Capítulo 11
"Serás el nuevo Quarterback"
Harold:
Aquella noche regresé con la mitad de corazón que tenía, sintiendo aquella como una nueva puñalada de la vida.
Bueno, era lo que realmente me merecía. No podía culpar a la vida de todo aquello que me ocurría. Y entré de nuevo en mi casa. Sintiendo el vacío al no tener nadie que me recibiría. Aunque vivir allí no había marcado la diferencia. Siempre había sido así en mi adolescencia, aunque la cocinera que habían contratado mis padres siempre había estado pendiente de mí.
Me quité la ropa y me dirigí al baño, necesitaba tomar una ducha fría, antes de irme a acostar. Los pensamientos seguían aturdiéndome. Y necesitaba acallarlos de alguna manera.
—Duérmete Harold...—me expresé una hora después, de haberme acostado.
Ariana:
Después de despedirme de Robert, tomé una ducha fría y luego me hice una taza de té. Tomé un libro, buscando con ello dejar de pensar y concentrarme en la lectura del libro que había tomado. Sin embargo, lo que menos hice fue leer. Seguía sorprendida por lo pequeño que podía ser el mundo. Sin quererlo, Harold y yo habíamos coincidido en un mismo lugar. Y por primera vez sentí pena por él, porque temía saber cómo se había sentido al verse de más en aquel lugar, cuando se había tenido que sentar solo.
—Es mejor que me vaya a dormir...—dije al ponerme de pie, llevando la taza al fregadero para lavarla. Luego me fui a casa.
Harold:
Los días avanzaron, mientras yo seguía con mi vida, teniendo una vida social. Al mismo tiempo, en que me reunía en ocasiones con Valerie. Sorprendiéndome cada vez más lo curiosa que solía ser y cómo había tenido que evadir muchas de sus preguntas. Sin embargo, un día comprendí que si deseaba ser honesto con ella y ser su amigo, decía decirle la verdad.
—Estoy bien, Harold...—expresó mientras su rostro me hacía ver su asombro—. Siempre me advirtieron que mi curiosidad me podía llevar a algo que no quisiese escuchar. ¿Conoces a Ariana Becker? ¿Es ella de quien me hablaste esa noche?
—Sí...
—Ahora entiendo su expresión cuando le mencioné que te había invitado... Y creo que debí ahorrarme otro comentario que estaba de más.
—¿Cuál?
—Que eres un chico atractivo... Y que por eso te había invitado.
—Ariana es una gran persona... Simplemente fui un idiota al no verlo antes. Y cometí mis errores...
—Ve el lado positivo... Has cambiado...
Le sonreí tras aquel comentario y seguimos nuestro paseo, comprendiendo que ella me aceptaba como era. Incluyendo mi pasado.
Una mañana me encontraba en el campo, en un nuevo juego, había visto a Steven Clinton caer herido en el terreno de juego con New York Jets. Y cómo lo habían sacado de aquel campo de juego debido a una lesión en el hombro derecho. El entrenador había gritado mi nombre, al notar mi conmoción. No necesitaba que me lo dijeran. Sabía lo que tenía que hacer.
—Spencer, ahora ocuparas el lugar de Steven Clinton. Serás el nuevo quaterback.
Y por primera vez sentí una gran responsabilidad. Era el quaterback auxiliar, eso lo sabía muy bien. Pero en ese instante, quien debía ocupar ese lugar de quarteback o Mariscal de campo, se encontraba herido y no sabía por cuanto tiempo.
Y allí salí al escenario que me esperaba. Ocupando aquel lugar nuevamente. Y no era un juego de prueba, ni mucho menos un juego entre universidades. Me coloqué mi casco y salí al terreno, mientras el resto de mis compañeros, que se encontraban aún en banca, me animaban.
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Dije que te Amaba... Pero mentí II
RomanceHarold Spencer ya no es aquel chico inmaduro que una vez aceptó una apuesta en la preparatoria. Decisión que ha pagado desde que se reencontró con su pasado. Con ella. Con la persona a la que rompió el corazón, sin pensar en el mañana y sin medir cu...