Kagome está triste tras ser rechazada por su mejor amigo. Al ayudar a un anciano y luego de recibir una extraña llave de su parte la joven termina en otra dimensión atrapada en una fantástica aventura con un desagradable y apuesto sujeto.
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-Ponte ésto, así pasarás desapercibida- el peli plata le lanza a la joven ropa de color negro (no pregunten donde la consiguió ;)), ella la atrapa y se le queda viendo -¿Qué?- pregunta, la chica no le apartaba la mirada.
-¿Dónde me puedo cambiar?- dice sonrojada, no podía ni imaginarse lo que haría si él pretendía se cambiara allí, ¡Frente a todos!
-Aquí- lanza con indiferencia.
-¡Sí!- exclama Miroku emocionado.
(Son unos pervertidos XD) -¡Sí!- dice Magatsuhi, luego carraspea -Digo... Sesshomaru al menos demosle un poco de privacidad...- se sonroja.
-Hagan lo que quieran- toma asiento en una silla sin importarle lo dicho anteriormente.
-¿Y el baño?- pregunta Higurashi.
-Afuera, al final del pasillo, pero yo no lo usaría si fuera usted señorita- advierte Magatsuhi -Me llevaré a Miroku afuera para que pueda cambiarse- ríe.
Tal como lo dijo se llevó a su amigo jaloneado hasta afuera pero... Taisho permaneció en el apartamento, sentado en la silla. Revisaba un aparato peculiar muy similar a un celular. Parecía no estar dispuesto a salir. Ella suspiró rendida, él estaba de espaldas y distraído con el aparato, no la miraría. Comenzó a desvestirse.
Kagome estaba en ropa interior nada más cuando Sesshomaru le apreció por el rabillo del ojo. Vio sus piernas, no eran las de alguna atleta o modelo y eso era perfecto, nunca le gustaron las mujeres demasiado musculosas o tan delgadas, ella tenía el cuerpo natural de una mujer, su trasero era perfecto, sus manos podrían tocarlo y cubrirlo bien, el abdomen plano, su ombligo era perfecto para besar justo allí y hacerla gemir, esos pechos, el tamaño justo... Desvió la mirada, se estaba sintiendo acalorado, era mejor concentrarse en su aparato, debía revisar la ruta a tomar para llegar lo antes posible a los laboratorios "H&S" ¡No más de espiar a ésa chiquilla! por más sensual que le resulte, por más que se parezca a ésa desagradable maldita que le utilizó hace tantos años. Sólo de recordarla sentía hervir su rabia.
La oji azul sintió la mirada pesada del hombre, se apresuró a ponerse el pantalón. Tanto silencio le resultaba incómodo.
-¿Cómo te llamas?- fue lo único cruzó su mente para romper el hielo.
-Yako
-Escuché a tus amigos llamarte Sesshomaru- dice medio enojada por la mentira.
-¿Si ya sabes por qué preguntas?
-Para entablar conversación, conocernos mejor...
-No necesitamos conocernos mujer idiota...
-¡Tengo nombre tonto!- lanza irritada.
El sujeto se pone de pie de golpe, camina hasta ella, su semblante daba terror, la joven retrocede, él le acorrala en la pared, se miran por unos segundos. Ella no tiene nada puesto arriba aparte de su bracier, su pecho sube y baja agitado. Taisho iba a decirle lo molesta que era, advertirle nunca más le dijera de nuevo tonto, decirle se callara su boca pero... sólo pudo ver sus pechos subir y bajar por la agitación. ¿Sería ésta mujer como ella?, como Karl...
