¿Y ahora qué hago? Ya son casi las dos... Me sentiré algo abrumado, no soy tan bueno hablando y ella se va a aburrir, y luego...
Toc toc
Mierda
Toc toc
¿Qué hago acá?
- hola - saludé algo exagerado
- hola - regresó el saludo, con inercia quizás, pero se veía algo nerviosa, ella miraba el suelo y en ocasiones me rozaba con la mirada - ¿Me vas a dejar pasar?
- ah, sí, sí... Lo sientoElla entró a la habitación algo lento, mirando el piso, caminó unos pasos y volteó
- ¿Qué? - ni me di cuenta que la miraba
- te ves hermosa
- ah - sonrió sin verme, para ella - graciasNarra Mara:
- qué raro, ni me arregléFLASHBACK
- ya... ¿Y éste? - me miré al espejo, esperando a que me diga algo
- no, me gustó más el anterior
- ¿Segura?
- sí... Dijiste que no te gustaba Gustavo ¿Para qué te arreglas tanto?
- eh... Por qué me quiero ver bien, para mi
- es que nunca me habías pedido que te diga cómo te ves
- confío mucho en ti
- ¿Están pololiando?
- preguntai mucho, ah
- es que quiero saber
- ¿ Le vas a decir a la tía?
- no - negó rotundamente
- no estamos pololiando, solo somos amigos
- ay ya po, dime
- lo juro, somos amigos. Ya, me voy, no le digas nada ¿Ya? - ella asintió - ok
- ¿Me puedo quedar en tu pieza?
- mmm ya, pero no desórdenes nada, gracias - le di un besito en la frenteFIN FLASHBACK
- Ah, es que sos linda natural
- y tú un jote natural
- ¿Qué?
- No, nadaEra algo extraño estar en su habitación, tanto como el silencio tenso de nerviosismo, y lo evitaba pensando por ejemplo como llegué hasta acá, o a conocer a un cantante argentino que hacía mear a las minas, yo... La más aburrida y desaliñada, que hasta lo ignoré, de seguro si alguien supiera, me golpea.
- ¿Te vas a quedar ahí? - pregunté
- eh... - suspiró - me quiero morir
- ¿Qué te pasó? - pregunté asustada
- no, no, no pensés mal, es que estoy nervioso y cada segundo que pasa siento que te aburro, quiero salir corriendo
- pues... Si quieres irte...
- no, osea... Es que de verdad estoy nervioso
- está bien, yo igual, no sé por qué, siento como una presión
- se supone que viene el...Toc toc
- ahí llegó
- ¿Quién?Gustavo abrió la puerta riendo, como aliviado y vi un banquete algo elegante y grande, dudé en comerlo y sentí más presión aún, no me gustaba que me vieran comer, menos si es alguien quién no me conoce.
- Gracias - entraron el carrito ese... No sé cómo se llama, el carro de mierda, ese... Con comida, bueno da igual. Gustavo le dio propina al tal que trajo el carrito y éste se fue - mirá - yo estaba a punto de decirle que no, pero sentí que no debía y se me vino la voz de mi abuela diciendo "te comes toda la comida".
- em... - estaba sin habla y solo atiné a decir ese estúpido "em"
- esperame, lo llevo a la mesa
- Te ayudo
- no, no, yo lo hago - lo primero que tomó fueron unos vasos y a los pasos después, se tropezó con una ruedita del carro y se le quebraron los vasos, mojando toda la alfombra, ahí fue cuando me miró de vuelta- sí, mejor ayudame - nos reímos un rato mientras lo socorría.- de todos modos, tengo... Agua... Del baño - dijo cuando terminamos de comer
- ¿Alguna escoba?
- ¿Tanta hambre tenés?
- para barrer, idiota
- oh - se paró y fue a una cabina pequeña, me asomé y vi cosas de limpieza
- qué extraño, no sabía que habían estas cosas en las habitaciones
- y se supone que trabajás acá
- sí, se supone - me largué a reír - a ver, tú con la pala y yo barro
- no, no, yo barro, yo te invité y no es la idea
- mira, lo último que hiciste fue romper un vaso por decir cosas como esas, por eso estamos como estamos
- ok okHabíamos tenido una conversación agradable en la comida. Luego de limpiar nos sentamos en el sillón y nos quedamos en silencio, pero no me sentí nerviosa o incómoda, al contrario, estaba agusto, como nunca hubiera imaginado. De repente, Gustavo salió del sillón y se dirigió al tocadiscos que se hallaba cerca del Rincón, junto a una de esas típicas plantas de decoración, que no sabía si era real o no, pero ahí estaba.
Lo observé a seguididas, como se arrodilló al estante, la manera en que buscaba con sus dedos el disco correcto, pero no alcancé a ver cuál eligió, no pude decifrar, hasta que sonó y llenó la habitación
- ¿bailas? - volteó a verme
- sí - contesté, me siguió mirando y a los minutos me di cuenta que me estaba invitando a bailar, no se refería a que si bailaba o no, si no que si podría bailar con él, que tonta
- ... conmigo - terminó la frase estirando su mano hacia mi, me puse de pie y recibí su gesto
- bueno... Pero no sé bailar - él simplemente sonrió y se acercó a mí, tomó el control, me llevaba de aquí para allá, si bien no sabía bailar, pues solo me quedaba seguirlo, no me daba para mirarlo a los ojos, lo cual, él esperaba, entonces solo fingí que aprendía y veía sus pies
- oye - me dijo despacio
- ¿Ah? - alcé la mirada
- eh... Yo... - se escuchó el estruendoso ruido de unas piedras, miramos hacia el balcón, atónitos, me solté de sus manos y caminé lento hacia las piedras
- ¿Qué mierda fue eso?
- fanáticas - se acercó un poco a ver sin que lo vieran
- ¿Qué? ¿Te pasa esto siempre?
- No, ayer solo gritaron, no creí que fueran tan locas
- ¿Me estai webiando? Cuando ustedes llegaron, ellas se subieron a su van
- bueno... Sí, pero... Eh, no creí que iban a hacer eso, lo siento
- mmm - nos quedamos mirando sin saber que hacer, no sabía si irme o quedarme, no podía dejar que me vieran con él.- Cuando vinimos al hotel, a Charly le dieron una especia de tubo extraño - dijo de la nada
- Nada sexual, supongo
- No, dios - se largó a reír - mirá - fue a buscarlo a no sé dónde, luego de unos segundos, regresó con el tal tubo, lo tomé con mis manos, con curiosidad, si que era raro, intenté leerlo, pero estaba en japonés, creo, pero luego vi que tenía un cierto dibujo de unos fuegos artificiales de colores
- em... Debe ser confeti, de esos que se tiran en año nuevo
- ¿bengalas?
- No - lo miré con sorpresa - eso es ilegal, debe ser simple confeti
- tiresmolo ahí
- ¿En... El balcón?
- Sí, a puesto a que se van a asustar - dijo emocionado, caminó hacia el balcón con el tubo
- ok, ok... Pero que no nos vean - Gustavo volteó a verme, parando el paso y solo asintió.Nos agachamos y gateamos hacia el balcón, manteniéndonos a rayas de éste, cada uno en cada extremo, él sostenía el tubo y no paraba de reírse, la gente gritaba allá afuera, sospechaba que de igual manera nos veían y entonces, por miedo, me escondí detrás de Gustavo.
- ok... A la cuenta de tres - dijo casi temblando - uno...
- dos... - me miró sonriendoTRES
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Girando En Espiral
FanfictionUna joven trabajadora conoce al ídolo del momento y frente a esto, se torna todo de forma extraña, dañando y cambiando sus planes futuros.