Capítulo VIII

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Kagome gritó fuerte para alertar a los demás. Buscó el arma que Sango le había proporcionado al hombre y que se le cayó, apuntó decidida.

Cerró los ojos antes de disparar, el culatazo le hizo retroceder pero dio en el blanco, cerca de la cabeza. Magatsuhi se encontraba sobre el animal, Miroku y los demás le disparan. El peliblanco está por disparar en la cabeza de la bestia cuando se mueve bruscamente, su arma se le resbala, debe aferrarse con ambas manos.

-¡Magatsuhi!- grita Kagome, él la mira -¡Toma!- lanza el arma que ella tenía con todas sus fuerzas.

Magatsuhi la atrapa y dispara al cráneo del animal, logra matarlo. Cae a la arena.

-¡Sesshomaru fue tragado!- informa la joven desesperada.
-Tranquila, éstas bestias no mastican a sus víctimas, debe estar vivo en su estómago, aún no es tiempo de la digestión...- menciona la castaña.

-Habrá que partirlo- sonríe Hakudoshi.

Miroku y Naraku comenzaron la tarea de partir al animal, apenas los cuchillos tocaron su piel sangre color azul los salpica.

-Ésto es asqueroso...- menciona el de ojos escarlata.

-Ésta cosa es de sangre azul...- bromea el pelinegro -Como tú...

-No me compares con ésto...

-Callense y apresurense, el tiempo corre- regaña Kikyo -Aunque el monstruo esté muerto su cuerpo sigue las funciones normales hasta 24 horas después del deceso...

Después de mucho trabajo al final Sango y Kagome (tomaron turnos para el trabajo) logran partir el estómago, un líquido viscoso sale disparado bañandolas a ellas y todos los curiosos alrededor  (Magatsuhi, Miroku, Naraku) Sesshomaru salió deslizándose por aquel apestoso líquido, se sentó en silencio.

-¿Estás bien?- pregunta la joven.

-Hmp- limpia aquel líquido de su rostro -Necesitaré una ducha luego de ésto...

-No vuelvas a hacer algo así- lo abraza -Temí de nuevo hubieras muerto...

-No moriría tan fácil tonta- contesta restandole importancia al asunto.

-¡Kagome éso es asqueroso!- grita Haku haciendo una mueca de desagrado.

Todos ríen.
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Los tres vehículos se mueven por el desierto. Ayer a falta de agua y otro cambio de ropa lo mejor que pudieron hacer fue limpiarse pero el terrible olor persistía. Debieron aguantarse.

El templo de Galicia se notaba en el horizonte.

-Hemos llegado- anuncia Kikyo.

Al estar frente a la puerta dos monjes les reciben, la sacerdotisa pide una audiencia con Inuyasha y el gran sabio. Son llevados adentro.

-Algo apesta horrible...- menciona un monje a su compañero.

El grupo se sonroja, son ellos los que huelen a rayos.

Sus pisadas hacen eco en los desolados pasillos. Kagome se ponía cada vez más nerviosa, vería a Inuyasha de nuevo, ¿Cómo sería el de éste universo?

Pararon frente a una enorme puerta de madera chapada en oro y jade, los monjes abren, les invitan a pasar.

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Llave dimensional (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora