Capítulo 20
"El sonido de un corazón herido"
Harold:
La noticia que tanto temía llegó una semana después. Robert no había podido soportar todas las heridas que había sufrido, sin embargo, había logrado luchar y soportar lo que más había podido para despedirse de Ariana. No me encontraba allí cuando había sucedido. Me había enterado por Valerie y por Simon. Él había despertado y había rozado su rostro. La había mirado a los ojos y le había hablado. Para luego decirle adiós...
Saberlo había sido un golpe duro en mi alma. Deseaba cambiar de lugar, siendo consciente que él no merecía morir de esa manera. Respiré profundamente. En mi cabeza sólo podía girar aquella súplica que él me había pedido, antes de perder el conocimiento.
Me sentía abatido. ¿De qué manera podía cuidar a alguien a quien había lastimado tiempo atrás? ¿Cómo podía cumplir una promesa impuesta por las circunstancias, cuando en medio había un corazón herido? Sabía que era imposible... No, no podía cumplirla. No estaba en mis manos acercarme de nuevo a Ariana y obligarla a soportar de nuevo mi presencia.
Una semana después del funeral de Robert, recibí una visita de un viejo amigo. Sabía que todo aquello me había afectado más que a cualquier otra persona, exceptuando a Ariana y la familia de Robert, porque había sido testigo presencial de sus últimos días. Y a pesar de todo, me había visto rogar por su salud. No quería que muriera. Sólo deseaba que él fuese feliz con Ariana.
—No has salido desde el funeral de Robert... Ni siquiera te fuiste de viaje como lo habías planeado. ¿Cómo estás?—me preguntó Simon preocupado.
—No le vi sentido el irme...Y más cuando estuve allí y fui testigo de cómo es la vida tan frágil...
—Lo supuse, por eso he venido... No es bueno que sigas torturándote por eso.
—Siento que pude hacer más... No sé... Quizás...
—Hiciste lo que pudiste... Por suerte estabas en la misma carretera cuando sucedió el accidente. Robert se sintió protegido al estar con un amigo. No estaba solo. Tú estuviste allí...
—No hay día que despierte deseando que fuese sido yo, en vez de él...—coloqué mis manos en mi cabeza—. No es justo que hubiese muerto. Él se merecía envejecer junto a Ariana. Cumplir todos sus sueños...
—No podemos hacer nada, Harold... La vida es así. Sigue avanzando y tú sigues aquí.
—¿Para qué? ¿Para cumplir una promesa que no puedo cumplir?
—¿Qué promesa?—me miró Simon con curiosidad.
—No importa...—expresé después de haberme arrepentido por hablar de más.
—Robert te pidió algo, ¿es eso lo que te preocupa? ¿Qué te hizo prometerle?
—Simon, por favor, no quiero hablar de eso...
—¿Te pidió cuidar a Ariana, verdad?—le escruto con la mirada, sabiendo que estaba en lo correcto.
Al ver que no hablaba, comprendió que había sido aquello que me preocupaba.
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Dije que te Amaba... Pero mentí II
RomanceHarold Spencer ya no es aquel chico inmaduro que una vez aceptó una apuesta en la preparatoria. Decisión que ha pagado desde que se reencontró con su pasado. Con ella. Con la persona a la que rompió el corazón, sin pensar en el mañana y sin medir cu...