Más Que Una Bautister || Mario Bautista [TERMINADA - Editando]

30. En El Hotel

"Qué cosas? Sabes que, mejor ni me respondas, sólo apresurate que ya casi es hora," fue lo último que le dije antes de colgar.

En pocos minutos, la música comenzó a tocar y todos empezaron a gritar de la emoción. No pude evitar sonreír al recuerdo de mi primer concierto de hace unos días, fue mágico.

"Una mirada para hacerme feliz, otra mirada para darme cuenta que sin tu amor no puedo vivir..." empezó a cantar.

No sabía como lo hacía pero de alguna forma me hacía olvidar todo al escuchar su hermosa voz cantar. El hecho de que me trajo aquí sin avisarme, ya no importaba. Pronto entendí que él sólo quería arreglar las cosas entre nosotros.

Canción tras canción, comencé a darme cuenta que aún no cantaba mi canción favorita. Esperé a que la cantara pero nunca lo hizo. Al final, decidió terminar el concierto cantando No Digas Nada. No estaba enojada por que no había cantado la canción que yo anhelaba pero si algo decepcionada.

Estaba en camino al camerino de Mario cuando de pronto recibo un mensaje de texto de él.

Mario❤: Afuera te estará esperando uno de mis guardaespaldas para que te lleve al hotel. Vete con él, yo te alcanzaré más tarde😘.

Aunque tenía mis dudas sobre lo que pretendía, me dirige hacia la salida para irme directo al hotel como él me lo pidió. Durante todo el camino, la misma pregunta aparecía en mi mente, 'Por que quiso que me fuera más temprano?' y sólo me imaginaba lo peor como mi respuesta.

Cuando llegamos al hotel, el guardaespaldas me dejó en la puerta y se fue. Saqué la copia de la llave de mi bolso y entré. Al cerrar la puerta, noté que había una nota pegada a la pared. En el momento que empecé a leerla, una pequeña sonrisa se formó en mis labios. Seguí el resto de las pistas hasta llegar a la habitación, donde me encontré con un hermoso vestido negro sobre la cama, acompañado con unas bellas zapatillas del mismo color.

Me di una ducha rápida para probarme el vestido y las zapatillas. Todo me quedaba perfecto. Ahora sólo faltaba cepillarme el pelo y maquillarme un poco. Al terminar de arreglarme, me miré al espejo por última vez. Por más que trataba de confiar en mi misma, mis inseguridades me tracionaban, como siempre..

Di un gran suspiro.