Más Que Una Bautister || Mario Bautista [TERMINADA - Editando]

43. Es Tu Culpa

"Mario, siéntate," le digo entredientes ya que toda la gente nos volteó a ver.

"No, hasta que este imbécil me explique por que está mire y mire a mi novia!" me responde volteando a ver el mesero.

"Oiga, nos es mi culpa que su novia esté tan b-"

Lo interrumpe Mario, "Juro que si terminas esa palabra, te mato."

"Mario ya!"

El mesero sonríe victoriosamente mientras que Mario se sentaba.

"Y usted también ya deje de hablarme y mirarme así, mejor póngase a trabajar, que esto es entre él y yo," le digo y se va con una cara disgustada.

"Eso le hubieras dicho desde el principio," me dice enojado.

"Disculpa? Pero todo esto es tu culpa."

"Mi culpa?"

"Sí, tu culpa. Tú fuiste el que me compro esta ropa, no? Y nomas por que se me ocurrió la idea de ponerme tu suéter encima, si no hubiera sido peor," le digo.

"Pero tú también no le decías nada!" me reclama.

"Qué le iba decir? Deja de mirarme así por que a un estúpido se le ocurrió comprarme ropa provocativa?"

"Todavía te la compro y aún así no me lo agredeces?!

"No, por que si no me hubieras traído aquí contigo, ahorita estuviera en mi departamento con MI ropa."

"Pues si te dejaba allá, ibas andar de zorra con RK!" me grita.

Sí me molestó lo que me dijo, pero lo que más me molestó fue que todos estaban viendo y él me lo gritó frente a toda la gente que estaba en el restaurante.

Mis ojos se cristalizaron, y la expresión en su rostro cambió.
Sin decir nada más, salí corriendo del lugar mientras que Mario venía atrás de mí.

"Valeria! Valeria! Espera!" lo escuchaba gritar a lo lejos mientras que yo seguía corriendo.

Cada vez se escuchaba más cerca y yo ya no podía seguir. Así que decidí esconderme en un callejón para perderlo. Di la vuelta a la izquierda y me escondí para después verlo pasar.

Una vez que se fue, salí de mi escondite y comencé a llorar.

Como pudo haberme dicho eso? Aún después de entregarle todo mi amor, me dice que iba andar de zorra? Y peor aun, lo dijo frente a todos! Eso sí nunca se lo voy a perdonar.

Sin tener un destino alguno, caminaba por las calles sin saber adonde ir. No podía regresar al hotel ya que Mario estaría ahí, esperándome. No tenía el dinero suficiente para regresar a casa. No tenía adonde ir.
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