Capítulo XV

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(Holis, primero que nada , perdón por la tardanza. Segundo, el capítulo será largo. Tercero, feliz navidad ♡, cuarto, hubiera querido actualizar ayer pero el Internet no le andaba bien y no pude, bueno, ya les dejo leer ^-^)

Universo primero

-No merecen esto...- dice Irazue con voz entrecortada -¿Por qué los odias tanto...?

-Porque...- Rikotsuzei apretó los puños. Verla tan frágil e indefensa.

No queria hacerle eso a su compañera, sin embargo, sus anhelos no se realizarían con ella cuidandolos. Su compañera no moriría, una vez terminado el exterminio de los humanos, podría surgir una nueva era e Irazue se recuperaría.

-Ellos...- los ojos fríos de la mujer se quiebran, dejan ver tristeza -Son criaturas maravillosas...

-No lo puedo creer...- frunce el ceño -¡Te enamoraste de ésa peste, de esos humanos insignificantes!- se aleja de ella -¿Cuándo dejaste de verlos con ojos de diosa para hacerlo con ojos de madre?

-Desde el principio- admite.

-Por supuesto- rechina los dientes -Desde el inicio te bañaste en su amor...

-Rikotsuzei- el rostro de la diosa mostraba pena -Ellos podrían amarte...

-¡Tuvieron siglos para demostrar su afecto!- grita furico -Sólo he recibido su desprecio y olvido... ¡Estoy harto!

-No... hagas esto- observa los portales abrirse más y más, la vista se le nubla -Rikotsuzei...- cae al suelo vacío -No los lastimes...- cerró los ojos.

Cuando una deidad está débil, entra en sueño profundo para juntar sus energías. Irazue dormiría, quién sabe cuánto tiempo. Su compañero la vio envuelta en el aura púrpura para protección.

-Siempre los dioses de vida son amados y venerados...- camina hasta uno de los portales -Pero los de muerte somos odiados...- sus ojos vacilan un instante -Merecen ser destruidos...
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Midoriko sostiene entre sus dedos el cuaderno de dibujos. ¡Que tonta fue!, se descuidó y Naraku le descubrió. Mordió su labio inferior molesta, ¿Qué pensará de ella?, seguro en que es una loca acosadora. Sólo pensar en ello se le suben los colores al rostro.

-Hola- dicen.

Ésa voz la hizo sobre saltarse, cerró los ojos rogando porque fuera solamente su imaginación y él no estuviera allí. Sintió al hombre sentarse a su lado, abrió los ojos lentamente. Por dentro las entrañas se le revolvía, nada de mariposas, para Midoriko eran miles de pirañas en sus intestinos, llevó las manos a su vientre. Guardaba silencio, jamás sintió tanta vergüenza.

-¿Alguna vez te has enamorado?- pregunta el de ojos escarlata centrando su atención en un punto indefinido de la nada.

Ella se lo quedó viendo por unos segundos sin entender la razón de su repentina pregunta.

-Yo me enamoré una vez- continúa -De una mujer que jamás me correspondió...- su semblante cambió, parecía triste -Yo... la seguí en muchas ocasiones- suelta una sonrisa -Coincidíamos en muchos lugares por... "casualidad"

La mujer tentó preguntar su nombre pero un nudo en su garganta le impidió hablar, le dolía el pecho.

-Kikyo fue el amor de mi vida... incluso cuando se casó con otro- bajó la mirada a sus manos -Incluso cuando murió... seguí acosando su recuerdo...

-Nunca me he enamorado- logra articular al fin. La voz le salió algo irritada, deseaba se cayara, no siguiera diciendo cuánto amaba a ésa fulana. Se retorcía de molestia por dentro y no sabía la razón, lo cual la enfadaba más.

Llave dimensional (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora