Yo sólo quería saber si todo lo que estaba haciendo valdría la pena en algún momento, había perdido seres queridos, mi corazón estaba literariamente roto y yo seguía aquí haciendo como si nada estaba pasando.
-Maldita sea- dije mirando la hora en mi teléfono, las 3:46am- No quiero pensar más
Dije mientras agarraba dos pastillas que estaban colocadas sobre la mesa de noche de mi habitación, tomé ambas y cerré los ojos, esperando que hicieran algún efecto.
Sólo se escuchó el grito de una niña, sonaba desgarrador y horrible.
-¿Quién está aquí?- no recibí ninguna respuesta, no quería entrar en pánico pero creo que no lo controlé muy bien- QUIÉN ESTÁ AQUÍ!?
Ahora si estaba realmente asustada, al estar viviendo todo esto y escuchar a alguien gritar, no es la mejor escena del mundo, créanme.
-A que le tienes miedo? Ah?
Nada, no pasó absolutamente nada. Pasaron varios minutos y escuché a alguien cantar al final del pasillo.
Había una enorme puerta de color gris, parecía estar oxidada, supongo que nadie había estado ahí desde hacía mucho tiempo ya.
-Mierda- entré al enorme cuarto y únicamente había un olor a putrefacción horroroso- Que pasó aquí- dije tapando mi nariz, mientras notaba un pequeño golpe en la parte superior de la pared.
Me acerqué y el sonido provenía de ahí. Toqué la pared unas 4 veces esperando que algo pasara, note como el golpe que había allí se iba expandiendo cada vez más.
"NO DEBERÍAS ENTRAR AQUÍ"
Volteé rápido apenas escuche a alguien hablar detrás de mi. Una mujer o mejor dicho, niña, de cabello negro estaba contra la pared, tenía una bata blanca con huecos en todas partes, al igual que tenía lo que parecía sangre seca en todo lo que eran sus brazos y pies.
-A que te refieres?- pregunté mientras notaba que tenía unas tijeras negras enormes, entre sus manos-
"El que entra no sale, no lo sabías" Su cara hizo una carcajada seca, no se escuchaba nada, aunque ella parecía estar riéndose con todas sus fuerzas.
-Yo no quise entrar aquí- dije mientras me volteaba de la manera más lenta posible, no quería que ella me viera agitada.
Ella no dijo nada, se puso de pie, agarro todo su cabello con una sola mano, mientras que con la otra se acariciaba el abdomen.
Mi cara de disgusto era algo que no podía controlar ya.
La vi tomar un bloque de cemento que estaba en el piso, subirse a él y apretar las tijeras contra su cuello
-¡QUE MIERDA ESTÁS HACIENDO!- me acerqué a ella, pero no sirvió de nada.
Había marcado totalmente su abdomen de múltiples letras "A" , su cuello lo había cortado en dos segundos, se veía cansada, como si hubiera estado ahí días, tal vez meses.
-No puedo estar aqu...
Fue todo lo que dije antes de despertar de golpe por el sonido del despertador.
-Dios, gracias- dije mientras me sentaba en mi cama- No quiero pasar por nada de eso otra vez, nunca me había sentido así.
Me puse de pie y fui directo al baño, no estaba del mejor humor y sabía que si veía a alguien, las pagaría con esa persona.
Mi abdomen ardía, al quitarme la ropa vi la cosa más asquerosa que una persona podría tener en su cuerpo.
-Que mierda está pasando conmigo- mi cuerpo estaba marcado por un agujero del tamaño de un sacapuntas, lleno de lo que parecían ser gusanos.
Mi dedo índice lo lleve al borde de la herida, mientras hacía círculos con él.
-Qué pasa si...- sonreí mientras introducía el dedo en mi abdomen
La sangre no dejaba de salir, yo sólo sonreía mientras veía a todas esas cosas moviéndose dentro de mi.
-Que estoy haciendo- dije mientras caía en cuenta de lo que estaba pasando- Auch
Tomé un algodón con agua oxigenada y lo lleve a la herida
Tome una toalla y salí rápido del baño, me vestí y me subí al auto.
Cerré con seguro y no podía pensar claramente, estaba confundida y desorientada.
Subí mi camisa y enterré lo que parecía una piedra en mi abdomen, la sangre cesaba y to sólo sonreía, me sentía cómoda haciendo eso.
Mi cuello dolía, mis piernas ardían y mis uñas estaban bañadas en sangre.
Una niña de aproximadamente 5 años saltaba la cuerda en la calle frente a mi auto.
-No debes vivir por aquí, cierto- dije en voz baja mientras veía a la niña saltar y saltar
De un momento feliz, las cosas pueden cambiar rápidamente, un carro iba tan fuerte que no se percató de la pequeña que jugaba en mitad de calle
-Esto te dolerá
Dije dos segundos antes de que la niña fuera impactada por el carro y la sangre salpicara por todas partes. Yo sonreí, no sabía que me estaba pasando.
-Yo mate a Peterann- comencé a reír y a reí sin parar, nada me hacía detenerme.
Yo quito vivir, no quiero
Yo quiero vivir, no quiero
Yo quiero vivir, no quiero
YO MATE A PETERANN
PETERANN
PEEEETEEERRAAAAANN
Mi risa se escuchaba muy alto, no era parecida a la mía, estaba se escuchaba rota, como si estuviera gritando al mismo tiempo.
-Quiero vivir? No lo creo- Dije antes de seguir retorciéndome de tanta risa.
Ahora mi mano podía entrar por completo en el agujero que había en mi abdomen, gusanos salían al igual que la sangre y yo sólo reía. Tomé un vaso de agua y lo partí contra el asiento de copiloto, tomé los pedazos y junto con mis uñas, las restregué por toda mi cara, al igual que me rasguñaba con fuerza.
-PETERANN QUIERE JUGAR- Repetí muchas veces.
Y mi cabeza pegó contra el volante, y formó un moretón gigante.
Un susurro, luego otro, junto con sangre goteando por mi brazo izquierdo.
Al mismo tiempo que un escalofrío recorrió mi cuerpo, porque alguien estaba observándome desde la parte trasera de mi auto y sabía quién era.
Era a quién había estado buscando desde hacía un tiempo.
-Annie- dije mientras hacia una pequeña sonrisa viendo por el retrovisor.
Allí estaba ella, sentada en la parte de atrás, con una risa burlona en su cara y un golpe con sangre seca en su frente.
-Sabías que volvería
Listo, era lo único que necesitaba, para poder seguir aquí, a ella.
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Mientras Duermes
Mystery / Thriller¿Nunca has pensado que sucede mientras duermes? Cuando una familia se muda a una casa un poco peculiar, se dan cuenta de que no están solos. ------------------------------ Esta prohibida la adaptación, copia y plagio de esta novela. Dere...