Kagome está triste tras ser rechazada por su mejor amigo. Al ayudar a un anciano y luego de recibir una extraña llave de su parte la joven termina en otra dimensión atrapada en una fantástica aventura con un desagradable y apuesto sujeto.
Portada h...
(Capítulo 5 de ésta nueva historia, espero les haya gustado hasta ahora y les resulte interesante. Gracias por el apoyo. Sus votos y lindos comentarios, me motivan a seguirla ^-^ Ya mejor las dejo leer)
Kagome abre sus ojos, se incorpora. Observa su alrededor.
-¿Dónde estoy?- pregunta impactada.
Por donde mirara no había más que dunas y desierto.
El viento sopla suave, puede escucharlo. Su vestido y cabello se mesen.
-¡Señora Karl!, ¡Magatsuhi!, ¡Miroku!- grita a todo pulmón.
Cayó a la arena desorientada, ¿Dónde estaban todos? Cerró los ojos con fuerza, trataba de calmarse a si misma, el viento sopla más fuerte levantando arena. Nuevamente estaba perdida, nada se lo aseguraba pero podría jurar que cayó en otro universo. Derrotada y sin más opción, Kagome rompió parte de su vestido y cubrió su boca y nariz, comenzó a caminar, realmente esperaba encontrar civilización pronto.
Caminó por mucho tiempo, su cuerpo estaba cansado, pedía a gritos agua, el sol brillaba con intensidad, cada paso era una odisea, miró al cielo, algo resplandecía e iba cayendo.
Corrió hasta donde pensó podría impactarse. Lo que sea que fuese aquello cayó en la arena levantando una nube. Higurashi se acercó, era nada más y nada menos que Sesshomaru, enterrado en la arena, sabía era él por las botas negras que siempre usa incluso con el traje de gala. ¿Cómo rayos sobrevivió a semejante caída? y más aún ¿Cómo terminó en caída libre? Comenzó a excavar para sacarlo, lo logró, le arrastró fuera del hueco y revisó tuviera signos vitales, parecía no estar respirando, no había de otra, remojo sus labios con la lengua, se acercó a él, le dio el beso de la vida, se separó e hizo las contracciones en su pecho, volvió a soplar aire en la boca del hombre, más repeticiones y otro soplo en la boca. Nada. Comenzaba a desesperarse, otras contracciones de pecho y otro soplo en la boca, sin darse cuenta estaba llorando, él no despertaba, iba a separarse de los labios del hombre para hacer más contracciones en su pecho cuando sintió se movían, ¡Él la besaba! Kagome se separó de golpe.
Taisho abrió los ojos, llevo su mano a la cabeza, hizo un gesto de dolor.
-Maldita sea...- se queja -Siento el cuerpo molido, mierda...
-Siempre con las groserías- regaña la joven secando sus lágrimas feliz de verle bien.
-Cállate mujer, tengo un jodido dolor de cabeza y cuerpo...- se incorpora -¿Dónde estamos?
-No lo sé- admite preocupada.
-Tranquila- observa a su alrededor -Lo averiguaremos pronto...- a lo lejos se veía algo acercarse a una velocidad moderada. . . . . Karl permanecía sentada en medio de aquel interminable desierto, todo había salido mal.
Su plan era simple, la llave dimensional que Sesshomaru consiguió era una especial. Existen muchos universos pero... hay uno que los conecta a todos... ella buscaba ése, allí podría encontrar aquello que no posee, el tiempo. El tiempo lo rige todo y ella deseaba poseerlo, controlarlo. Podía imaginarlo, ser dueña y señora del tiempo, no envejecer, no morir...
Sin embargo sus planes se estropearon, no se encontraba en el Universo Primero, como ella lo llamó, estaba varada en ése desierto desolado.
-¡Basta de lamentaciones!- se levantó -Si logro encontrar la llave de mi universo podré regresar...- comienza a caminar sin rumbo bajo el sol. . . . . Ciudad Oasis, a muchos kilómetros de distancia de Kagome y Sesshomaru
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
