-¿Aquí?- Pregunté con una sonrisa.
-Sí, cuando nos quedamos sin gasolina.
-Ah- Hice una pausa- ¿Qué paso con tú auto después de eso?
-Mi mamá lo vino a buscar luego de dejarnos en la fiesta- Se metió en el estacionamiento subterráneo del centro comercial.
-¿Qué hora es?
-Son las doce con treinta y siete minutos- Dijo luego de detener el auto- ¿No trajiste tu teléfono?
-No, me acabo de dar cuenta- Reí ligeramente.
-Tontita- Se sacó el cinturón de seguridad y se acercó para besarme.
-¿Ahora soy tontita?- Protesté a milímetros de sus labios.
-Shhh...-Puso su mano en mi mejilla y juntó nuestros labios.
-Me gusta que me calles- Acaricié su cabello.
-No tengo problema en hacerlo cundo quieras- Me cerró un ojo.
-¿Sabes qué? Me dieron ganas de jugar- Abrí la puerta.
-¡No!- Me volteé a verlo- Ciérrala- Le hice caso y cerré la puerta- Espérame- Se bajó y segundos después apareció a mi lado abriéndome la puerta- Ahora sí- Me extendió la mano.
-Gracias- Dije entrelazando mis dedos con los suyos.
-De nada hermosa- Cerró la puerta y le puso alarma al auto.
Caminamos hasta el ascensor y llegamos a la primera planta del centro comercial.
-Mira esa tienda- Apunté la tienda donde habíamos comprado su traje.
-Es la del traje de astronauta- Apretó su mano contra la mía.
-Lo sé- Reí viendo como nos acercábamos a la salida- ¿Por qué estamos saliendo?
-Porque los juegos están afuera- Besó mi mejilla.
-¿Entonces por qué no te estacionaste afuera?
-Porque no se me ocurrió- me mostro su hermosa sonrisa.
-Cameron eres un ton...- Me callé al ver al lugar que me había traído- ¿Es una broma?- Reí al ver las enormes bolas de plástico.
-No, vamos a rodar- Me llevó hacia allá.
-¿Cómo hámsteres?
-Sí- Afirmó orgulloso.
-Hola- Saludó el guapo y alto moreno- ¿Quieren usar una?
-Sí- Asintió Cameron apegándome a él para marcar territorio.
-¿Vas a pagar ahora o después?
-Ahora- Me soltó la mano para sacar la billetera de su bolsillo.
-Son dos bolas, o sea sería...
-No, vamos a usar una- Él chico y yo miramos a Cameron asombrados.
-Lo siento está diseñado para una persona así que no se pue...
-Toma- Lo interrumpió pasándole dinero.
-Te alcanzan para tres bolas por media hora- Dijo contando el dinero.
-No- Negó Cameron con la cabeza- Me alcanza para meterme en una bola por media hora con ella- Me abrazó por la cintura.
-Está bien- Alzó las manos y corrió a buscar una bola vacía.
-¿Así que valgo dos bolas gigantes?- Reí y puse mis manos en su cuello.
-Y sesenta minutos- Pasó su nariz por mi mejilla y me dio un beso fugaz.
-Emm...- Se oyó un falso carraspeado- Aquí esta- Dijo abriendo el gran cierre de la enorme pelota transparente.
-Tú primero- Apoyó sus manos en mi cintura.
-Está bien- Con cuidado me metí en ella.
Cameron se metió después con un poco de dificultades ya que como había dicho el chico esto estaba diseñado para una persona, aunque Cameron es tan delgado que no ocupo demasiado espacio.
-¿Al mismo tiempo?- Le pregunté de pie afirmando sus manos.
-Sí. Uno, dos... tres- Dimos un paso y lo único que vi después fue mi cara contra la pared de la bola y a Cameron rodando junto a mí.
-¿Estas bien?- Me preguntó todo doblado dentro de la bola.
-Algo- Reí- Oh no- Dije al ver como un pequeño chico se acercaba a toda velocidad con su bola hacia nosotros.
-Demonios- La bola impacto contra al nuestra haciéndonos rodar, aunque eso no fue lo peor ya que en una de esas vueltas en la que nuestros cuerpos giraban sin rumbo alguno sin querer le toqué a Cameron algo que no tenía planeado tocar.
-Yo, emm... Lo siento- Me puse roja como tomate al igual que él.
-N...o importa- Tartamudeó cuando la bola se detuvo tras chocar con una muralla.
-Cameron- Dije viendo como todavía la sangre se encontraba acumulada en sus mejillas- ¿Me trajiste aquí para manosearme?- Reí.
-¡No! ¿Cómo crees?- Se rió- Aunque es muy buena idea- Le di un golpe en la cabeza.
-No me pegues- Puso carita tierna.
-Esponjosito...- Lo miré conmovida y me acerqué para besarlo.
-¡No te muevas!
Demasiado tarde, luego de ese movimiento lo que vino después fueron vueltas... más y más vueltas, y para peor como éramos los únicos grandes ahí, todos los pequeños se fueron en nuestra contra y empezaron a hacernos girar y gira de un lado a otro, una y otra vez sin descanso. Tanto así que cuando pasaron los treinta minutos ninguno de los chicos que trabajaban ahí pudieron sacarnos, dado que los demonios -los niños- comenzaron a perseguirlos a ellos también.
-¡Ábrelo!- Le grité a Cameron viendo como los pequeños atacaban a uno de los trabajadores.
-Eso intento, pero no puedo moverme mucho- Yo sostenía sus piernas para que no se cayera- ¡Ahí está!- De a poco comenzó a bajar el cierre- Dame la mano- Me dijo ya afuera de la esfera.
Tomé su mano y pegué un salto para no mover la bola, lo logré pero al aterrizar Cameron y yo caímos al pasto.
-¿Estas bien?- Me preguntó con la respiración agitada.
-Sí- Respondí con su cara a centímetros de distancia.
-¡Ahí están!- Se oyó una aguda voz a lo lejos.
Rápidamente me paré de encima de él, y como flechas salimos corriendo en dirección a los adentros del centro comercial.
-Nunca más dejo que me lleves a jugar- Solté su mano.
-¿Por qué me sueltas la mano?- Preguntó cuándo habíamos entrado al supermercado.
-Tienes la mano húmeda.
-Me la secó si quieres-Comenzó a restregarse la mano por los pantalones.
-Es más fácil que haga esto- Me puse a su otro lado y le di la otra mano- Listo.
-Que inteligente eres- Apoyo su nariz en mi mejilla y luego la besó.
-¡Chicos!- Se oyó una voz conocida atrás de nosotros.
-¡Matt!- Dijimos al unísono después de voltearnos.
-¿Qué haces acá amigo?- Me soltó la mano y le dio un abrazo.
-Me mandaron a comprar.
-¿Quién?
-Los chicos- Rió- Ayer Nash y Shawn se quedaron en mi casa y ahora se creen con el derecho de mandarme a comprar comida para ellos- Giró los ojos- Hola ______- Sonrió besó mi mejilla.
-Hola Matt- Le devolví la sonrisa.
-¿Qué hacen ustedes acá?
-Larga historia- Dijo Cameron sin poder aguantarse la risa.
-Después me cuentas- Le cerró el ojo izquierdo- ¿Vas a ir a la fiesta?
-¿Qué fiesta?- Preguntó Cameron tomando de nuevo mi mano.
-La que va a organizar Sandy en su casa- Cameron me miró preocupado.
-No iré- Acarició mi mano con su dedo pulgar.
-¿Por qué no? Iremos todos.
-No gracias.
-Sí, es porque te resulte incomodo no te preocupes- Puso la mano en su hombro- Hoy me encontré con ella y me dijo que nos invitaba a todos incluyéndote a ti y hasta a _______.
-¿Eso te dijo?- Preguntó Cameron incrédulo.
-Sí, aunque me dijo que te odiaba pero que no por eso no te iba a invitar- Alzó los hombros- ¿Entonces que dicen, van o no?*******
Aviso:
Hola! Bueno sólo quería decirles que ahora subiré un capítulo cada semana, ya que casi no votan por ella, bueno también no tendré mucho tiempo de editar por la escuela y es mi último año en la secundaria y tengo que tener buenas calificación y así.
Los quiero y espero les siga agradando la novela :) xoxo