A veces tardamos en crecer, y otras las circunstancias nos obligan a crecer de golpe.
A veces creemos que somos débiles sin darnos cuenta de que estamos siendo más fuertes que nunca.
El pasado es una sombra oscura y pesada, que lastima sin piedad el...
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ELIOT
Sólo habían pasado unas horas y yo ya estaba deseando tenerla cerca. Había preparado unas hamburguesas con patatas fritas para comer. No le permito a Charlotte salir de su habitación ni siquiera en horas de comida. De todas formas está acostumbrada a estar ahí dentro, sacarla es un peligro, más que un peligro es un inconveniente porque sólo trae problemas como tener que ocultar cadáveres y limpiar, creando sospechas innecesarias, así que estaría mejor en su habitación jugando a matar a sus muñecas y de vez en cuando algunos pequeños animales que cazaba para ella. Cuando se los traía se formaba una enorme sonrisa en su rostro, estaba completamente loca, pero yo no podía culparla, supongo que la culpa siempre fue de nuestra madre, nunca podía hacer nada bien y nos quería hacer a nosotros responsables de ello, ''maldita estúpida...''
Comí en soledad, como cada día en el mismo taburete de siempre, el que deja ver la ventana y el exterior, necesito tener siempre todo bajo control. Saqué fuerzas de mi interior y caminé hasta el lago, esperando y esperando, por si ella aparecía, pero no fue así. Mi corazón latía cada vez más lentamente, como si estuviera a punto de partirse. Me dolía el pecho y necesitaba que parara aquella desagradable sensación, nunca la había sentido.
Terminé regresando a casa para preparar la cena y ventilar la habitación de Charlotte mientras ella se daba uno de sus eterno baños de burbujas. Mientras sujetaba las cortinas en sus abrazaderas un destello de luz proveniente del bosque llamó mi atención. Era el reflejo del sol en la melena de Shana, puede que no brillara tanto como para tratarse de un destello pero para mí sí lo era. Se quedó quieta, mirando la casa y por un minuto me planteé si estaba soñando, hasta que comenzó a correr hacia el otro lado del bosque y sólo grite por ella. Si llegaba muy lejos, tras pasar el camino de tierra, y seguía corriendo bosque adentro llegaría a la zona de las caravanas. En la zona de las caravanas se encontraban los drogadictos y borrachos, dispuestos a asaltar o violar todo lo que se acercara por allí y les pareciera bueno. Ni siquiera dejaba que Charlotte corriera por aquella parte del bosque, siempre iba con ella por si acaso, porque aunque conociera el bosque a la perfección siempre se despistaba cuando dábamos paseos.
Inmediatamente cogí un abrigo y cerré la puerta de Charlotte y la principal con llave. Salí corriendo en la misma dirección en la que corrió Shana. Iba a protegerla pasara lo que pasara, porque ella era mía. Entré en el bosque, ya estaba oscureciendo, le había dejado la cena en la habitación a Charlotte así que tenía todo el tiempo del mundo.Mi pecho palpitaba con fuerza y en mi cabeza la misma pregunta se repetía una y otra vez; ''Estará bien?''. Corrí y corrí sin encontrar absolutamente nada, incluyendo en el camino de tierra. Frené frente a la peor parte del bosque Yellowstone, si Shana había ido por ahí estaría en verdadero peligro, pero y si no había ido? Observé las copas de los árboles más altas y más oscuras, como garras esperando atrapar a cualquier presa. Si no eras bueno orientándote o si no conocías la zona sería lo más sencillo del mundo perderse y morir allí dentro, no sería la primera vez que daban noticias acerca de ello.
