Cuando salió de la ducha, JungKook estaba acostado en su cama con las mantas entre sus dos piernas recogidas y la almohada abrazada a su pecho. Se recostó en el marco de la puerta mientras secaba su cabello. JungKook era de esos chicos naturalmente atractivos que no necesitan de ningún mantenimiento para verse encantador, le gustaba la forma de su cara y su cuerpo, estaba en forma y su olor a baya de mora azul absorbía cada uno de sus sentidos. Se tomó la libertad de respirar el celo de JungKook, sus pupilas se dilataron y el calor en su ingle era de mantenimiento. Aunque los supresores hicieron un gran trabajo, JungKook era uno de esos Omegas con su olor demasiado marcado para ser cubierto tan fácilmente, más el olor a sexo no hacía más que destruir todos los campos de investigación de JiMin. Era una excepción tan arrebatadora y excitante.
Sin pensarlo mucho, se posiciono al lado de JungKook, sostuvo su cabeza con su mano derecha donde descansaba su codo en la almohada restante y llevó su mano libre a la mejilla de JungKook. No sabía desde hace cuando empezó a tenerle tanto cariño a este chico. Tal vez fue hace dos años, donde él y JungKook se quedaron a prácticamente a solas en un karaoke en el centro de Seúl, sus amigos regados por distintas partes del cuarto privado, JungKook aburrido en un esquina ojeando su celular y tomando jugo de uva, mientras que JiMin se encontraba tomando soju tranquilamente y escuchando las incoherencias de TaeHyung recargado en su hombro. Ese día cantaron canciones viejísimas de Shinhwa y H.O.T, compitiendo quién se sabía mejer la letra y los bailes ridículos. Allí pudo ver la mejor faceta de JungKook, esa despreocupada y solemne, que cuando se trata de una Alfa, no se deja vencer o amedrentar ni un poco. O quizás fue hace unos meses, cuando JungKook ya no podía ocultar muy bien lo que sentía y el cizañero de YoonGi le contó de sus sentimientos. Pero puede ser ese momento hace cuatro años: Jin le llevaba de la mano como un bebe, tenía su flequillo más largo que ahora, y saludaba a todos con la mano, no emitió ningún sonido hasta que Jin desapareció fuera de su alcance y necesitaba volver a casa, sorpresivamente le pidió su ayuda, después de dejarle en su casa JiMin no paraba de pensar que su risa era una de las mejores, a pesar de que sus chistes se asemejaban a los de SeokJin, no paró de sostener su estómago por ese tiempo. Y se sintió tan torpe y desubicado que valió la pena.
Jamás se hubiese imaginado que estaría justo ahora, acariciando su mejilla encima de su cama, viendo como estúpido el pausar de su respiración y amando cada una de sus expresiones: cuando pasa sus dedos por sus parpados o su nariz, cuando separa su labio inferior o cuando deja un beso en su frente, simplemente no pensó que estaría enamorado de Jeon JungKook. Puede que haya sido una posibilidad, pero, ahora que indaga más en ello, era una probabilidad bastante lejana, porque aunque tenían sentimientos latentes por el otro, a JiMin le gustaría ir despacio y JungKook era un chico tímido para coger las riendas por sí mismo. De alguna manera se saltaron el cortejo previo, las citas y las primeras reacciones. JiMin estaba seguro que a JungKook le gustaban esas cosas de Betas innecesarias y dificultosas, le complacería, no iba demasiado rápido y a él también le gustaba ver las respuestas de JungKook, dejándole pensando por las noches en los pequeños roces que le regalaba. Sabía tantas cosas del chico, que con lazo o no, estaba dispuesto a hacer todo lo que él quisiera. JungKook era una persona especial y necesitaba un trato maravilloso.
JiMin sabía que los supresores ocasionaban un gran letargo como efecto secundario. Por lo que dejó a JungKook. Se vistió informal y procedió a pedir algo de comer, dulce y lleno de harina, más café espumoso decorado con cocoa y canela. JungKook siempre desayuna esa clase de cosas en el celo.
Hace bastantes años, los cambia formas dejaron de existir debido a que ya no tomaban en cuenta las parejas destinadas, entonces las razas puras se perdían y los pensamientos cambiaban. Ya no eran seres de instinto, sino personas llevadas de la mano con el razonamiento sin perder la esencia de su naturaleza. JiMin sólo conoce un caso que se dio hace quince años, donde un pareja decidió dar su testimonio a the korea times, eran destinados pero fue totalmente diferente, ellos lo sabían desde el primer momento en que se conocieron, cosa que no sucedió con ellos. Y también, estaba un poco preocupado por los efectos secundarios que podría traer a su sistema el ser emparejado sin su extremo conocimiento, no hay mordida, no hubo un ritual de apareamiento, sólo algo netamente espiritual que JiMin no terminaba de comprender. Puede que incluso sea un malentendido y un presentimiento bastante fuerte le hubiera golpeado de la nada, justo en el momento para salvar a JungKook, pero, a pesar de esa teoría, no tenía como saber lo que su sangre llamaba estando cerca de JungKook, como si el sólo pensamiento de alejarse fuera imposible, incompresible y una total locura.
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Essenza (Jikook)《1》
FanfictionHace más de dos décadas los cambia formas dejaron de existir, permitiendo que la compañía Park se hiciera cargo de la industria médica/cosmética, ideal para controlar el orden e instinto animal. Sin embargo, se vera amenazada por un viejo contrincan...