Capítulo diez.

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El corazón corriendo un maratón en su pecho, la sonrisa tirando en su rostro y la confusión bañando cada uno de sus pensamientos, pero aún así, Harry no dejaba de reír levemente por las ocurrencias de Louis.

Era su tiempo libre, el que tienen antes de músico-terapia, y Harry se había encontrado solo y sentado en el banco del jardín trasero. 

Liam estaba con Niall y Hope, y Harry había quedado sólo con sus pensamientos mirando el césped. Él no pudo evitar pensar en Louis, no pudo evitar pensar en su extraña personalidad y actitud, tampoco evitó la imagen de la sonrisa del castaño. 

Era extraño, porque si alguien te ha hecho sufrir de alguna manera, lo menos que pasaría es encontrarte en soledad pensando en esa persona tan... amablemente. Podría pensar en porqué Louis era tan cruel, en porqué Louis fingía tanto; pero él sólo pensaba en las sensaciones que Louis le hacía sentir al estar cerca, en la perfecta forma de su nariz. Todo era Louis y eso le asustaba demasiado. 

Casi ni se inmutó cuando alguien se sentó a su lado, pero sí que lo hizo en cuanto el brazo ajeno se pegó al suyo. 

Casi cae del banco al sentir todo eso. 

Harry había notado que Louis estaba de buen humor durante el desayuno, también lo notó en el almuerzo; pero él nunca supo que ese buen humor era tan grande como para tener ahora mismo a un Louis mirándolo sonriente a su lado.

Quiso mirarlo desconcertado, con el ceño fruncido y los ojos cuestionantes; pero no logró más que una sonrisa en respuesta. Porque él no era un chico duro y menos aún podía serlo con el angelical rostro sonriéndole directo a él, a pesar de que el angelical rostro tuviese una actitud tan de demonio.

Podría haberle dicho que se largue y no lo moleste, cosa que tenía planeada hacer, pero su boca se apuró y saludó a Louis con un "Hola" antes que nada. 

Cuando el oji-azul rió tontamente y le respondió con un Hola en su voz tan dulce, Harry se preguntó si éste sufría de algún trastorno de personalidad, quizá personalidad múltiple, aunque no sabía bien cómo funcionaba eso; pero simplemente que Louis esté allí haciéndole compañía y saludando como un niñito no eran para nada normal.

—¿Vienes a recordarme que soy un suicida o hay algo más?— Louis no cambió su expresión, la sonrisa seguía en su rostro y eso fue suficiente para Harry para pensar que Louis no estaba siendo amable en realidad.

—Dios. Qué feo concepto tuyo me gané.—Louis murmuró. La mirada perdida por ahí y los ojos verdes del rizado puestos en su perfil. Y Harry se confundió. —Pero está bien, Diablos. En verdad merezco eso.— Louis murmuraba, Louis estaba raro, Louis tenía algo entre manos. 

—Realmente, Louis. ¿Qué quieres?

Rió en voz alta, a Harry le encantó ese sonido, pero prefirió hacer de cuenta que las sensaciones no estaban ahí, que él simplemente no sentía esos conejos saltando en su estómago. 

—Nada, hey, hombre. Sólo quizá esté algo drogado.

Cuando Harry pudo ver directo a los azules ojos pudo saber que lo que decía Louis tenia sentido, irónicamente. Sus ojos estaban apagados y acuosos, él realmente estaba dopado. 

Harry de pronto se preguntó qué realmente sufría Louis, en qué etapa de lo-que-sea-que-tuviese estaba y si algún día le darían el "alta".

El rizado analizó un poco la situación y pensó que no sería algo malo ni cruel si él tomaba esa oportunidad para sacar información. Quizá hacerle algunas preguntas y eso. Aunque sabía que alguien dopado no era igual que alguien ebrio, él igual no perdería nada. Bueno, sólo quizá Louis recuerde luego que él estuvo entrometiéndose con preguntas personales y le haga sufrir, pero quería arriesgarse.

—¿Porqué estás aquí, Louis?—directo al grano. Así era Harry.

Los azules faroles apuntaron justo a los verdes propios, fulminándolo por un momento, relajándose al instante. 

—¿Alguna vez sentiste que no tenías poder ante nada, que no podías defenderte?— la cabellera rizada subió y bajó en el asentimiento. Sin saber a dónde quería llegar Louis, pero oyendo atentamente. —He vivido en el encierro de no poder ser quién quería ser, quién en verdad era. Fui censurado mucho tiempo, atado al silencio. Pero, en realidad, cuando él se pasó del límite yo tuve que reaccionar. Al principio fue tontera mía, me dejé controlar y él se aprovechó. —tomó un largo respiro y prosiguió:— Pero todo se fue poniendo más oscuro, cada día más pesado. Hasta que quiso pasarse totalmente y...

Louis comenzó a reír, su mirada había comenzado a vagar por el jardin a mitad del relato. Harry se sentía aún más confundido, quizá un poco extraño por todo. Pero Louis ahora estaba riéndose a carcajadas y él no pudo evitar hacerlo también. Porque estaba seguro que el relato no era lo gracioso, pero Louis estaba algo drogado. 

Drogado y loco.

Pero él no juzgaría ahora a Louis, porque sabía que él había sufrido. También sabía, luego de unas charlas con su psicólogo, que las personas eran como eran por acciones de otras. Harry era así como era por cómo lo criaron, por las cosas que había pasado. Él estaba allí todo roto y dolido porque un inútil manejó su auto borracho. Entonces Harry miró a Louis con ojos distintos, porque él también era victima de acciones de otro. 

Uno simplemente no nace malo y cruel. Es la vida la que te hace ser así. 

—Entonces tomé el cuchillo y ¡PAM! puñalada al estómago del desgraciado.

Louis reía. Harry estaba algo, demasiado, horrorizado. Pero la lástima en su mirada no se perdió. 


Oblivion. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora