-No tienes por qué tener miedo.
-Acaso no ves mi cara- Indicó su cara llena de moretones y cicatrices.
-Eso no va a volver a pasar.
-Lo dudo.
-Hable con Martin.
-¿Ahora es tu amigo?- Me miró molesto.
-No, digo no sé.
-Al parecer sí, te vi de lo más feliz caminando junto a él- Sacudió su cabeza- Martin consiguió lo que quería- Se dio vuelta y siguió caminando.
-No entiendo- Corrí y lo alcancé.
-No entiendes por qué escuchaste la versión de Martin acerca de lo que paso... pero no has oído la mía.
-Cuéntame la tuya entonces- Dije sentándome en el pórtico de una casa que estaba en venta.
-¿Me vas a creer?- Se sentó con cuidado a mi lado.
-Te lo prometo.
-¿Recuerdas cuando en la fiesta yo salí corriendo?
-Sí... ¿Fuiste a buscar a Martin, no?- Él asintió con la cabeza.
-Estuve mucho tiempo buscándolo y al final lo encontré a las afueras de la fiesta tirado en el piso- Dejó de mirar sus manos para encontrarse con mis ojos- Él al verme se paró rápidamente, me golpeo en la cara y me dijo "Esta es por todas las que me debes". Después de eso se desplomó en el piso y para mi mala suerte justo en el momento que los de su pandilla llegaban.
-¿Pensaron que tú le habías hecho eso?
-Sí- Asintió lentamente- Entre los ocho me golpearon hasta cansarse y luego se fueron pero antes me dijeron que si me acercaba otra vez a Martin me romperían a palos.
-¿Qué tiene que ver eso conmigo?
-Mientras yo este contigo Martin siempre estará en el medio interfiriendo.
-¿Por eso no puedes estar conmigo?
-Sí- Miró hacia el frente evitando mi mirada- Nunca sentí tanto miedo en mi vida.
-Martin me contó lo mismo que tú me dijiste- Él me miró desconfiado.
-¿De verdad?
-Bueno no con tanto detalle pero me dijo que no se arrepentía de haberte pegado sino que se arrepentía de que sus amigos se hubieran desquitado contigo.
-Sí que se desquitaron- Rodó los ojos y se quedó callado- Espera... ¿Fuiste a hablar con Martin al callejón?- Se giró impulsivamente.
-Sí.
-¿¡Cómo se te ocurre ir sola para allá!?- Me tomó por los hombros.
-Fui con Carter.
-¿Con Carter?- Preguntó soltándome molesto.
-SÍ.
-¿Por qué con él?
-¿Con quién más querías que fuera?- Cameron no dijo nada y se quedó en silencio- Nadie te va a hacer nada.
-No estoy tan seguro de eso.
-Puedo hablar con Martin y...- Me interrumpí a mí misma al ver como Cameron se ponía la capucha y con la bufanda se cubría parte de la cara.
Miré raro a Cameron pero él solo miraba a un punto fijo al otro extremo de la calle, con mi vista seguí su mirada y lo único que vi fue a unos cinco chicos riendo felices mientras caminaban.