Capítulo 4
"Siguiendo con mi plan original"
Harold:
No he podido olvidar la expresión ni la sensación de verle de nuevo. La vida aquella noche me había restregado el resultado que había obtenido al jugar con sus sentimientos tiempo atrás... Y ahora era yo quien sufría también por ello. Cuando pensé que marcharme lejos la alejaba de mi vida, simplemente le regresaba siendo la prometida de uno de mis compañeros de juego. Y todo hacía ver como si caminase de reversa y no hacia adelante.
—¿Todavía no te has levantado de la cama?—me preguntó Niall, al llamarme. Había tardado en contestar.
—¿Qué quieres, Niall?
—Saber cómo amaneciste...
—¿O si aún estaba vivo?—expresé con cierta ironía.
—Puede ser...—dijo y pude escuchar su risa.
—Bien... Ya comprobaste que sigo vivo.
—Sí, ya veo... ¿Paso por ti en media hora?
—¿Para qué?—dije con fastidio al ver el reloj de la mesita de noche.
—¿Lo has olvidado?—expresó con extrañeza—. Hoy almorzamos juntos...
—Que recuerde, nunca acordamos nada...
—Te va a hacer bien salir... Y más cuando mañana empezamos oficialmente con los entrenamientos en el equipo.
—Gracias por recordarlo...—expresé secamente.
¿Acaso no era obvio que era algo que ya sabía?
Me levanté a duras pena. Era consciente que nada me servía seguir acostado. Y si creía que seguir encerrado en las cuatros paredes de mi habitación, era la salida, pues me estaba engañando una vez más.
Entré al baño, después de quitarme la ropa. Abrí la ducha y me metí bajo de ella. Era tan relajante justamente en ese momento.
Ariana:
Me preparaba para tomar un avión de regreso a Los Ángeles. Solo había ido a Boston para acompañar a Robert ese día, en que sin saberlo, volveríamos a encontrarnos con Harold. Robert se encontraba allí.
— Siento mucho lo de anoche, si hubiese sabido...
—¡Hey! No ha sido tu culpa—le sonreí—. Ninguno sabía que él también entraría en el equipo. Es momento de dejar el pasado atrás ¿no te parece?... Ahora tengo que irme. Y no te preocupe, volveré pronto...—lo besé y me despedí, sin volver a mirar atrás.
Y aunque no mentía. Rogaba al cielo poder olvidar el enojo de saber que Harold se encontraba también allí.
Harold:
Me vestí y me prometí no verme tan patético esa tarde. Escuche el timbre de mi móvil y entendí que era Niall que había ya pasado por mí.
Salí y lo saludé, subiendo en el asiento de copiloto.
—Estoy bien...—dije irritado al ver cómo me observaba.
—No he dicho nada...
—No es necesario que lo digas... Sé en qué estás pensando. Y estoy bien. Ver a Ariana de nuevo no me hará querer cortarme las venas.
—Me alegra saberlo...—dio y se río, amando escuchar al Harold que él conocía.
El dolor era algo que podía guardarme para mí. Y me había hecho una promesa sincera. Aunque ella ahora volviese a cruzarme en mi vida. No había perdido las esperanzas de recuperar el camino de mi vida.
Entramos en un local de Foxborough. Me senté al frente de la ventana de ese lugar que daba hacia el jardín trasero y me distraje al ver a unos niños jugar allí.
—¿Puedo anotar su pedido?—dijo una chica rubia de ojos azules.
Me giré al escuchar su voz y al principio la confundí con Ariana. El corazón me latió, ¿acaso estaba teniendo una pesadilla?
—¿Se encuentra bien? Se ha puesto pálido...—dijo la chica preocupada.
—Estoy bien... Estoy bien...
Levanté la mirada y vi en su identificador su nombre: Valerie Evans. Y al fin me permití ver su cara.
Y por primera vez que me deslumbré por alguien que no era Ariana Becker.
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Dije que te Amaba... Pero mentí II
RomanceHarold Spencer ya no es aquel chico inmaduro que una vez aceptó una apuesta en la preparatoria. Decisión que ha pagado desde que se reencontró con su pasado. Con ella. Con la persona a la que rompió el corazón, sin pensar en el mañana y sin medir cu...