Kagome está triste tras ser rechazada por su mejor amigo. Al ayudar a un anciano y luego de recibir una extraña llave de su parte la joven termina en otra dimensión atrapada en una fantástica aventura con un desagradable y apuesto sujeto.
Portada h...
El deslizador se detiene frente al grupo de personas. Sango baja y se acerca al niño.
-Aquí estás Haku
-Sango- observa a la azabache y el peliplata en el aerodeslizador -Veo que tú también encontraste forasteros...
La castaña centra su atención en los tres hombres.
-Así parece...
Miroku se le acerca sin previo aviso. Toma la mano de la castaña.
-Hermosa señorita ¿Le gustaría tener un hijito conmigo?- dice sacando una risita en sus conocidos (menos sesshomaru claro xD)
Sango pestañea descolocada, nadie le había hecho una propuesta tan descarada antes.
Está apunto de golpearlo cuando Magatsuhi lo empuja tomando su lugar.
-Señorita, no le haga caso a mi torpe amigo- sonríe -Se pone así al ver mujeres hermosas como usted...- levanta ambas cejas provocativo.
Miroku lo empuja y comienzan a pelearse hasta que Sango les golpea a ambos. Naraku se preguntaba si fue buena o mala suerte haberse encontrado con esos trogloditas. Kagome reía divertida y Sesshomaru desvió la mirada.
Sango dejó de lado las tonterías de los amigos para dirigirse al chico de cabellos lavanda.
-¿Por qué te veo a pie?- pregunta cruzándose de brazos.
El chico apartó la mirada y confiesa la razón.
-¡Hakudoshi!- exclama Sango molesta -¡Cómo pudiste destrozar tu aerodeslizador!
-Fue un accidente- se encoje de hombros con indiferencia.
-Arrr, estoy harta de tus arrebatos...- se pasea de un lado a otro -Ahora ¿Cómo pretendes encontremos la comida?
-Ya logré cazar una lombriz, fue por eso que el transporte se estropeó- contesta malhumorado.
-Me lo juras Haku- sus ojos se iluminan.
-Sí, la dejé por allá- apunta a la dirección.
Los amigos permanecen apartados poniéndose al día.
Magatsuhi y Miroku abrazan a Higurashi, la pobre sentía se quedaría sin aire pero no se quejó porque ella también estaba feliz de verlos.
Naraku fue hasta ellos.
-¿Ninguno se ha encontrado con la señora Karl?- pregunta notando la mueca de desagrado en todos menos la joven.
-Por suerte no nos hemos encontrado con ésa... mujer- anuncia el pelinegro.
El de ojos escarlata suspira aliviado. Ya se la imaginaba en su espalda ordenandole la cargara por el desierto cual burro de carga.
Sango les anuncia deben moverse donde se encuentra la comida, no es conveniente dejar al aire libre una lombriz, podría atraer animales más peligrosos.
Eran muchas personas para ir en el transporte de la castaña, Hakudoshi le dio las coordenadas y ella se adelantó junto a Sesshomaru quién a su parecer era el más competente en apariencia. Los demás acompañaron al niño, caminarian. . . . . Ciudad de Málaga, a cientos de kilómetros de Taisho y su grupo.
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