Oblivion. [Larry Stylinson]

Epílogo.

El café estaba lleno como solía estarlo todos los sábados; en la mañana venían jóvenes a estudiar mientras desayunaban algo, luego aparecían los adultos trabajadores escapándose para un pequeño descanso, a la tarde era tanta la gente que ya no podías identificar a nadie. Solían entrar, ver que estaba todo lleno y tener que irse con cara de desilusión.

Realmente no sabía qué era lo que hacía que la gente amara tanto la cafetería de mamá. Era quizá el ambiente cálido y hogañero, quizá la música que yo mismo elegía y ponía (armaba listas casi todas las noches de canciones especiales para el día, sí, tengo algo de tiempo libre); había escuchando yo mismo a algunos jóvenes decir, chicos de mi edad, que amaban venir aquí por la decoración, algunos otros por los cafés y las tartas, pero en realidad quizá era todo el conjunto lo que hacía que a la gente le atrajera la cafetería "Something".

Cuando mamá me buscó en el hospital, el día en que me dieron el alta, ella me hizo cerrar los ojos y dijo tener una sorpresa.

Uno normalmente esperaría la entrada de casa con globos y carteles de bienvenida, quizá algún pariente que hace mucho no veía y nada más; pero no, no esperas que tu madre te lleve a una cafetería que había abierto hace un mes y que tenía el nombre de tu canción favorita.

Ella había empezado con todo por si misma, con ayuda de Gemma, obviamente, pero lo sorprendete es cómo Anne se convirtió en una mujer independiente, capaz de llevar adelante un café ella sola.

Quise jugar con ella en el momento y me hice el ofendido, diciéndole que tendría que haberme contado, pero, ¡Hey! ¿cómo enojarte cuando el submarino amarillo estaba pintado en el cartel de "Abierto/Cerrado" del café?

Los días habían sido muy duros en un principio y trabajar en el café, manteniendo mi mente ocupada, había ayudado más de lo esperado. Mantenía mi cabeza durante el día pensando y recordando qué me había pedido tal mesa, recordar mantener mis modales y haciendo listas mentales sobre las canciones para el otro día. Quizá algo patético, pero esa era mi vida ahora y así debía aceptarla y vivirla. Luego, cuando cerrábamos y terminábamos de limpiar el café, cuando íbamos a casa y ya estaba en cama, listo para dormir, mi mente intentaba traicionarme pero mi cuerpo estaba lo suficientemente cansado para tonterías y quedaba dormido en el acto.

Sabía que evitar pensar, evitar reflexionar, no era algo bueno de todas formas, pero ¿no que el tiempo cura todo?

Y eso esperaba, que el tiempo borre todo: recuerdos, cicatrices, memorias. Necesitaba eso.

La lista músical del día trajo una de las más conocidas canciones, la más utilizada en bodas también (pero eso no tiene mucho que ver), de Eric Clapton. Sí, quizá me había puesto algo meloso y romántico cuando armé la lista la noche anterior después de comer, pero, la guitarra principal de wonderful tonight sonaba por todo el café y mamá sonreía como tonta mirándome reír por la canción. 

Ella era la más grande fan de Eric Clapton que conocía, quizá porque no conozco ninguna más; comenzamos a reír y, en ese momento, sólo con ver el brillo exagerado en sus ojos supe que ella estaba algo demasiado emocionada. Sabía las memorías que esa canción traía a ella. Mis padres no habían escapado del cliché de esa canción en la entrada a su boda. 

La muerte puede ser superada, ahora yo simplemente podía admitirlo, asegurarlo con toda convicción. Había tomado la muerte de mi padre con exageración y quizá fue la edad, no lo sé realmente, pero; mueren personas todos los días, miles, millones y no necesariamente todos están volviendose locos. Todos hemos perdido a alguien, porque la muerte es como un paso más de la vida, aunque suene irónico. 

Entonces tan sólo tienes que seguir adelante, sin pararte a llorar. Buscar alguien, tener algo con ese alguien, ser y vivir, tener hijos, criar esos hijos, amar tu vida y luego, morir, para que esos hijos lloren por tu muerte, cuando la hora verdadera (la que el destino escribió, no la que nosotros decidamos) llegue. Ellos luego nos superarán, nos guardaran en sus corazones con buenos momentos y seguirán sus vidas. Porque de eso trata la vida; superar y seguir adelante.