Un bonito recuerdo

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Estoy bebiendo mi té, sentada frente a Vanessa, ya ninguna dice nada, ya no quedan más dudas, a sé a dónde va esto, y no tengo como escaparme, la mejor opción hubiera sido morir al momento de caer, pero ni esa opción me dieron, todo ya estaba escrito desde que entre a esa tienda, aunque creo que hasta el entrar a la tienda ya estaba decidido, ya no sé qué más hacer, creo que solo esperare hasta que la brújula me diga que debo matar a Fabiola, ahora solo cierro los ojos y bebo un sorbo.

- Julia?

Escucho una voz con los ojos cerrados, no es Vanessa, ¿Por qué mis párpados pesan?

- Julia!

Abro los ojos, todo es remotamente conocido, pero la persona que está frente a mí, la conocí hace cinco años, y se ve igual, es Fabiola, luce como cuando llevábamos poco de conocernos, luce de doce años, tiene su cabello chino despeinado y alborotado, solo portando una diadema para que no se mueva frente a los ojos, sus anteojos grandes, y esas camisas de cuadros que solia usar, como fue que volví a este tiempo? la brújula me dejo ir?

- ¿Julia que te pasa? ¿te fuiste o qué?

- ¿Qué? ¿Qué está pasando?

- ¿Cómo que qué está pasando Julia? ya sonó la campana, empezaron las vacaciones.

- ¿Cuantos años tengo?

- Sé que el día ha sido eterno, pero no exageres.

- Solo dime qué edad tengo.

- Bueno, bueno, trece años, ¿ya? ¿nos vamos?

- Ah sí, claro, ¿Pero podemos llegar antes al baño?

- Ya empezaron las vacaciones de verano y quieres ir a este baño, tu casa está cerca ¿Puedes aguantarte?

- Sí claro.

Me levanto y tomo mi mochila, tengo prisa por verme en un espejo, pero veo mi mochila, es la mochila que usaba en la secundaria, morada con detalles grises, miro a todos alrededor, son mis compañeros de secundaria, es mi salón de secundaria, y todo se ve tan real, camino a lado de Fabiola, ella camina con prisa, casi corriendo, entonces me doy cuenta de algo, recuerdo este día, este momento, estoy viviendo algo que ya viví, pero, ¿Por qué?

- Julia habla, no has dicho nada desde el salón, eras la más emocionada por lo de hoy.

- Sí, al fin, vacaciones, vamos a descansar.

- ¿Descansar? hablo de lo de esta noche.

- ¿Esta noche?

- Sí, desde que lo pensaste no podías dejar de hablar de esto.

- Puedes recordármelo, tengo la cabeza hecha un lio.

- Debes de tener hambre, con hambre te pones rara, la excursión Julia.

La excursión, ya lo recordé, cuando teníamos trece años le mentí a mi familia para quedarme en casa de Fabiola, pero en realidad su familia no estaría, como confiaban mucho en ella no se molestaron en investigar, en la noche nos meteríamos en el hotel abandonado para grabar, fue un día muy especial y divertido, pero ¿Por qué precisamente estoy en este punto?

- Ah ya, claro, ¿Tienes todo listo?

- La mayoría, pero ahorita termino de juntar provisiones, apenas van a ser las tres, dijimos que nos iríamos a las nueve, mientras pasemos a tu casa por tus cosas.

- Sí, esta noche será muy especial.

- Que rara forma de decirle, pero sí.

Seguimos caminando hasta llegar a mi casa, mi mamá nos tiene la comida lista, espagueti, preparado como me gusta, hablamos con mi familia sobre cómo fue nuestro último día de clases y de nuestra emoción por las vacaciones, extrañaba esto, pensé que nunca lo volvería a vivir, me siento feliz, pero sé que existe una razón para esto, debo descubrir cuál.

La brújula de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora