Epilogo

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No pensaba que una cacería fuera tan gratificante como esto. Con las semanas que se acumulaban después del secuestro de JungKook, se supone que estaría listo para presentarse como Alfa oficial de la manada, se supone que las personas que no son cuestión de destino (como le llamaba SeokMin y todavía no estaba acostumbrado) deberían estar allí a su lado, que había arreglado las cosas con la manada y que estaba en proceso de hacer mejorías a Shadow Guard, en cuanto a estructura, gente, y costumbres. Que los hombres atacados se están rehabilitando, y que él tenía que asistir a una reunión con sus nuevos betas, además de arreglar el rechazo de sus amigos para venir a la manada. Tenía demasiadas cosas que hacer. Sin embargo, estar correteando a JungKook después de varios días de desprecio en su forma animal, era más divertido.

No fue sino hasta hace tres días que el lobo de JungKook se volvió a manifestar, llevaban intentándolo más de una semana para que el dolor en su espalda por el disparo fuera completamente sanado, pero por alguna extraña razón no podía. Todos decían que no tenía que forzarlo, que incluso era algo demasiado natural, que después de su primer cambio querría hacerlo todo el tiempo y el quedarse varios días en esa forma no le iría mal. Pero nada pasaba, y JungKook estaba empezando a desesperarse. Únicamente ocurrió cuando HoSeok le dijo que saliera de su presencia, que JungKook pudo transformarse. Al parecer, no importaba que se hayan salvado la vida mutuamente, o que JungKook portara un cachorro allí, al lobo de pelaje rojizo tirando a negro y manchas blancas tirando a grises, no le importaba nada de eso, estaba enojado con él por cuestiones que no podía comprender. JungKook le consolaba, diciéndole que no era su culpa y que no sabe lo que está pasando, teniendo en cuenta que no tenía pleno conocimiento y control de sus dos partes.

Después de que Hye le enseñara a tomar el control de las cosas, JungKook podía cambiar con gran éxito y dar unos cuantos paseos alrededor, sin la compañía de nadie. Le gruñía a todo el que se le acercaba y luego en su forma humana, se disculpaba apenado. Los miembros de la manada lo atribuían a su embarazo y HoSeok se reía con ganas cuando JiMin quiso dar un paso hacia el lobo y este se volteó, pateando tierra con sus patas traseras a su hocico. Más, cuando después de ello, empezó a estornudar y quejarse de que pedazos de pasto y partículas de tierra se filtraban por su nariz.

Pero hoy era diferente. Durante la cena JungKook expresó que daría un paseo. Dejó su ropa doblada en el pórtico y le lanzó una mirada compasiva antes de irse. JiMin no dijo nada, recogió los platos y decidió tomar una pequeña ducha para después ir a sentarse en las escaleras a esperar a que JungKook regrese. Un estremecimiento alarmante le recorrió cuando escuchó un aullido de JungKook, rápidamente se dirigió hacia la puerta mientras llamaba a JungKook. Pero este no contestaba, y su olfato estaba bastante bien, sólo que no alcanzaba a abarcar tantas hectáreas, menos cuán lejos estuviera la guardería de los cachorros, que sabía que al menor le encantaba darles un vistazo. Otro aullido se escuchó. JiMin giró su cabeza, viendo el interior de la casa por si HoSeok escuchaba algo, pero todo permanecía en silencio. Nadie parecía alarmarse, no obstante, JiMin sabía qué clase de llamado era ese. No logró evitar la oleada de adrenalina que transitó por su cuerpo y el calor indomable cuando volvió a llamarle.

No tuvo la molestia de quitarse la ropa, sólo permitió que se desgarrara por el cambio y saltó disparado hacia la oscuridad del bosque. Decir que se sentía eufórico era bastante deficiente de cómo se sentía. Olfateó el aire antes de sumergirse aún más entre el laberinto arboleado. Corrió lo más rápido que su resistencia estaba dispuesta a darle, cuando pensó que no era suficiente, resopló, apretando su mandíbula e impulsándose con sus patas traseras para dar zancadas más grandes. Le encantaba tener una manada con tierras considerables, sólo que ahora mismo es un problema, más cuando su pareja es un poco más pequeña que él en cuanto a tamaño, y eso le permite más agilidad y rapidez. Dobló rápidamente en un pino de gran tamaño, no quería perder ningún rastro. Justo cuando vio una larga cola entre la maleza, apuró su persecución.

Essenza (Jikook)《1》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora