MI OMEGA

omega (corregido)

Itachi llego como siempre cansado a su departamento, entró y vio que tenía la cena servida en la mesa como todos las noches, cansado se sentó en la silla para comenzar a comer lo que su pareja le había preparado, se sorprendió al notar que lo que le había preparado era delicioso.

Después se levanto y se dirigió hacia su habitación, pero en medio del camino sintió aquel  olor que su pareja soltaba cuando se encontraba en celo, su alfa interno no le exigía que ingresara a aquella habitación y marcara a su omega destinado, por que su mente le mandaba que no podía hacerlo no podía tomar a alguien a quien no amara.

Desde que era muy pequeño tomo la decisión de que no tomaría a nadie que no amara, siempre tuvo esa mentalidad, pero al conocer a su pareja destinada su alpha interno se encontraba medio dormido y no refuto ante su decisión, pero su alpha había veces que reaccionaba pero solo eran raras veces pero ninguna fue en su departamento, siempre fue en su oficina aunque no sabia la razón de su reacción, se sentía un poco mal por su pareja pero no podía hacer nada mas que estar a su lado.

Sin mas ignoro aquel aroma que lo llamaba desesperadamente y se encerró sin mas preocupaciones en su habitación, esperando que un nuevo día llegue.

............................................................................

Se podía ver en una pequeña casa en las afueras de la ciudad, se veía al secretario y asistente del gran empresario itachi uchiha, viendo todo lo desordenado, lleno de basura por todo el lugar suspiro y sin mas ingreso a su casa, en la sala se encontraba un beta de cabello rojo si su pareja destinada pero este no se había dado cuenta que había llegado ya que su vista seguía en la televisión donde se podía ver a hermosos modelos siendo alfas, betas u omegas.

- ya llegué- dijo para hacerse notar y vio la mirada de su pareja se dirigía hacia el 

- que bueno que hayas vuelto dei, tengo hambre- dijo el pelirrojo levantándose y acercándose a su pareja para abrazarlo y comenzar a oler aquel aroma y darle besos en el cuello.

- basta sasori, estoy muy cansado- dijo tratando de apartarlo de su lado, pero no podía su pareja tenía mas fuerza que el, ambos eran parejas destinadas se conocieron en la universidad pero fue sasori quien dejo su carrera y ahora era el quien los mantenía a ambos.

- sigues usando las pastillas que ocultan tu aroma de omega- dijo sasori separándose abruptamente del rubio un poco molesto al no poder oler bien su aroma 

- cállate, sabes muy bien por que lo hago, si tan solo Buscarás trabajo estable no tendría que hacerme pasar por un beta- dijo esta vez el molesto viendo a su pareja quien lo veía muy mal 

- si trabajo- fue esta vez que el beta grito haciendo que el omega retroceda un poco asustado, sabia como reaccionaba el beta

- sasori, eso no es trabajo, necesitamos el dinero, no se cuanto tiempo mas lograre mantenernos y también mantener en secreto mi genero, si en la empresa se enteran que soy omega sabes muy bien que me echaran, al igual que los anteriores trabajos- dijo deidara un poco triste ya que no sabia que recien la empresa había estando contratando omegas pera el trabajo.

- ya me tienes arto- sasori comenzó a caminar hacia la puerta de aquella pequeña casa

- a donde vas

- eso no te importa, me voy detesto estar en esta pocilga- dijo cerrando la puerta en un fuerte golpe que se escucho por toda la casa

Deidara solo se quedo de pie en aquel mismo lugar sin saber cuanto tiempo, antes eran felices sasori siempre le decía que lo amaba pero ahora pasaba de él, siempre era lo mismo, discutían y el se marchaba de su hogar a no sabe quien donde pero regresaba días después ebrio y con olor a omega, le dolía en el corazón lo que sucedía.

Ambos antes habían tenido el dinero suficiente para vivir cerca de su trabajo, pero desde que sasori había comenzado a apostar lo perdieron todo, su hermosa casa que sus padres había construido lo habían perdido en una apuesta, añoraba ver su casa y recordar aquellos momentos que había vivido junto a sus padres.

Debería odiar a sasori por hacerle perder todo lo que el amaba, sus amigos, su hogar por último su pasión por el arte pero no podía hacer nada, lo quería con todo el corazón, por que ya no lo amaba dejo de hacerlo cuando lo orilló a que se disfrazara de beta y se pusiera a trabajar, no le obligaba pero necesitaban el dinero y más ahora con las deudas que tenía su pareja y el sin trabajar, suspiro pesadamente. 

El omega se puso arreglar aquella casa, mas parecía un chiquero con toda la basura en el suelo así como las latas de cerveza, vio todo el lugar, el sillón donde antes sasori se encontraba sentado estaba lleno de manchas, cuando termino de limpiar vio por la ventana que el sol comenzaba a salir, un día nuevo, un día lleno de trabajo.

Se dio una ducha larga, su cuerpo se estremecía al contacto con el agua fria, a su mente llego una persona que no era su pareja, no el no podía, a pesar de que agradecía tener el trabajo que tenía en ese momento no podía enamorarse de su jefe, el ya tenía a su pareja destinada así como su jefe también lo tenía y eso lo sabia muy bien, se había encontrado con el omega era hermoso, no como el.

Pero sentía algo extraño al estar junto a itachi, no podía evitar sentirse preocupado por su jefe, al principio pensó que solo era su admiración y demás cosas pero no espero que con el tiempo que estuvo a su lado el se quedara prendado de su forma de ser.

Salio de la ducha para prepararse el desayuno pero al ver la hora que era mejor decidió dirigirse a su trabajo, como no tenía ningún medio de transporte tenía que caminar para tomar el metro para luego seguir caminando hacia su oficina.

Al salir sintió el frío que hacia y el tren llego como siempre a la hora exacta y subió sin mas , no podía llegar tarde, mientras estaba en el tren podía organizar que es lo que tenía que hacer, alistar los archivos y muchas cosas mas, al bajar del tren tenía que seguir caminando por aun le faltaba mucho eso pasaba cuando vivías a las afueras de la ciudad mas específico en el barrio pobre.

Le gustaba aquella caminata ya que podía ver los escaparates de las tiendas que aun no abrían, como todas las mañanas se detuvo en una tienda en especial, en el escaparate se podía ver cuadros de obras hermosos y su preferido las figuras hechas de arcillas, su mirada no se apartaba de aquella figura de una pareja que al parecer bailaba un vals como le hubiera gustado a el bailar, su mano se dirigió a la ventana y solo pudo sentir el frío de esta.

Escucho como un auto se paraba justo cerca de el y se sorprendió al ver quien era el que conducía.

- quieres que te lleve...dei

Continuará....