Dije que te Amaba... Pero mentí II

Capítulo 12 : "¿Puedo hablar contigo?"

Capítulo 12

"¿Puedo hablar contigo?"

Harold:

    Había sido una semana agotadora para mí. Me había convertido en el centro de atención en las noticias deportivas, unas positivas, otras no tanto. Y todas llevaban a mi desempeño como el quaterback sustituto, mientras Steven Clinton estaba de reposo.

   En una de esas ocasiones, había celebrado con el equipo una victoria que habíamos tenido sobre Denver Broncos. No había sido para nada fácil. Realmente se nos había hecho difícil y habíamos sufrido para conseguirlo. Un touchdown de Robert, en conjunto conmigo, había logrado aquella victoria. Él había salido en sustitución también de otro jugador y habíamos hecho un juego en conjunto.

—¿Irás a celebrar con nosotros?—me preguntó Nathan, cuando nos encontrábamos en los vestidores—. No se aceptan negativas... ¡Éste ha sido el mejor juego en conjunto que he visto! ¡Los medios no dejaran de hablar de ese gran touchdown!

—Nathan...—dije haciendo que no le prestaba tanta importancia y siendo honesto, la gran parte la había hecho Robert—. No exageres...El trabajo lo realizó Robert...

—Sin tu ayuda no lo hubiese logrado... Si no hubiese sido un trabajo en equipo, no hubiésemos logrado la victoria.—expresó Robert al darme una palmada en la espalda—. ¡Y claro que iremos todos a celebrar! ¡Yo invito y no se aceptan negativas!

Ariana:

    Me encontraba junto a Jennifer, mientras esperábamos que salieran tanto Robert como Simon. Aunque eventos como ese, me recordaban también los días en que Harold y yo salíamos.

—¡Ya están saliendo!—me informó mi amiga, mientras ella le sonreía a Simon y corría a sus brazos.

    Y aún podía recordar ese amor-odio entre ellos, cuando la vida les hizo compartir laboratorio de biología cuando estudiábamos juntos. Aunque aquella "casualidad" había tenido un fin que era mejor ya no recordar.

—Hola amor...—me dijo Robert al abrazarme—. Los chicos y yo iremos a celebrar nuestra gran victoria contra Denver Broncos, ¿quieren acompañarnos?

—Si me lo pides de esa manera, ¿cómo puedo negarme?—le sonreí, mientras él luego me besaba con ternura, sin saber que Harold nos veía desde donde se encontraba. Lamentándose, una vez más, de que no fuese él. Nuestra historia había acabado tiempo atrás. Y él debía seguir viviendo con ello.

Harold:

   Los miré y sentí como el mundo se me venía encima. Haciéndome que me preguntará si llegaría el día que me acostumbraría a momentos como ese. Yo había arruinado todo tiempo atrás, y allí, en frente de mí tenía las consecuencias de mis errores.

    Y nada podía remediarlo jamás.

    En el bar en el cual siempre nos reuníamos cuando jugábamos en casa, había sido nuestro lugar de reunión. Decidí mantenerme a distancia, a pesar de que los chicos querían hacerme el centro de atención, de la misma manera que lo habían hecho con Robert. Pero yo no quería serlo. Ya no era ese Harold que disfrutaba siéndolo cuando llevaba a mi equipo a la victoria en la preparatoria, o en la universidad. Había cambiado. Y sólo quería la paz de estar solo en mi habitación.

—Iré un momento al baño...—me excusé en frente de Nathan, quien se había unido con su novia.

    Pero sólo lo que busqué fue un momento para mí. Lejos de todo el bullicio del momento.

—¿Podemos hablar?—preguntó alguien al verme en mi lugar secreto, mientras me encontraba de espalda, observando el paisaje nocturno de Boston desde la terraza.

    Me giré sorprendido, consciente de quién era, y la única verdad que podía decir era que por mucho tiempo que estuviese lejos de ella, podía recordar su voz. Era una marca que se había adherido a mis recuerdos.

Ariana:

    Sabía que me arrepentiría de aquello después, pero no había podido evitar ver su actitud. Se mantenía distante y retraído al verme allí. Sentía pena por él, cuando era consciente que no quedaba ni un poco de resentimiento ni de odio dentro de mí. Incluso, por un momento había observado al Harold triste que había visto en una ocasión, cuando ambos estudiábamos juntos y su vida familiar era un misterio para mí. Era un tema que siempre me evadía, tratando de disimular aquella tristeza y aquel vacío que yo siempre miraba en sus ojos.

—Me gustaría hablar contigo, si me lo permites.

—¿Conmigo?—preguntó asombrado.

—No veo a nadie más en este lugar. Solo a ti...—sonreí un poco—. Sólo he venido para decirte...

—Siento mucho si te he hecho sentir incómoda con toda esta situación...—me interrumpió, sin saber a qué había ido hasta ese lugar—. Yo realmente...

—¡Harold!... ¡Para!... He venido a hablar contigo.

—¿Sobre qué?...

—¿No crees que si me dejarás hablar finiquitaríamos con todo esto?

—Bien... Solo que simplemente quería que supieras que...

—Ya lo sé... Sólo he venido a confirmarte que he levantado mi bandera blanca. Que he decidido dejar el pasado atrás. Por el bien de ambos... Por lo que por favor, reúnete con los demás. Y disfruta te la victoria que han tenido... Robert te lo agradecería. Yo te lo agradecería... Hazme creer al menos que no me estoy equivocando al perdonarte. ¿Lo harías?

—Sí...—dije admirándola en mi silencio.

—Estamos en manos, entonces...

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