Capítulo 25

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SHANA

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SHANA


Caminé hacia la salida del instituto rápidamente para que no me vieran todos subir a la furgoneta.
La expresión facial que me esperaba detrás de la ventanilla era seria y me supuse que algo iba mal.

-Tenemos que hablar.- Nada bueno puede salir de esto...

-Adelante.- La furgoneta se puso en marcha y comenzó lo que sería el principio de un lazo que jamás se rompería. La única persona que me miraría de nuevo como lo hacía mi madre, que me cuidaría hasta el fin de sus días.

-Necesito que me digas que sucedió, el otro día, no podemos fingir que todo va bien entre nosotros, nos necesitamos.

-En realidad tú no me necesitas.

-Estás muy equivocada. Ahora dime, creo que a estas alturas puedes confiar en mí.- Aspiré con fuerza y me preparé para explicarle todo lo sucedido. Desde la primera vez que me violaron, hasta la última. Desde el día en que pise el suelo del aula donde descubrí que la persona que más daño me había hecho ni siquiera tenía mi sangre.
Cuando terminé, ya estabamos en casa. No dijo nada, asintió y me miró fijamente, pero sus ojos me dejaron claro que estaba a salvo, o al menos, de momento. Un pequeño nudo se desató y desde entonces pude respirar mejor. Ya no cargaba sola con todo el peso de mi pasado, alguien me ayudaba a lidiar con él, y me hacía sentir mejor.

No le hablé de Nathaly, ni de Ash, ni de Eliot, no creí que fuese el momento adecuado así que comimos en silencio y me fui a la habitación.

Ya nos habían mandado deberes así que los hice y luego avisé de que salía y me dirigí hacia el lago. Llegaba algo tarde y quizá Eliot pensaría que no iba a ir, aunque seguramente y conociéndole esperaría toda la tarde.

Cuando al fin llegué lo vi sentado cerca del agua.

-Hola

-Vaya, pensaba que no vendrías, de todas formas seguiría esperándote.- Lo sé.

-Bueno, y si no apareciera porqué deberías esperarme?

-No es que deba, es que querría hacerlo- Esbocé una sonrisa y admiré el reflejo del cielo en el lago. Realmente era un sitio increíble que nadie solía visitar.

Apoyé las manos sobre la hierba y sentí el tacto de esta entre mis dedos. Había margaritas por todos lados, y hojas secas al pie de los árboles.

-Shana...

-Eh? Que?-. Eliot pasaba su mano por enfrente mis ojos haciendo movimientos de arriba abajo con ella.

-Te estoy hablando, te pregunto si quieres que seamos amigos-. Amigos? Acaso eso se pregunta? No creo que sea algo como decidir si quieres una hamburguesa con o sin queso. Porque la gente de este pueblo era tan rara...

Luz y OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora