Capítulo 6
"Bienvenida oportunidad"
Harold:
Dejé los días avanzar, de la misma manera en que lo había aprendido tiempo atrás. Pero en esa ocasión, había tomado una costumbre nueva. Solía ir en las mañanas a aquel lugar en donde había ido a comer con Nathan una vez.
Y empecé a contemplar, desde lejos, a aquella chica que una vez me había atendido. No entendía por qué. Pero me agradaba verla sonreír, aunque no me sonriera a mí.
—Hola...Buenos días. ¿Desea algo más? —me preguntó al acercarse a mí, llamando mi atención, como si pudiese leer mis pensamientos.
—No...—dije todavía algo pensativo—. ¿Te llamas Valerie? —inquirí tontamente, sintiéndome como si fuese la primera vez que hacía eso.
—Creo que mi identificación dice mi nombre...—se sonrió con cierta picardía, burlándose de mí—. ¿Eres nuevo aquí? Ya te he visto un par de veces, pero no eres una cara común.
—Sí...—admití.
—Ya veo... ¿Jugaras esta temporada con los New England Patriots? —preguntó al ver mi bolso, por mera educación, no porque se sintiera entusiasmada.
—Sí...Estaré en prueba esta temporada. —escuché que la llamaban y ella se giraba, todavía sin tener intenciones de marcharse—. Si tienes que irte, tranquila. Perdona si te he quitado un poco de tiempo. Espero que no te llamen la atención por eso...
—Tranquilo, el negocio es de mis padres, por lo que no me pueden despedir por estar hablando con un cliente en hora de trabajo...—sonrió y esta vez me sonreía a mí—. Entonces, ¿estarás de prueba esta temporada? ¿Qué posición jugaras?
—Seré el quaterback auxiliar...
—¿El quaterback auxiliar? Será interesante ver como Steven Clinton te da esa oportunidad... Por cierto, ¿cómo te llamas?
—Perdona, es cierto, aún no te he dicho mi nombre... Soy Harold Spencer.
—Encantada...—extendió su mano y yo hice lo mismo—. Aunque ya lo sabes, soy Valerie Evans. —miró su reloj, como si de pronto hubiese recordado algo—. Disculpa, lo he olvidado. Tengo que salir temprano hoy... Debo llegar temprano a la academia en donde estudio.
—¿Academia?
—Estoy en una academia de baile... Pronto seré una gran bailarina y estaré participando en grandes musicales. Hoy me darán la noticia de si quedé entre las mejores.
—¿Bailas?
—Sí...—sonrió y luego se despidió de mí.
Me quedé estático. ¿Acaso podía haber más casualidad entre Ariana y ella?
—¡Estás exagerando!—me dije entre diente y decidí pagar mi cuenta y marcharme de allí.
Ariana:
Me había preparado para una cosa y resultó que me habían llamado por otra cosa. Bueno, así era la vida y era parte del vivir. Nunca todo lo que queríamos se nos da, o al menos, eso era lo que había aprendido en mi vida.
Había ido a aquella academia de baile, donde me habían citado. Había esperado que me dijeran que el puesto de profesora me lo habían dado a mí. Pero no, no lo había conseguido.
—¿Entonces? No entiendo...—le pregunté a la chica que me atendía en ese momento. Que era cinco años mayor que yo.
— ¿No le explicaron que había sido seleccionada entre los bailarines que audicionaron?
—¿Quedé elegida? —expresé sorprendida.
—Sí...—expresó con asombro. ¿Acaso no era lo que esperaba? ¿Por qué, entonces, me sorprendía? —. Ya le haré el anuncio correspondiente de que está aquí. Puede esperar. Tomé asiento.
Me senté y esperé que me explicaran todo mejor. Aunque no era la única que esperaba en aquel lugar. Había visto a muchos de los que había visto audicionar ese día en que había asistido allí, excepto a la chica que me había animado a darme una oportunidad. Total, una parte de mí, había deseado conseguir una oportunidad que me llevara a Boston. Y era lo que había conseguido. Lamenté no haber visto a la chica que me había recordado a mí en el pasado. Esperaba poderle ver algún día y agradecerle. ¿Habría conseguido también ella una oportunidad?
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Hola a todos mis lectores, gracias por su paciencia, sé que he demorado mucho en subir. Estoy tratando de ponerme al día. Gracias también por sus lecturas, votos y comentarios. Saludos...
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Dije que te Amaba... Pero mentí II
RomanceHarold Spencer ya no es aquel chico inmaduro que una vez aceptó una apuesta en la preparatoria. Decisión que ha pagado desde que se reencontró con su pasado. Con ella. Con la persona a la que rompió el corazón, sin pensar en el mañana y sin medir cu...