Capitulo 25

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-¡Es que los voy a matar!- Martin corrió furioso hacia la puerta.
-¡No vayas!- Cameron lo agarró del brazo pero lo único que obtuvo fue un golpe que lo dejó pegado en la muralla.
-No vayas- Sandy me soltó y lo miró- Por favor quédate conmigo.
-De acuerdo- Se acercó a ella y besó su frente.
-No puedo creer que te hayan hecho eso- Mis ojos se aguaron.
-Ni yo- Cameron me abrazó- Son unos malnacidos- Miró fijamente a Martin- Deberías tener más cuidado con tus amistades.
Martin no contesto y tan solo llevó cuidadosamente a Sandy al baño.
-¿Quieres que nos quedemos?- Preguntó Cameron.
-Por favor- Murmuró la chica mientras Martin con un paño echaba agua en su espalda- ¡Auch!
-Lo siento.
-Cameron... ¿Podrías ir a buscar el botiquín al lugar de siempre?
-De acuerdo- Respondió ante la orden de Martin.
-¿Necesitas ayuda?- Entré al baño.
-Por favor- Me extendió el paño- Iré a buscar algo para beber.
-¿Ahí está bien?- Pasé el paño sin ejercer demasiada presión.
-Sí- Miró al piso- No sabes cuánto te envidio.
-¿Qué envidias de mí?
-En los dos años que estuve con Cameron él jamás me dijo que me amaba.
-Conmigo tampoco lo ha hecho.
-Sí lo hizo, en mi fiesta- Hizo una mueca- Lo oí todo.
-Ah... Pero él estaba borracho, así que no cuenta.
-No tienes ni idea de las veces que lo emborraché esperando que por lo menos en ese estado me lo hubiese dicho, hubiera dado todo por aquellas palabras.
-Lo lamento.
-No tienes por qué lamentarlo, no es tu culpa... Es mía.
-No tienes la culpa de que él jamás te haya dicho... eso.
-Sí, mi error fue enamorarme de él sabiendo que solo buscaba popularidad.
-Buen punto- Miré su espalda que aun sangraba.
-I keep bleeding, keep, keep, bleeding love...- Comenzó a cantar.
-¿Sangrando amor?- Reí.
-Sí- Dio una pequeña risotada- Literalmente estoy sangrando amor.
-¿Sangrando amor?- Apareció Martin con una...
-¡Mi moca cola de dieta!- Sandy desesperada abrió la lata.
-¡Aquí está!- Se oyó a Cameron escaleras abajo.
-Al fin- Rodé los ojos.
-Oye- Se acercó para besarme pero lo detuve-¿Qué pa...- Se calló al comprender porque sus besos eran negados.
-Creo que es tarde, deberían irse.
-¿No te enseñaron modales?- Sandy le extendió a Martin la lata ya vacía- Se nota que has vivido con papá toda la vida.
-Y de nuevo con el mismo tema, supéralo enana.
-No entiendo nada- Negué con la cabeza.
-¿Cameron m no te dijo?
-¿No me dijo que?
-No, no me pareció que le importaría- Cameron se encogió de hombros.
-¿¡Decirme qué cosa!?- Dije ya exasperada.
-Que lamentablemente somos hermanos.
-Oye- Sandy le dio un manotazo.
-¿De verdad?- Todos asintieron- ¿Quién es mayor?
-¡Yo!- Respondieron ambos- ¡No, yo!
-¿Cómo no saben quién nació primero?
-Son mellizos- Aclaró Cameron.
-Wow, siempre quise tener un mellizo.
-No es la gran cosa.
-Para alguien quien es hija única como yo sí que lo es.
-Te comprendo- Cameron rodeó mi cintura- También siempre quise tener hermanos o hermanas.
-Una duda... ¿Por qué tú vives aquí y Sandy... no aquí?
-Vivo con mi padre y Sandy con mi madre- Comenzó a untar alcohol en un algodón.
-¿Y dónde están ellos?
-Larga historia, quizás después te la cuen... ¡Auch!- Se quejó al sentir el algodón contra su espalda.
-Perdón.
-¿Te metiste con la hermana de tu amigo?- Le susurré a Cameron.
-Mmm... sí.
-Entiendo porque Martin te odia.
-Se supone que tu estas de mi lado.
-No, yo estoy del lado de la justicia- Posé como superhéroe.
-Tontita- Besó mi mejilla.
-Listo- Murmuró tras terminar de curar la espalda de su hermana.
-No quiero ir a casa- Se puso la polera.
-No te dejare salir nunca más sola- La abrazó.
-¿Qué hacemos ahora?- Me susurró Cameron.
-Mmm... ¿Nos abrazamos?
-O si quieres nos besamos- Susurró sensualmente en mi oído.
-Aquí no.
-¿Quieren quedarse?- Preguntó Sandy.
-No lo sé, quizás...- No alcancé ni a acabar para cuando Sandy me agarro del brazo y me llevo escaleras arriba- ¿A dónde me llevas?
-A mi ex cuarto- Abrió una puerta
- Nunca había visto tanto rosa en mi vida- Abrí la boca sorpendida.
-Tenía diez años, amaba el rosa.
-¿Por qué me trajiste aquí?
-Mira...- Se sentó en la cama- Conozco a Cameron- Me senté a su lado- Él no se irá si tú no vas o sea que...
-¿Esperas que se reconcilie con Martin?- Inferí.
-Exacto- Me guiño un ojo.
-¿De verdad eso quieres?- Vi como caminaba hacia una puerta enorme.
-Sí- Se sacó la polera- Después de lo de hoy- Su rostro se tornó triste- Necesita nuevos amigos.- Se puso un vestido calipso sobre los shorts azules que llevaba.
-¿Quieres un abrazo?- Ella asintió.
-No puedo creer que te esté abrazando- Me apretó con fuerza.
-Lo mismo digo- Reí.
-Aún no me agradas del todo.
-¿No?
-No- Negó con la cabeza- Eres muy linda conmigo pero aun así me quitaste a mi hombre.
-Técnicamente no te lo quite- La solté.
-Lo sé pero... tú me entiendes.
-De acuerdo.
-Vamos, estoy segura que tu actuarias de la misma forma conmigo si es que los papeles estuvieran inversos.
-Tienes razón- Sonreí.
-¿Quieres quedarte a dormir?
-No sé.
-No vas a molestar, necesito dormir con alguien o sino tendré pesadillas.
-Me prometes que no me harás nada malo mientras duerma.
-¿Qué te podría hacer? Ni siquiera puedo moverme sin que me sangre la espalda- Se subió con cuidado a la cama.
-Buen punto- Ambas nos quedamos en silencio- ¿Quieres acostarte ya?
-Sí.
-Ok.
Me paré y fui a apagar la luz. Ambas nos acostamos sobre las sabanas ya que como era verano no hacía falta taparnos.

-Linda- Sentí unas manos rodear mi cintura.
-¿Ah?- Me di vuelta y él me tapo la boca para que no gritara.
-Ven conmigo- Me tomó en sus brazos sin sacar su mano de mi boca.
Estaba tan dormida que ni siquiera me quejé de que me hubiese despertado y tan solo recosté mi cabeza en su hombro mientras me relajaba por el balancear de su caminar.
-Aquí estarás mejor- Me dejó sobre una cómoda cama.
-No- Tomé el brazo del castaño.
-¿Qué pasa?- Acarició mi rostro.
-Quédate a dormir conmigo- Me corrí haciéndole un espacio.
-¿Eso quieres?
-Sí- Lo tiré a la cama.
-Me encantas...- Me rodeó con sus brazos la cintura.
-¿De verdad?- Descansé mi cabeza en su pecho.
-Como no tienes idea- Alzó mi rostro- Si pudiera créeme que te lo demostraría- Pensó un momento- ¿Sabes qué? Te lo demostrare...- Tomó mi cara y me besó tiernamente.
Con ese beso la temperatura normal de mi cuerpo se elevó por cielos, ya no era un beso tierno, era un beso lleno de pasión y deseo. Él con cuidado sobre mí y llevó sus besos directamente a mi cuello.
-¿Te gusta, no?- Susurró en mi oído.
-Sí- Cerré los ojos.
-Di mi nombre hermosa.
-Martin...

*****
Hahaha wtf!? Martin? Pinche Rayita. Bueno, es unos minutos les subo otro capítulo y mañana por la noche otro, ya que esta y tal vez la otra semana no pueda, vienen los exámenes finales y mi graduación. gracias por votar por la novela, enserio de los agradezco. xoxo

Electric Shock - Cameron DallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora