31. Juguemos un Juego

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Mario Bautista enamorado de ti? Sí claro, sigue soñando Valeria.

De pronto, dos suaves manos cubren mis ojos. Una vez que olí ese perfume varonil, supe que era Mario.

"Te ves hermosa," me dice al oído, enviando escalofrios por mi espina dorsal.

"Gracias," fue lo único que pude responder.

"Que tienes?" me pregunta.

"Nada," me alejé y me senté en la cama.

Después veo como él hace lo mismo.

"Hice algo mal?"

"Sí," le respondí, "me enamoraste, me enamoraste desde el primer día en que te vi y por más que quiera olvidarte, no puedo."

"Y por qué me quieres olvidar?" me pregunta algo triste.

Di un gran suspiro tratando de no llorar y le dije, "Pues por que cuando te canses de mí, se te hará muy fácil dejarme, mientras que para mí no será así."

"Por mas que me desespera que pienses así aveces, yo nunca te voy dejar. Juntos, haremos que esto funcione."

Él me hace voltear y se acerca a mí lentamente para unir nuestros labios en un tierno beso. Aunque le había dicho que ya no lo hiciera, no le dije nada esta vez, pues lo necesitaba. Lo abracé y me quedé encantada por su aroma.

"Si quieres nos podemos quedar así todo la noche, cenamos aquí si quieres," Mario me sugiere.

Entonces salí de mi trance y acepté cenar afuera. Nos dirigimos al ascensor y esperamos a que baje al primer piso. De pronto, se detiene entre dos pisos y las luces comienzan a quererse apagar. Presioné el botón varias veces pero no se movía.

"Por qué no intentas con el de ayuda?"

No quería llegar a tener que usar aquél botón por que una vez presionándolo, significa que estamos atrapados en el ascensor por un largo tiempo.

"Y ahora que?" pensé en voz alta.

"Ahora esperamos a que nos saquen de aquí," obtengo mi respuesta de Mario.

Para mi sorpresa, no me alteraba estar atrapada aquí con él. A decir verdad, estaba agradecida de estar con él y no sola o con otra persona.

"Para matar el tiempo, juguemos un juego. Yo pensaré en algo y dibujaré las rayitas que son necesarias para completar la o las palabras. Tú tienes que decirme una letra y adivinar lo que es. Por cada letra incorrecta, te doy un beso," él me sonríe.

"Está bien," acepté, "cuando sea tu turno, será al revés."

"Okay, empecemos."

Más Que Una Bautister || Mario Bautista [TERMINADA - Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora