4

2.2K 451 25
                                    

Únete a nosotros en:

https://www.facebook.com/groups/SoniaLopezSouto/

Sígueme en:

Facebook: Sonia López Souto

Instagram: @sonialopezsouto

Tik Tok: sonialopezsouto

Y si te gusta lo que lees, puedes adquirir mis otros libros en Amazon:

https://amzn.to/2XZaMdM
_____________________________________

-Beber nunca ha sido la mejor solución, pero en ocasiones, es lo único que ayuda.

-¿Qué? –miro al pelirrojo con cara de pocos amigos porque hoy no me apetece hablar con nadie. Y menos con alguien que está en un bar, bebiendo, de madrugada. Cierto que también lo estoy haciendo yo, pero al menos, no intento confraternizar con otros borrachos.

-Nada, déjalo –mueve la cabeza y sonríe ligeramente, mientras baja la cabeza para que no lo vea.

Hay algo en su postura que se me hace demasiado conocido. La frustración, el fracaso... el deseo de desaparecer para siempre y dejar de sufrir. Yo me siento igual y solo por eso, no me alejo.

-Beber para olvidar nuestros desastres –digo, en cambio– es algo que se nos da bien, supongo.

-Yo no bebo por mí –su respuesta me sorprende.

-¿Entonces?

-Bebo por la gente que me quiere, que se preocupa por mí –dice, con voz rota por la derrota–. Siento que los estoy decepcionando, pero no sé cómo solucionarlo.

-Quizá dejar de beber –le sugiero– poniéndolos de excusa, sea un buen comienzo.

Yo no tengo seres queridos que se preocupen por mí. Tengo tres compañeros de trabajo y sé que les importo, pero dudo que me echasen en falta por mucho tiempo, si algún día desapareciese.

-Supongo –deja escapar un suspiro que me hace mirar hacia él.

A pesar del lugar en el que estamos, de la hora y de los cascos de cerveza vacíos frente a él, no se ve como un borracho cualquiera. Su cabello está bien cortado y su ropa está limpia y planchada. El olor corporal que desprende no se corresponde tampoco con un borracho que acude al bar todos los días para saciar la necesidad de alcohol. Huele a limpio y a perfume del bueno.

-¿Qué haces aquí exactamente? –le pregunto.

Me mira, con unos impresionantes ojos de un marrón claro que hipnotiza, antes de responderme, y por un momento, me pierdo en la profundidad de la pena que reflejan.

-Intentar que mis seres queridos vean por las mañanas la mejor versión de mí –dice, sacándome del trance.

-¿Emborrachándote? –eso no tiene sentido. Aunque, a decir verdad, tampoco es que se vea muy borracho, a pesar de todo lo que ha bebido.

-Si me permites invitarte a comer un día –me dice, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida–, te responderé a eso.

-¿Te funciona esta táctica muchas veces? –empiezo a dudar que se emborrache todos los días, como sugería.

-La verdad es que no lo sé –se encoge de hombros– ¿Funciona?

Con esa pregunta me da a entender que es la primera vez que la usa, pero ya no sé qué pensar. Y sin embargo, la curiosidad es lo suficientemente fuerte como para querer esa explicación. Sé que no debería hacerlo, por lo complicada que es mi vida, pero tiene algo que me hace querer volver a verlo otro día. Sin embargo, no le responderé todavía.

Siempre contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora