-Senpai...-
-¿Si Ayato-kun?-
-¿Por qué empecé a sentir cosas cuando conocí a Taeko-chan? y ¿por qué no me sentí realmente bien hasta que te acercaste?-
-No se...¿tu que crees?-
El pequeño pelinegro se queda un segundo en silencio mirando fijamente a aquellos orbes color noche, recordando aquel terrible dolor en esa tarde de San Valentín. De tan solo pensar lo que hubiera ocurrido ese día sí su senpai no le hubiera dado aquel regalo, le da escalofríos y en él se presenta un vació perturbador. Aquella pelinegra lo había salvado de caer por aquel abismo, rendirse ante la locura que ya no era una occion para él.Ahora tenía algo por lo que luchar, por lo que vivir, sentir y tener los pies sobre la tierra.Tal vez el rechazo de Taeko-chan fue para bien...tal vez...solo tal vez...era el destino...
-Me gustas mucho senpai-chan-Sentencia el pequeño pelinegro.Hasta ahora esa a sido la única explicación lógica ante esta nueva catarata de sentimientos encontrados.
Una noche fría en la casa Aishi.
Ayato Aishi, hijo único de la familia se a despertado de un extraño sueño.Los fragmentos están ajenos a su memoria con su respiración agitada, los mechones de su melena negra caen sobre su aturdido rostro.En su pecho se presenta una sensación horrible, amarga, el vació a desaparecido y en su lugar a dejado una sensación desagradable que apenas el pelinegro puede identificar en el diccionario por relatos de su madre; ¿impotencia?.Recuerda aquel sentimiento de cada vez que veía a Taeko con algún rival pero esta vez la sensación era mas intensa, incluso hasta complicándole el proceso para respirar, era una impotencia real mente intensa.
La impotencia de no poder recordar, la impotencia de no poder sentir ningún sentimiento, la impotencia deque había perdido su senpai. Su verdadera senpai. Ella ya no estaba.El no sabia donde buscar, donde encontrarla, buscar bajo piedras, montañas tan solo para encontrar algo tan precioso para el...matar.
¡HABÍA MATADO!.¡Habia matado por alguien que no era su verdadera senpai!¡¿que diría, que pensaría?!¡¿estaría furiosa, molesta, diseccionada de el?!.
La desesperacion y impotencia se apoderaban de el como cuando estas nadando en mar abierto y repentinamente sube la marea, estas muy lejos del barco estas cansado y sientes que te vas ahogar. Ayato no recordaba la ultima vez que sintió algo así. O si alguna vez lo sintio. Pero con parado con el constante bacio que sentía esto era peor, amenazando con destruirlo en cualquier instante.
Su mano temblorosa subió a su rostro al sentir algo húmedo. La presencia de pequeñas gotitas saladas resbalando de sus mejillas...
Estaba llorando...
Una tarde tranquila y pacifica en las cercanías de High School. Los misteriosos asesinatos habían caído de manera muy significativa y los estudiantes ya no tenían tanto miedo como antes como si tales sucesos nunca hubieran ocurrido lo que era un alivio para muchos a pesar de aquellos brotes de precupacion aun crecían aun paso extremadamente lento.Pero en una tormenta pánico puede ser tu peor enemigo y la ignorancia tu única salvación.
-¡YA DEJA DE REÍRTE O TE CORTO LA LENGUA!-El pelinegro tenia el humor por los suelos.No entendía que tan inmadura podía a llegar a ser la pelinegra, es decir todos tenían un punto de quiebre pero para Ayato el punto de Buda seguía siendo un misterio y eso le molestaba mucho aun frotándose la cien con molestia mientras la pelinegra sostenía su estomago adolorido por tanto reír.
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Saltando hacía la locura
Fiksi PenggemarAyato Aishi esta loco por Taeko Yamada una chica un año mayor que el pero debido a que es muy tímido es incapaz de acercarse a ella entonces es arrastrado por la locura hasta el punto de matar a sus compañeros para que no se acerquen a ella y tenerl...