
Ladybug.
—¡Kagami! ¡Sal de aquí!—Exclamó Chat apareciendo en la escena, esquivando el ataque del akuma.
Pero ella no se movía.
Se quedaba viendo con atención a la chica de motas negras.
Ésa flexibilidad.
—¡Kagami!—Gritó ésta vez Ladybug.
Perfectos movimientos.
—¡Huye!
Perfecta cordinación.
—¡Chat, encárgate!
—Entendido, Ma Lady.—Respondió el felino tomando control de la situación.
Perfecta condición física.
—Toma mi mano, te llevaré a un lugar seguro.—Le habló la enmascarada extendiendo su mano, esperando ser tomada.
Perfectos ojos azules.
Perfecta azabache.
—Marinette...
Entreabrió sus labios duraznos, cerrando su palma y alejándola un poco ante aquél nombre, sorprendiéndola.
Ladybug era... Tan parecida a Marinette..
No. No debía de pensar de su amiga de ésa manera.
Lo que sentía por ella era... Amistad. Sí.
—Lo siento... Es que tú tienes...
Apartó su mirada del de la de ojos zafiro, guiandola a su mano que le había ofrecido en un principio.
Estiró su muñeca y tomó la de ella, haciendo un poco de atracción; lo suficiente como para acercar el esbelto cuerpo de la heroína.
Con su otra mano acarició su rostro que estaba cercano debido a que ella también disminuyó un poco la distancia.
La de coletas la veía con los ojos abiertos, con un leve rubor que se asomaba bajo la máscara.
La palma de la esgrimista viajó a su cabello azul oscuro, acariciándolo de la misma manera y sacado la hoja roja que el otoño había proporcionado.
—... Una hoja seca en tu cabello.
La heroína parpadeó un par de veces antes aquél comentario, tratando de asimilar toda aquella escena.
—¡Ladybug, el akuma!—Le llama Chat Noir al momento en que el akuma escapa del parque casi desierto salvo por ellos.
Negó un par de veces y borró en su totalidad la cercanía de ambas, haciéndose para atrás y tomando su icónica postura para combatir los villanos.
—Busca un lugar seguro.
Y dicho eso, fue en busca de aquél villano seguida de su fiel compañero de cuero negro.
Quien no pasó desapercibido la romántica escena entre ambas muchachas de cabellos oscuros.
—Maldición.—Murmuró.
No.
No estaba celoso.
¿Verdad?
... Cuán equivocado estaba.
•••
Read you later (?
-May.
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Me Gusta Ésa Azabache || Marigami
Fanfic¿Quién es la famosa chica de la que tanto hablaban en la secundaria? Aquella linda, amable y un poco torpe. ¿Quién era ella? ¿Quién es Marinette? Es sólo una buena amiga; le había dicho aquél chico fuera del Louvre. Vamos, no siempre la primera impr...