Narra Mara:
Estaba anocheciendo, no sé que hora sería, pero regresé como pude al departamento, la puerta estaba entreabierta y me preocupé un poco, entré y cerré la puerta sin hacer ruido alguno.
- ¿Gustavo? - llamé no sonando tan alto
- ¡Mara! - apareció de pronto, me asusté por el estruendoso llamado - ¿Dónde estabas? creí que te habías ido, yo... no sabía que más hacer y...
- Dios, ¿estás bien? te ves un poco estresado
- Claro que lo estoy Mara, te fuiste de la nada y ni alguna nota dejaste, pensé que... que te habías ido
- Pues... me voy a ir pronto
- ¿qué?
- Eh... salí a buscar trabajo y tuve suerte, quedé en un restaurante medio cuico por acá cerca, ya cuando tenga el dinero suficiente buscaré trabajo y..
-¿qué? ¿por qué te quieres ir?
- y ¿por qué no? agradezco toda tu ayuda Gustavo, fue caída del cielo, pero no pienses que me voy a quedar haciendo nada y viviendo contigo, no soy así, me incomoda vivir bajo tu techo y no hacer nada al respecto.
Gustavo se puso histérico y claro, yo igual, nos peleamos terrible brigido y no nos hablamos hasta el otro día.
- Lo cierto es que tienes razón
- ¿Eso te costaba decir?
- Una cosa a la vez ¿ok? hablo de que no entiendo mucho lo que está pasando
- yo menos, todo esto ha ido muy rápido, osea, me gustas y todo, pero de la nada pasé a vivir contigo y creo que no nos llevamos muy bien
- pues... sí, yo pensé que estaríamos juntos ahora, pero creo que analizándolo así, vamos un poco rápido, pero entendeme, me costó mucho encontrarte y siento que te me vas siempre, eso me hace sentir como si no quisieras nada conmigo
- No es eso, tienes que entender que ante todo voy a preferir mi dependencia, he sobrevivido ante tantas cosas y esto es una prueba más, tengo que adaptarme a estas nuevas condiciones, aunque sea en un país diferente, sin mi familia ni amigos
- sí, lo entiendo, tengo que entenderlo, no es mi realidad y me cuesta un poco asimilarlo, ahora siento que he sido un poco egoísta, te puedo ayudar con tu arriendo
- Me has ayudado bastante, voy a estar bien
El tiempo logró que ambos pudieran ver lo diferentes que son y que juntos se sentían en un revoltijo, y pasó lo inevitable. Mara, salió una mañana y nunca más volvió, sus planes eran otros y sin darse cuenta, marcaría algo fuerte en su vida y corazón.
Llegaron los 90 y junto a ello, la democracia en Chile, Mara volvió a su país y sus querencias no solo eran deseos, sino deberes, comenzando así, una búsqueda incansable. En resumidas cuentas, Mara volvió a su antigua casa, donde pudo ver que estaba demolida y en aquel terreno vació, aún se veía a ella misma y a su familia. Fue estremecedor ver aquellos hallazgos, aún se podía ver en su habitación, escuchando algún cassette, mientras que su tía veía la novela con la Jose, quiso llorar y no podía dejar de pensar que ella debió de estar ahí, junto a ellas, pero había pasado por tanto, que aquello era una prueba más, aún no se daba por vencida.
Mara despertó con un estruendoso sonido, el cual avisaba a los pasajeros del tren que habían llegado a su nuevo destino, miró por todos lados desde su ventana y solo recordó ese olor a lluvia que le recordaba un trozo de su infancia, la infancia donde fue feliz, después de haber vivido aquel infierno en el hogar de menores.
- Sí, la pinté hace poco
- Se ve diferente, casi ni la reconocí
- Le hice muchos arreglos, ya sabes, la casa es media antigua y no quería que se viera como embrujada - Me reí junto a ella - Ame, sé por lo que has pasado, yo... no tengo problema en que te quedes
- Yo sé, tía, pero tengo que ir donde la Jose y mi tía
- Sí, mi amor, pero tienes que descansar, las puedes llamar mañana.
Esa noche, Mara sintió que durmió tranquilamente después de muchos años, sabiendo que su familia estaba bien y que ya no había nada inminente a lo que enfrentarse, más que el hecho de volver a verlas.
- Pero y ¿cómo te fuiste pa' llá? ¿qué hiciste? ¿Cómo saliste del país?
- Ay tía son muchas preguntas, mejor hablamos cuando esté allá
- Sí mi amor, tenemos tanto de que hablar
- Sí tía, yo sé, quiero puro verlas, la Jose debe estar grande
- Si po, siempre se acuerda de ti, no le he dicho na' que vienes, va a ser sorpresa
- ¿En qué curso está?
- Ya pasó a Octavo
- Casi adolescente, camino pal liceo
- Si po, ya anda saliendo
- Pero allá es más tranquilo
- Bueno sí, pero igual me preocupo po, crecen muy rápido, tú por ejemplo, no puedo creer que ya estás en la universidad
- Estuve, tía, estuve
- Pero vai a seguir, si eso que pasó no fue cosa de nosotras
- Sí, voy a volver a estudiar
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Girando En Espiral
FanfictionUna joven trabajadora conoce al ídolo del momento y frente a esto, se torna todo de forma extraña, dañando y cambiando sus planes futuros.