Capítulo III

2.2K 193 51
                                    

Afueras de la ciudad de Kirchner, 9:23 pm

Los tres vehículos se detienen, el viaje ha durado bastante pero no fue la razón de su retraso, el motor de una de ellas se ha estropeado. El sol ya se había ocultado hace mucho, la luna resplandece hermosa en el cielo iluminando lo mejor que puede. Las luces de la lejana ciudad de Kirchner se aprecian al horizonte.

-¿Qué le sucedió a los árboles?- pregunta Kagome viendo las plantas secas y marchitas, no había ni hierba en el paisaje deslucido.

-La contaminación- contesta Magatsuhi revisando las motocicletas. Debía asegurarse estuvieran bien para el resto del viaje.

Miroku enciende un aparato e ilumina el campamento, extrañamente también emitía calor. Las carpas estaban puestas, la comida también. Eran frijoles enlatados, sabían mejor de lo que lucían.

Sesshomaru no se veía por ningún lado.

Kagome decidió buscarlo para entregarle su lata. Miroku le advirtió no se alejara, siempre habían bandidos rondando. Ella asintió, tomó la lata y se internó en las sombras. Caminó un rato hasta escuchar ruidos y una voz, sonrió al notar que Sesshomaru murmuraba maldiciones al viento. Se acercó con cuidado.

-Hola- saluda sentándose al frente de él.

-¿Qué quieres?- pregunta malhumorado. Comienza a quitarse la chaqueta y la camiseta. Su torso desnudo causó un suspiro en la joven.

-Te traje tu cena- le extiende la lata bajando la mirada apenada.

-Déjala allí- ordena.

Taisho revisa su costado, está sangrando. Frunce el ceño, después de todo la bala de Koga si le dio. Busca algo en un morral, parece un cuchillo, está a punto de meterlo en la herida cuando Kagome le detiene.

-¡Estás loco!- exclama horrorizada.

-Debo sacar la bala, es probable tenga rastreador- intenta introducir el cuchillo de nuevo pero la joven le detiene de nuevo.

-Pero no está desinfectado, podría infectarse la herida, eres un tonto- le arrebata el cuchillo -Vamos- se pone de pie y camina hasta el campamento.

Sin más que hacer Sesshomaru le sigue molesto, era una entrometida.

Kagome preguntó si tenían algún encendedor, Magatsuhi le proporciona uno, pide algo de alcohol, afortunadamente tienen una botella de la última vez que pasaron por un bar, era el alcohol más fuerte y puro que tenían  (se puede desinfectar una herida con vodka) ella hecha algo en la herida, calienta el cuchillo y le pasa la bebida al hombre.

-Toma, va a doler- le mira decidida.

Introduce la punta en la herida, Taisho arruga su rostro por el dolor, Kagome busca el objeto, lo encuentra, ahora debe sacarlo. Hace un rápido movimiento, Sesshomaru se queja pero la bala sale, ella sonríe satisfecha.

-Por suerte es superficial- toca el lugar -Supongo no tienen vendaje

-Supones bien mujer sabelotodo- toma otro sorbo de su bebida.

La joven se retiró la chaqueta, rasgó la manga de su blusa y comenzó a vendarlo con el mayor cuidado.

-Quiero que me den un balazo- dice Magatsuhi.

-Yo también...- se ríe Miroku.

Higurashi terminó su trabajo. Sonrió satisfecha por el resultado.

-Sanará pronto, no fue profunda- le anuncia pasandole su lata de frijoles -Tienes que alimentarte bien

-No me digas que hacer- le arrebata la lata y comienza a comer de mala gana.

Llave dimensional (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora