Estaba cabizbaja, algo triste porque Gustavo no podía entenderlo y creo que yo entendí algo, que además de ser diferentes, venimos de mundos diferentes y eso no se nos iba a quitar jamás.
- ¿Pero por qué no?
- ¡Dios, Gustavo, por muchas razones! ¿Qué es lo quieres? ¿Que deje mi carrera y mi trabajo? no pensé que fueras tan egoísta
- Ok, ok, sí, es verdad... creo que reaccioné mal, es solo que... ya me lo había imaginado, fue muy rápido - Nos quedamos mirando con ojos tristes, ambos sentíamos decepción - ¿Qué vamos a hacer?
- No lo sé, supongo que seguir nuestras vidas - Gustavo miró hacia otro lado - pero por lo menos sabes donde encontrarme - éste sonrió un poco - no te será tan difícil como antes.
Esa noche, nuestro temperamento había bajado, había pasado más o menos tres horas desde el tema, entre peleas y momentos extraños y medios tristes, se podría decir que nos rendimos, supongo que la idea de que no podemos estar juntos nos había derrotado y ya solo quedaba disfrutar nuestro momento juntos, el aquí y ahora.
- No voy a olvidar lo de anoche, fue maravilloso - Comentó Gustavo cortando el silencio triste que había entre nosotros, había parado su auto y nos quedamos sentados en silencio, en frente del departamento en el que arrendaba.
- Sí, yo tampoco lo voy a olvidar - Nos volteamos para mirarnos y nos reímos de los nervios - No te vayas triste Gustavo, supongo que el destino nos tendrá piedad y le va a dar tanta pena que nos va a querer juntar otra vez.
Aquel tipo que tenía en frente, que pensaba tanto en mí y me sonreía de forma sincera, me había prometido tanto y quizás debió ser la euforia del momento, en el que ambos queríamos tener un contacto simbólico, más allá de llamarse o verse, en el último caso, se nos veía imposible, pero teníamos fe más que tristeza.
Nos despedimos con un beso que guardaba y significaba todo lo bello que sentíamos, bajé del auto y subí a mi departamento, me tiré a mi cama como lo haría en un océano y lloré, como si todo lo que tuviera guardado hubiera salido casi de catástrofe. Lloré y lloré, solo quería tenerlo en mis brazos otra vez y escuchar su voz, que me dijera que me esperó por tanto y que solo pensaba en la próxima vez que me viera. No había sentido algo similar antes en mi vida y se sintió como un agujero que se iba cavando cada vez más profundo en mi alma, era un dolor distinto a los demás anteriores que había experimentado.
Me fue difícil decirle que no, pero creí que era lo correcto, no sabía que hacer lo correcto no se siente como tal y parecía que mis recuerdos me lo restregaban en la mente.
Escuchaba melancólicamente las canciones que él me había grabado en el cassette, y aunque sonara algo tonto, sentía que él aún estaba conmigo, aunque fuera solo en recuerdo.
Llegó el lunes y tuve que ir a la universidad a dar unos exámenes, me rencontré con mis compañeros y hablamos de los sucesos que pasaron después de tal marcha, el día estuvo bastante normal, solo me preguntaba donde estaría Gustavo en ese momento, si ya se habría ido o no.
llegué al edificio de mi arriendo y pude notar que las vibras estaban algo tensas y turbias en el lugar, subí las escaleras y pude ver a la señora del arriendo, ella me miró con tremendos ojos y me llamó desesperada. Me sentí algo confundida y extrañada por ese gesto pero de todas manera acudí a donde ella se encontraba, miró a todos lados y me hizo pasar rápidamente a su departamento, cerrando la puerta con pestillo, me asusté ante tales acciones, todo parecía sospechoso, me comencé a poner nerviosa y ya mi mente había recreado una escena algo macabra, pensé tantas cosas aterradoras y sentía que sudaba.
- ¿por qué cierra la puerta con pestillo? - pregunté ofuscada
- A ver niña, shhh - me hizo callar, lo cual me asustó más - habla más bajito - no estaba entendiendo nada ante esta situación y solo quería salir corriendo de ahí.
- ¿qué es lo que pasa? me está asustando
- yayaya, a ver... respondeme algo, pero sinceramente
- sísísí, ¿qué pasa?
- ¿Andai en malos pasos sí o no? porque o sino tengo que echarte, yo no quiero problema acá, no estoy en la edad de aguantar cosas
- ¿De qué está hablando, señora? no entiendo pa donde va con esto
- ¡Pero responde po!
- No señora, no ando en cosas mala, no soy delincuente, no me drogo, no ando carreteando pa' lla pa' cá, no ando matando gente ni nada, ¿por qué me anda preguntando esas cosas?
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Este capítulo es algo cortito, porque pronto esta fic llega a su fin, deben de faltar dos o tres capítulos quizás, pero quiero saber que es lo que creen ustedes, ¿cómo creen que va a terminar esto? ¿tienes algunas teorías sobre el final? los leo atentamente.
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Girando En Espiral
FanfictionUna joven trabajadora conoce al ídolo del momento y frente a esto, se torna todo de forma extraña, dañando y cambiando sus planes futuros.