Más Que Una Bautister || Mario Bautista [TERMINADA - Editando]

44. Nunca Se Lo Perdonaré

En pocos segundos, mi celular comenzó a sonar. Al ver que era Mario llamándome, presiono el boton 'decline' e ignoro el resto de sus llamadas también. Dentro de poco, empiezo a recibir mensajes.

Mario❤: Mi amor por favor contéstame!
Mario❤: Necesitamos que hablar 😢.
Mario❤: Sé que recibes mis llamadas y mensajes, así que quiero pedirte perdón por lo de hace rato 😔.

En lugar de contestarle, borré el estúpido corazón que se encontraba al lado de su nombre en mis contactos.

Ya dije que nunca se lo perdonaría, y nunca se lo perdonaré, me digo a mi misma.

Mi celular no dejaba de sonar o vibrar. Sus mensajes y llamadas perdidas ya me estaban hartando. Entonces fue cuando decidí apagarlo.

Mientras lo guardo, encuentro un poco de dinero en mi bolso y lo saco para ver cuanto es. Era lo suficiente para comprarme un atuendo decente y no uno de p... Es decir, uno destapado como el que traigo.

Paso a un centro comercial y me compro unos jeans ajustados con una blusa manga larga. Pagué la ropa, y decidí cambiarme ahí mismo, en los vestidores de la tienda.

Una vez que salí del centro comercial, busqué un bote de basura cercano y tiré la ropa que tenía en las manos, incluyendo el suéter de Mario. Díganme, para que voy a querer el suéter de un imbécil? Exacto, no lo quiero.

Estaba tan furiosa que se me había olvidado que tenía hambre. Afortunadamente aún me quedaba dinero como para sobrevivir por lo menos 1 ó 2 días.

Paso a mi restaurante de comida rápida favorito y me compro una hamburguesa con papás fritas junto con una soda. Decido comer ahí ya que estaba cansada de caminar y necesitaba pensar adonde me iba ir después.

Mientras comía, miraba a la gente pasar por la ventana. Algunas personas me miraban raro por lo que comía pero a mí no me importaba.

Estando a la mitad de terminar mi comida. Veo a una persona familiar pasar y entrar al restaurante.
Fruncí el ceño mientras lo miraba ordenar su comida.

Sólo alcancé a ver su espalda y un lado de él. El hecho que tenía lentes de sol no me ayudaba mucho.

Nah, no puede ser él, me dije a mi misma bien confiada.

De pronto, la persona se acerca a mí y toma asiento.

"Te importa si te acompaño?" me preguntó al quitarse los lentes.
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